¿Qué son las bombas yucatecas? Origen y ejemplos

Las bombas yucatecas son una expresión cultural llena de vitalidad, alegría, humor y ritmo. Incluso podemos afirmar que en cierto modo las bombas yucatecas son la voz de un pueblo que entre risas conserva piezas invaluables de sabiduría y tradición.

Existen muchas manifestaciones textuales y artísticas que conservan las tradiciones de los pueblos, entre ellas los refranes populares, las leyendas y algunos cantos autóctonos de diferentes regiones. 

El día de hoy exploraremos todo lo relativo a esta forma de expresión propia de la Península de Yucatán. 

¿Qué son las bombas yucatecas?

Las bombas yucatecas son por lo general sentencias de contenido jocoso que pueden contener un sin número de expresiones de la cultura, desde la tradición hasta las nuevas costumbres, pasando por la vida cotidiana, e incluso llegando a contener fragmentos de lo que se podría llamar filosofía local. 

Este tipo de expresión nació en un contexto de conquista pero con un fuerte componente picaresco. Esto da como resultado que el proceso de cortejo, por llamarlo de algún modo, que se da entre los participantes, esté lleno de matices graciosos en los que cualquiera puede quedar en ridículo o ser la estrella de la noche.

También es importante resaltar que las bombas yucatecas se han usado tradicionalmente para transmitir conocimiento a los niños al mejor estilo de los cuentos, fábulas y refranes. De este modo las bombas empezaron a acompañar a gran parte de la población desde muy niños a través de sus familiares o profesores.

La tradición de las bombas yucatecas nace ligada al baile de la jarana, danza tradicional que encierra baile, misticismo, humor y coqueteo. Durante el baile de la jarana en actitud siempre hilarante se detiene o suaviza la música y los participantes gritan ¡Bomba! En ese momento el hombre trataba de seducir o impresionar a la mujer con sus frases románticas, pícaras o ingeniosamente inteligentes. 

Las bombas yucatecas usualmente se recitaban o cantaban en cuarteta o redondilla octosílaba lo que le da un nivel de complejidad y belleza aún mayor. 

Luego de que el participante, usualmente un bailarín muy hábil, recite la octosílaba o cuarteta la gente grita bravo, ríe o simplemente grita o chifla y luego estalla nuevamente la música y el baile con la euforia que usualmente causan las bombas entre la gente.

Es casi innegable la influencia española en este tipo de canto, puesto que las formas clásicas estructurales son las mismas, aunque de fondo, las temáticas sean bastante diferentes y hasta cierto punto por ejemplo, no se pueda decir que la estructura usada pueda convertir una bomba en un poema o algo por el estilo. Aunque para ser muy justo hay algunas bombas que no tienen nada que envidiarles a los autores más reconocidos de las formas clásicas. 

Origen de las bombas yucatecas

Como mencionamos anteriormente, las bombas yucatecas surgen ligadas a la jarana, baile tradicional de la Península del Yucatán, extendiéndose inicialmente por el sur de México gracias a su versatilidad y la popular recepción que tenía este tipo de transmisión oral entre los habitantes de la región.

Otro factor importante que permitió la popularización de las bombas yucatecas fue la forma en la que se adaptó fácilmente a la tradición de la zona, encontrando incluso cabida en otras formas musicales como las vaquerías.

Por otro lado, gracias a su riqueza cultural y folklórica, logró constituirse como una forma de expresión individual. De este modo se volvió bastante común encontrar grupos de personas al son de los instrumentos, cantando sus bombas y riendo de forma estrepitosa ante el ingenio de algunas frases. Esto ampliaba la cantidad de personas dispuestas a echar sus bombas yucatecas puesto que no todo el que puede cantar puede bailar. 

De este modo las bombas se volvieron comunes entre viajeros y comerciantes que poco a poco extendieron su popularidad a otras regiones de México llegando al punto en que las bombas yucatecas se conocieron en todo el país. 

Actualmente las bombas yucatecas son una de las formas tradicionales que conserva el país y gracias a la digitalidad ahora son conocidas incluso internacionalmente. Tal vez su popularidad no sea tan grande como lo es el valor incalculable que tienen como vivo retrato de un pueblo, y voz profunda y superficial a la vez con la que se transmite el sentir de un gran grupo de personas y diferentes tradiciones.

Otro elemento no tan extendido pero que es necesario tener en cuenta es la fuerte permeación de la tradición Maya que tienen las bombas yucatecas en algunas regiones.

De esta manera, es usual encontrar cápsulas de esta sabiduría ancestral en las bombas al igual que pensamientos y costumbres mayas que se mantienen vigentes a través de este tipo de tradición oral. Hay lugares en los que la influencia llega a tal punto que es normal escuchar entre las bombas una mezcla de castellano y palabras provenientes de la lengua maya.

Bombas yucatecas graciosas

  • Hay sus clases de bombas: la rusa y la americana, pero es más fuerte la de mi suegra a las cinco de la mañana
  • Ayer al salir de misa, te vi muy sonriente, pero entre tu sonrisa había un frijol en tu diente
  • Antenoche fui a tu casa y que me ladran los perros, quise agarrar una piedra y que me embarré los dedos. ¡BOMBA!
  • Al pasar por un panteón me gritó una calavera, si no me lo vas a dar, enséñamelo siquiera.

Bombas yucatecas de amor

  • Del cielo cayó un pañuelo bordado con mil colores, y en una orilla decía: mestiza de mis amores
  • Dices que soy cabezón y es muy grande tu franqueza, si así tengo la cabeza, ¿cómo tendré el corazón?
  • Es triste amar sin ser amado, pero más triste es vivir en Yucatán, sin hamaca ni aire acondicionado
  • Quisiera fueras mi novia y me contagies tu sal, también quiero tu donaire para que cures mi mal

Bombas yucatecas para niños

  • No me la puedo comer, porque me duele la muela, si no te lo comes tú, que se lo coma tu abuela
  • Si visitas Yucatán y tomas agua de pozo, de aquí te enamorarás y aquí vivirás dichoso. ¡BOMBA!
  • Una bomba me dijiste, y una bomba me pediste, mejor lee estas pendejadas para que ya no estés más triste. ¡BOMBA!
  • Cuando voy a tu casa me echo todas las lociones, pa que no diga tu mama que huelo como los leones. ¡BOMBA!
  • ¿Que si es bonita mi tierra? Ya no me preguntes eso, ven y date una vuelta por la playa del Progreso.

Referencias bibliográficas 

González, L. B. (2008). Reseña de» Expresiones populares y estereotipos culturales en México. Siglos XIX y XX. Diez ensayos» de RICARDO PÉREZ MONTFORT. Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, (47), 271-277.

Peniche Barrera, R. EL TEATRO REGIONAL EN EL AULA. Archipiélago. Revista cultural de nuestra América, 22(87).

Vida en Yucatán (2021) Bombas yucatecas: Costumbres y tradiciones con picardía. Recuperado de: Vida en Yucatán

Karla Arango
Editora, correctora de estilo, investigadora literaria y poeta.