La importancia de la Psicología del Desarrollo

Introducción: La importancia del desarrollo

Subrayar la importancia del desarrollo en los seres vivos y en particular de los humanos.

Los humanos se caracterizan por nacer inmaduros y tener una infancia prolongada lo que les permite ser más plásticos y poder adquirir una gran variedad de conductas, pero a la vez ser más dependientes en sus primeros años de vida.

El desarrollo es un fenómeno ligado a la vida, todos pasamos por diferentes etapas desde el nacimiento a la muerte. Para entender el funcionamiento de la mente, conocer el proceso de desarrollo nos ayuda a entender la naturaleza de los seres humanos.

Los humanos no siempre hemos ocupado la posición que tenemos en la naturaleza. Nuestros antepasados, los homínidos anteriores, eran muy vulnerables y estaban sometidos a las variaciones de la naturaleza, las cuales hemos llegado a controlar.

Si comparamos nuestro desarrollo con el de otros animales, apreciamos diferencias notables, tales como que los humanos nacemos muy desvalidos y con pocas de las características que llegaremos a tener los adultos. Esto supone la dependencia de nuestros padres durante mucho más tiempo; en cambio otros animales a los pocos minutos de nacer pueden vivir por sí mismos.

Una de las características de los humanos es tener una infancia muy prolongada, lo cual podría verse como una desventaja, pero no es así, ya que esto nos permite tener un período extrauterino mucho más largo.

La inmadurez con la que nacemos nos hace dependientes durante más tiempo, pero nos permite ser más plásticos, haciendo posible el aprender más cosas y disponer de una mente más flexible.

Los humanos nacen con pocas conductas de las que dispondrán en la edad adulta. Es decir, tienen que aprender la mayor parte de las cosas que precisan. Nacemos con más disposiciones que con conductas terminadas. Esta plasticidad nos permite adaptarnos a diferentes ambientes.

Cambios que supone la posición erguida

Algunos autores defienden que el largo período de dependencia de los humanos es consecuencia de la posición erguida y del gran tamaño de nuestro cerebro.

La posición erguida ha producido cambios en la pelvis de la madre, limitando el tamaño que puede alcanzar la cabeza de los neonatos, para que sea posible su salida al exterior. En términos de desarrollo del cerebro la gestación humana dura 21 meses (9 meses en el útero y 12 bajo el cuidado de la madre.)

Comparación de edades de conductas en monos y hombres

Los humanos adquieren muchas conductas más lentamente que otras especies animales, pero llegan más lejos.
Todas las especies fallan inicialmente en la búsqueda de un objeto cuando éste se encuentra totalmente cubierto; luego cometen el error de buscar en el primer sitio cuando se cambia el escondite, y son incapaces de entender los desplazamientos invisibles.

Chimpancés, orangutanes y gorilas alcanzan las etapas antes que los bebés humanos. En contraste, los monos no antropoides son mucho más rápidos que los humanos o los simios. Por ejemplo, muestran la capacidad de recuperar objetos por vez primera al mes o a los dos meses, mientras que gorilas y chimpancés lo hacen alrededor de los siete meses y los humanos a los 8 ó 9 meses. Perros y gatos logran esta habilidad en dos semanas. Por lo tanto, los monos vienen a mostrar el mismo factor de aceleración respecto al desarrollo humano.

Dos rasgos básicos del ser humano: Su naturaleza social y mental

Aunque los humanos coinciden con otros animales en las mismas necesidades, en particular la de adaptarse al medio, poseen dos características muy importantes: vivir en grandes grupos y construir representaciones muy adecuadas de su entorno.

Esto es posible a su inteligencia, que ha hecho posible construir habilidades cognitivas muy desarrolladas.

Los humanos son capaces de un grado de cooperación y competición muy elevado que se realiza dentro de las instituciones sociales.

Para entender la naturaleza humana, funcionamiento de nuestra mente y desarrollo. Tenemos que tener presente que somos animales, y como organismos biológicos estamos sometidos a las mismas necesidades que el resto de los animales, en particular la de adaptación al medio para sobrevivir.

A su vez, existen rasgos diferenciadores (posición erguida, disponer de una mano versátil, dieta omnívora, actividad sexual permanente…) siendo las dos más características el ser animales sociales (vivir en grandes grupos en compañía) y al mismo tiempo construir representaciones muy elaboradas de su medio ambiente, de toda la realidad, incluido él mismo.

