Las normas de convivencia escolar son el conjunto de reglas implementadas por una comunidad educativa con el fin de mantener la armonía entre sus participantes. El objetivo principal de este tipo de normas es garantizar el excelente desarrollo de las actividades escolares y transmitir unos valores esenciales para el buen funcionamiento de las relaciones sociales.
Las normas de convivencia existen en cualquier entorno escolar, e incluso se trasladan a otros tipos de entornos grupales y laborales.
Se consideran necesarias, pues normalmente están orientadas a preservar el equilibrio entre individuos, y generalmente son réplicas de las reglas que rigen dentro de un tipo de sociedad determinada.
¿Qué entendemos por normas de convivencia escolar?
Las normas de convivencia escolar son un conjunto de pautas establecidas dentro de un grupo, con el fin de mantener un entorno de convivencia adecuado. Este tipo de reglas se consideran necesarias, debido a que aunque dos personas sean criadas dentro de una misma cultura, pueden tener pautas comportamentales distintas que entran en contraposición y pueden generar problemas dentro de un grupo.
Estas normas de convivencia escolar, normalmente son consagradas dentro del reglamento escolar, con el fin de que toda la comunidad educativa las conozca y esté enterado de la importancia de cumplirlas a cabalidad, para el beneficio de todas las personas involucradas.
Características de las normas de convivencia escolar
Cuando se habla de normas de convivencia escolar normalmente nos imaginamos un mundo excepcionalmente hermético, no obstante, estas tienen un margen de variabilidad de acuerdo al tipo de comunidad educativa que las crea. Es por esto que cada institución puede hacer variaciones sobre el tipo de normas que utiliza, sin embargo casi todas se enmarcan dentro de las siguientes características:
1. Valores
Teniendo en cuenta que el objetivo de las normas de convivencia es velar por la armonía dentro de un grupo, estas deben estar sustentadas en valores como el respeto, la integración, la tolerancia y la participación activa de los participantes (Estudiantes, docentes, personal administrativo y padres de familia)
De la misma manera, estas deben estar orientadas a promover los valores principales promovidos por la institución educativa.
2. Alineación con el proyecto educativo
Todas las instituciones tienen un proyecto educativo establecido por medio del cual guían sus actividades escolares. El manual de convivencia hace parte de este proyecto educativo, y por ende, debe estar alineado perfectamente con el mismo.
3. Derechos y deberes
Todo manual de convivencia debe estar orientado al respeto por la dignidad propia y de los otros. Es por esto que debe expresar con claridad los derechos y deberes de cada uno de los miembros de la comunidad educativa, con el fin de que se pueda vivir en un entorno amparado por el respeto.
4. Deben ser públicas
Las normas de convivencia deben ser de conocimiento público, con el fin de que puedan ser asimiladas por cada uno de los miembros de la comunidad educativa. Es por esto que se debe velar porque sean compartidas a través del reglamento escolar, los periódicos murales, carteleras, página web de la institución y otros recursos que aseguren su correcta difusión.
5. Obligatoriedad
Teniendo en cuenta la importancia de este tipo de reglas para el salón de clase y para el buen funcionamiento de un grupo, estas deben ser de cumplimiento obligatorio para todos los miembros de la comunidad. De la misma manera, deben existir sanciones que tienen que ser explícitas para que las personas tengan en cuenta con anterioridad, cuáles son las consecuencias que pueden tener por el incumplimiento de sus deberes.
6. Deben ser reguladas
Las normas de convivencia deben ser reguladas por todos los docentes de la institución, teniendo en cuenta que estos son quienes están en contacto con la mayor parte de la comunidad educativa. No obstante, como se trata de reglas que velan por el bienestar colectivo es obligación de cualquier miembro del grupo, comunicar a la autoridad competente cualquier tipo de falta contra estos principios reglamentados.
7. Coordinación de convivencia
Las instituciones educativas deberán contar con una persona capacitada que cumpla las funciones de coordinación de convivencia. Esta será la encargada de conciliar y cumplir las sanciones establecidas, en el marco de cualquier situación que vulnere las normas contenidas dentro del reglamento estudiantil.
8. Respeto por la libertad humana
Sin importar la visión que tenga la institución educativa, las normas de convivencia deben tener en cuenta el respeto por la libre expresión y la libertad humana. Todo esto con el fin de que no se vulneren los derechos humanos.
9. Creación
Teniendo en cuenta que las normas de convivencia se usan para mantener la armonía de los grupos, estas no deben ser impuestas de modo dictatorial. Para cuidar esta parte, normalmente la creación de estas normas se da en el marco de comités o grupos en los que se incluye la presencia de estudiantes, docentes, padres de familia y personal administrativo.
Todo esto con el fin de que el manual de convivencia se adapte a las necesidades de toda la comunidad educativa.
10. Deben ser claras
Las normas de convivencia escolar deben ser claras, comprensibles y deben propender a tener el menor grado de ambigüedad posible, con el fin de que no se presten malas interpretaciones que puedan afectar la convivencia.
De la misma manera, es necesario que se destaquen por ser simples y puntuales, usando un tipo de lenguaje directo en el que se evite el uso de metáforas o cualquier recurso literario que pueda prestarse para tergiversaciones.
En términos generales, estas son las características más importantes de las normas de convivencia escolar. Recuerda que estas son necesarias para mantener el equilibrio dentro de las instituciones y funcionan como estrategias educativas que le permita a las personas asimilar los valores de la sociedad.
Referencias bibliográficas
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