Ambas características tienen una estrecha relación, pues vivir en grupos sociales grandes con reconocimiento individualizado de los miembros exige una notable inteligencia, capacidades cognitivas muy desarrolladas, que son posibles gracias a disponer de un gran cerebro –algunos autores sostienen que la inteligencia humana se ha desarrollado para conocer a los otros.

El término “inteligencia maquiavélica” describe la capacidad de algunos primates, no sólo para entender a los congéneres sino también para manipularlos-. Cooperación y competición entre humanos han hecho posibles logros, que unos pocos individuos no hubieran conseguido.

Cuando los grupos nómadas de cazadores-recolectores se hacen sedentarios practicando la ganadería y agricultura, hace unos 10.000 años, se crean sociedades complejas en las que los individuos se dividen el trabajo. En colectividad crean grandes obras públicas o monumentos (ej, las pirámides). La capacidad de cooperación humana es muy superior a la de otras especies, incluidos los primates más próximos como los chimpancés.

Todo ello exige grandes capacidades cognitivas como son entender los estados mentales de los otros, entender sus planes (que son producto de las representaciones) y compartirlos con ellos. Hay autores que dicen que ésta es una capacidad exclusiva de los seres humanos.

Para satisfacer sus necesidades, construyen relaciones complejas que han dado lugar a las instituciones sociales, dentro de las cuales se pueden satisfacer las necesidades de una forma particularmente eficaz y se organiza toda la vida social. Estas instituciones son el núcleo de la vida social humana.

Lo característico de las instituciones es que dentro de ellas se forman relaciones tipificadas, un hecho de enorme importancia social. Se trata de relaciones que no se establecen entre individuos, sino entre tipos de funciones. Ese tipo de relaciones, que son las propiamente sociales, coexisten con las que se dan con los individuos como seres únicos (relaciones psicológicas). No es lo mismo conocer a la persona que realiza una función, que relacionarse con ella en virtud de la función que desempeña.

La capacidad adaptativa de los seres humanos depende también de las representaciones de la realidad que han conseguido construir. Para sobrevivir en el ambiente todos los animales necesitan tener una representación de éste.

Las representaciones

Una de las características específicas y éxitos adaptativos de los humanos se debe a su capacidad para formar representaciones muy adecuadas del ambiente en que viven. Éstas pueden ser almacenadas siendo una compilación del conocimiento sobre el mundo.

A partir de ellas entendemos que es lo que sucede y cómo debemos actuar en cada situación. Estas representaciones son compartidas, al menos parcialmente, por los distintos seres humanos, lo que facilita sus relaciones sociales.

Las representaciones están en continuo cambio y frecuentemente se elaboran para comprender y actuar en una situación, y de esa manera dar satisfacción a las necesidades.

Las representaciones son la compilación de nuestro conocimiento sobre el mundo, pero no sólo de las relaciones aparentes sino también del funcionamiento de la realidad. Nos permiten entender la realidad y actuamos siempre a partir de ellas. Las representaciones son compartidas por otros congéneres, y gracias a la “intencionalidad colectiva” se puede desarrollar la vida social y la cooperación.

Las representaciones son entidades muy amplias:

• Por una parte se refieren a un contenido determinado “son intencionales”.
• Al mismo tiempo se generan a partir de necesidades del sujeto; esto las une a la motivación y la energía para la acción.

Las representaciones sirven no sólo para explicar y entender el mundo sino también para actuar, pues nuestra acción se realiza siempre a partir de una representación.

Cuanto más adecuado sea el modelo acerca de cómo funciona la realidad, más fácil y eficaz resultará la acción del sujeto.
Los humanos son capaces de tomar conciencia de sus representaciones, de reflexionar sobre ellas, lo que les permite perfeccionarlas y modificarlas. Es una manifestación de lo que se denomina metacognición.

Metacognición: Conocimiento que se posee sobre el propio conocimiento, el cual, a su vez se considera producto de la capacidad de la mente de “volverse sobre sí misma” y analizar sus propios procesos de pensamiento y de conocimiento.

En psicología evolutiva y cognitiva se identifican dos formas de metacognición:

– La que se refiere propiamente al conocimiento declarativo y explícito sobre el propio sistema cognitivo (conocimiento metacognitivo)
– La que tiene que ver con la dirección y regulación activa de sus procesos (control metacognitivo).

Las representaciones al ser compartidas forman parte de la cultura que se transmite de unas generaciones a otras, y por ello el lenguaje es importante.

Los conocimientos adquiridos en la sociedad se acumulan de forma permanente mediante ayudas exteriores (herramientas, construcciones, esculturas, dibujos, lenguaje escrito, sistemas simbólicos…) de tal forma que podemos aprender de personas de otros lugares y otras épocas.

Concepciones sobre la adquisición del conocimiento

El estudio de la adquisición del conocimiento ha preocupado a filósofos y psicólogos.

La posición empirista sostiene que los humanos nacen con la mente en blanco y que el conocimiento viene de fuera, bien por la experiencia o transmitido por otros.

Otros autores sostienen que ya nacemos con un conocimiento sobre el mundo (algunas ideas innatas).

El constructivismo defiende que nacemos con disposiciones para recibir información y actuar en el mundo, las cuales interactúan con la realidad permitiendo construir tanto nuestro conocimiento sobre el mundo como nuestra propia mente.

Pero ¿de dónde vienen nuestras ideas y representaciones? La pregunta a cómo se adquiere el conocimiento es un tema central en psicología. Aunque es un asunto complejo, las posiciones principales para explicar la formación del conocimiento son el empirismo, el innatismo y el constructivismo.

Empirismo e Innatismo

La idea más simple y obvia es que el conocimiento se toma de fuera, está en la sociedad; lo poseen otros y nos lo transmiten. La palabra “aprender” transmite la idea de ese proceso por el cual nos apoderamos de algo. Su acción opuesta “enseñar” indica que al enseñar dejamos una seña o marca en el que aprende. Así, la actividad educativa (específica de los humanos) consiste en transmitir los conocimientos al alumno, que los aprendería y quedaría marcado con ellos. La mayor parte de los individuos serían consumidores de conocimientos y sólo algunos los fabricarían.

Esta teoría al ser acorde con el sentido común, ha contribuido a su pervivencia. El conocimiento está hecho y terminado fuera del sujeto y puede proceder de los otros o de la misma realidad que el sujeto copiaría. Esta concepción está emparentada con el empirismo, una posición filosófica para explicar la formación del conocimiento propuesta por filósofos ingleses como Locke, Berkeley y Hume. Según esta doctrina, cuando nacemos nuestra mente es una tabula rasa donde se escriben nuestras experiencias y lo que nos transmiten otros.

La posición empirista ha inspirado parte de las posiciones en psicología para explicar la formación del conocimiento. Dicho sea el caso del conductismo, una de las formas más extremas de traducción del empirismo en términos psicológicos.

Pero esta teoría resulta muy simple, ya que no explica cómo se produce el paso del conocimiento de fuera a adentro (interiorización del conocimiento), cómo se generalizan los conocimientos de la experiencia (que necesariamente tienen que ser concretos) y por qué muchas veces la transmisión es ineficaz o no se produce, por qué difieren unos sujetos de otros en su comprensión de la realidad (ej memoria de testigos), etc…. y sobre todo cómo se explica la formación de conocimientos nuevos, que nadie ha podido enseñar porque eran desconocidos, es decir, cómo tiene lugar el avance de la ciencia.

Filósofos racionalistas como Descartes, Spinoza, y Leibniz a la cabeza, señalaron que en el conocimiento había una parte que ponía el sujeto y no provenía de la experiencia. Por ello el innatismo afirma que nuestra mente tiene conocimientos a priori o innatos, sin los cuales no podríamos aprender.

La filosofía crítica de Kant trató de realizar una síntesis entre ambas posiciones, mostrando que la mente precisa de categorías que sirven para organizar la experiencia, aunque ésta resulte igualmente imprescindible. A partir de aquí se ha sostenido que la noción de objeto, o las categorías de espacio, tiempo, casualidad, número –que resultan necesarias para organizar nuestra experiencia- son innatas.

Algunos sostienen que tenemos capacidades no aprendidas para diferenciar las personas de las cosas, adquirir el lenguaje, o un sentido innato del número. Una forma de innatismo fue defendida por la psicología de la Gestalt que propuso que disponemos de formas innatas para organizar nuestra percepción (por eso en tres puntos vemos un triángulo, aunque podrían pasar otras líneas). Un nuevo innatismo surge bajo la obra de Chomsky, que defiende la existencia de un dispositivo innato para la adquisición del lenguaje.

Actualmente existe una fuerte corriente innatista, tras años del dominio empirista conductista. Estas posiciones están sobre todo extendidas entre los investigadores de la primera infancia y los que estudian las capacidades humanas de los recién nacidos porque han descubierto capacidades que no sospechábamos. Autores como Medler han propuesto que el progreso del conocimiento es una forma de “desaprendizaje”, ya que la experiencia va eliminando capacidades y disposiciones de los pequeños, para seleccionar sólo algunas. Es decir, las capacidades humanas están todas en la dotación genética y de ellas se conservarían sólo unas pocas. Sería como un proceso de empobrecimiento y no de enrequicimiento.

Pero el innatismo no explica cómo surgen esas capacidades innatas, por qué aparecen en diferentes momentos, y por qué son diferentes en cada sujeto. Se debería explicar cuales son esas capacidades innatas, cómo se modifican y se desarrollan.

Constructivismo

• La psicología de finales del siglo XX se ha llenado de “módulos” para enfrentarse con diferentes dominios del conocimiento que nos proponen una imagen de la mente humana menos flexible de lo que es.

• Para explicar como se forman los conocimientos, tenemos que examinar las transformaciones que tienen lugar en el interior del sujeto cuando éste forma un conocimiento o una conducta nuevos. La importancia de la experiencia es innegable, pero es imprescindible explicar cómo la interpreta el sujeto y modifica sus conocimientos anteriores.

Piaget (1896-1980), apoyándose en la posición de Kant, propuso una explicación alternativa sobre cómo se construye el conocimiento, admitiendo la necesidad de una actividad organizadora del sujeto. Además se preocupó por estudiar la génesis de las propias categorías kantianas, sin admitir que fueran a priori.

• Frente a las posiciones innatistas o empiristas, Piaget propuso una explicación según la cual el conocimiento es el resultado de la interacción continua entre el sujeto y la realidad que le rodea. Al actuar sobre la realidad va construyendo propiedades de ésta, al mismo tiempo que construye su propia mente. De ahí la denominación de constructivismo a esta posición.

¿Cuál es, pues, el mecanismo por el que un recién nacido se convierte en un individuo adulto en una sociedad determinada?

La dirección del desarrollo: El principio Ortogenético

¿Cuál es la dirección general que sigue el desarrollo? El psicólogo austriaco Heinz Werner (1890-1964) propuso que siempre se comienza en un estado indiferenciado, y con el desarrollo se va diferenciando en partes, funciones o conductas distintas. Estas nuevas conductas se organizan, se relacionan y se establece una jerarquía entre ellas. Esta tendencia se da tanto en el desarrollo de los individuos como en el de las especies, y tanto en el desarrollo biológico como en el psicológico. El cerebro es un ejemplo de esta ley en los niveles filogenéticos y ontogénicos.

Es un principio que describe una tendencia muy general en el mundo de la vida. Desde los seres más simples que tienen una estructura poco diferenciada, se seguiría una evolución hacia especies con órganos cada vez más diferenciados y con relaciones más complejas entre ellos.
Por ejemplo, en los niños, la percepción, inteligencia y emoción están menos diferenciadas que en adultos.
Aunque sea una ley muy general, nos da pistas sobre la dirección que sigue el desarrollo.

Cómo se construye el conocimiento

Los humanos tienen que construir el conocimiento a través de su propia actividad, es decir, actuando en su entorno.

A partir de las capacidades con las que nacen, interactúan con la realidad y forman esquemas que son sucesiones de acciones organizadas que se pueden aplicar en diferentes situaciones semejantes. Ante una situación que los esquemas que posee no le permiten resolver; establece nuevas combinaciones de esquemas o modificaciones entre ellos para solventar el problema nuevo.

La inteligencia se ha definido como la capacidad de resolver nuevos problemas. Los humanos progresan cuando se enfrentan con una situación nueva, establecen una representación de ella y buscan la forma más adecuada para actuar.

Cuando el niño nace, dispone de algunas capacidades innatas (sobre todo actividades reflejas como la succión para alimentarse o agarrar objetos) que le permiten actuar sobre el mundo. Piaget, sostuvo que el sujeto también hereda la capacidad para adaptarse al medio y para organizar sus conductas y conocimientos. Es decir, acepta que el sujeto posee capacidades innatas, pero éstas incluyen conocimientos innatos acerca de cómo es la realidad, los cuales deben ser construidos por los sujetos.

Nuestra constitución física establece limitaciones al percibir la realidad (mediante la visión sólo percibimos determinadas longitudes de onda, sólo escuchamos sonidos de ciertas frecuencias…). Incluso las categorías de espacio, tiempo, objeto o número serían elaboradas por los sujetos mediante la actividad.

A partir de sus capacidades reflejas el niño interacciona con la realidad. A través de la interacción con los objetos descubre sus propiedades manifestadas a través de la resistencia que ofrecen éstos a su acción (objetos duros, blandos, suaves, dulces…). Por medio de su actividad el niño va estableciendo las propiedades de los objetos y construyendo las características del mundo. Va formando esquemas que le permiten actuar sobre la realidad de forma más compleja que con sus reflejos iniciales y con ello su conducta se va enriqueciendo constantemente.

Esquemas: sucesiones de acciones que tienen una organización y son susceptibles de aplicarse a situaciones nuevas (ejp, el esquema de abrir una puerta con una llave conlleva una sucesión de acciones organizadas, y puede aplicarse a infinidad de puertas).

El niño va construyendo un mundo de objetos y de personas en el que empieza a ser capaz de realizar anticipaciones acerca de lo que va a suceder. Todo esto en un medio social, que es el hábitat natural de los humanos, en el que el bebé está arropado por los adultos más próximos.

Para Piaget, lo que el sujeto puede conocer de la realidad en un cierto momento es fruto de un proceso de adaptación intelectual que, está directamente determinado por sus conocimientos anteriores y sus instrumentos cognitivos.

Al actuar sobre la realidad la incorpora, la asimila, y la modifica, pero al mismo tiempo se modifica él mismo, y se acomoda, pues aumenta su conocimiento y las anticipaciones que puede hacer.

Adaptación: equilibrio con el ambiente. Conlleva dos aspectos complementarios que se producen juntos (asimilación y acomodación). Ejemplo la alimentación. Asimilación: proceso mediante el cual el sujeto transforma la realidad para poder incorporarla a sus esquemas previos.
Acomodación: proceso en el que el sujeto modifica sus esquemas para poder incorporar nuevos objetos y conocimientos a su estructura cognoscitiva.

El conocimiento es siempre una construcción partiendo de los elementos que dispone. Aunque tratemos de enseñar a un niño de 5 años que cuando cambiamos la disposición en el espacio de algunos objetos su número sigue siendo el mismo, si separamos los objetos pensará que hay más y si los juntamos pensará que hay menos. Más adelante, el niño ya establecerá la conservación del número, independientemente de su disposición. Esto lo hará a partir de la experiencia.

Según el constructivismo, el sujeto tiene que construir tanto sus conocimientos y sus ideas sobre el mundo, como sus propios instrumentos de conocer. Es una posición entre el innatismo y el empirismo y, quizás por ser nueva ha sido mal interpretada y ha tratado de ser reducida a posiciones innatistas o empiristas.

Empirismo e innatismo siguen gozando de prestigio porque se prestan bien a la explicación de ciertos tipos de fenómenos (aunque no son útiles para explicar otros) y porque contienen una parte de verdad (aunque son explicaciones incompletas). Pero la parte central de la teoría de Piaget (el constructivismo), continua siendo un marco adecuado para explorar y seguir investigando los progresos en el conocimiento.

La Adaptación

Para sobrevivir, es necesaria la adaptación al ambiente, y eso se realiza incorporándolo (asimilándolo), ya sea material o mentalmente. Esto conlleva modificarlo, al mismo tiempo que el organismo se modifica (acomodándose), ajustándose a la resistencia que ofrece la realidad. Asimilación y acomodación son dos aspectos indisociables del proceso adaptativo.

Para sobrevivir, los seres vivos tienen que cubrir unas necesidades básicas, a las que se añaden las necesidades que la cultura y la vida social han ido edificando sobre ellas y, que para un individuo pueden llegar a ser tan esenciales como las primarias.

El origen de la actividad del organismo está en un desequilibrio (ejp, necesidad de alimento reflejado en el hambre). Los organismos son seres que actúan constantemente en su medio modificándolo. Pero en su actividad, el organismo tiene que adaptarse al medio, lo que supone que tanto el medio es modificado, como que el organismo se transforma. Como sabemos (Darwin), el mecanismo de selección natural se realiza mediante variaciones y la supervivencia de los más aptos.

Por eso cualquier variación que se produzca en un organismo y que facilite su supervivencia tiende a mantenerse y transmitirse a la descendencia. El desarrollo mental de los hombres, que lo diferencia de otros animales, es resultado de la adaptación. Pero hay que tener en cuenta que el desarrollo psicológico es prolongación del desarrollo biológico.

La adaptación es un proceso activo. El organismo no sufre la adaptación, es un actor de ella. En un proceso adaptativo podemos distinguir dos aspectos indisociables: la asimilación (incorporación que el organismo hace del medio, es decir, la acción del organismo sobre el medio) y la acomodación (modificación del organismo por efecto de la influencia del medio).

Como ya había señalado Marx, el organismo se relaciona con su ambiente, actúa sobre él y lo modifica, pero al tiempo se modifica el mismo, de tal forma que los nuevos contactos con el medio ya no serán exactamente iguales.

Las Necesidades

Algunas necesidades están relacionadas con el mantenimiento del cuerpo y son comunes a otros animales, pero otras provienen de la propia organización de las sociedades humanas, como las necesidades de tipo social que nos permiten vivir en grupos organizados.

Los humanos tienen además necesidades de conocimiento de su medio, que son las que le permiten actuar eficazmente en él. La cultura, producto de acumulación de conocimientos, permite avanzar mucho más rápidamente en la formación de representaciones, ya que compartimos el conocimiento que se ha ido acumulando a lo largo de la historia.

En los humanos, la satisfacción de esas necesidades ha dado lugar a a creación de instituciones que son formas de organización social estables en las que se desenvuelve la vida humana.

Para mantenerse en la vida los organismos tienen que satisfacer sus necesidades actuando. Toda conducta constituye una respuesta a una necesidad, pero ésta tiene que realizarse de una determinada manera. En cada conducta aparecen dos aspectos indisociables: una energía para realizar esa acción y una estructura para alcanzar el fin propuesto. Esto se identifica con el aspecto afectivo y el aspecto cognitivo de la conducta.

El medio social donde vivimos está constituido para satisfacer esas necesidades. Estas necesidades requieren la obtención de objetos o bienes (comida, vivienda…) o encontrarse en situaciones o estados de cosas que deben producirse para que la vida de los individuos transcurra de forma normal y pueda mantenerse (encontrar la compañía de alguien cuando nos sentimos solos…).

Las necesidades nos orientan hacia objetos o situaciones que satisfacen esas necesidades. Al vivir en sociedad, la satisfacción de esas necesidades se produce también en ese medio. La satisfacción de necesidades da lugar a instituciones sociales específicas de los humanos. Las instituciones son formas de organización social de las que se dotan los grupos de individuos para alcanzar sus fines, entre ellos cubrir estas necesidades. Las instituciones son formas estables de asociación.

En las instituciones la conducta está regulada por pautas y normas. Es decir, el individuo que actúa dentro de una institución tiene que seguir un guión para actuar como miembro de ella.

Podríamos distinguir tres tipos de necesidades:

Las necesidades fisiológicas: son las relacionadas con el mantenimiento del propio cuerpo y son imprescindibles para vivir (alimentación, eliminación de deshechos, descansar, respirar…). La satisfacción de estas necesidades ha dado lugar a múltiples instituciones sociales para la producción y distribución de recursos. Las principales son las instituciones económicas: formas de trabajo, relaciones de producción, las empresas y todo el entramado económico de la sociedad. Estas instituciones se vinculan también con la cultura o el conocimiento.

Las necesidades de relaciones sociales: los seres humanos necesitan establecer vínculos afectivos con otros congéneres. Durante la infancia tienen un largo periodo de dependencia. Al principio materna, y luego familiar. La familia permite la supervivencia de individuos inmaduros y la transmisión cultural.

Las instituciones políticas, las normas morales y las instituciones jurídicas, el estado y el gobierno, son una respuesta a los problemas de la convivencia y la regulación de conflictos. Otras instituciones relacionadas con las necesidades sociales son las fiestas, las diversiones, el ocio, y la religión.

Las necesidades relacionadas con las representaciones complejas del ambiente: son necesarias para conocer el medio y relacionarse con sus congéneres. Estas necesidades están muy relacionadas con el conocimiento. Los seres humanos producen conocimientos nuevos y lo transmiten a través de la cultura. Existen instituciones educativas (escuela, medios de comunicación…) que responden a la necesidad de adquirir conocimientos.. Aprendizaje, desarrollo intelectual, enseñanza… están vinculados a las necesidades de los humanos. Son necesidades intelectuales o cognitivas.

Las necesidades de conocimiento son extremadamente importantes. Primero hay que conocer el entorno y desenvolverse dentro de el. Su supervivencia depende de ello. En la infancia, los adultos le protegen y suplen su falta de conocimiento, hasta que adquieren esas capacidades y consiguen la autonomía material.

Los humanos pueden acumular conocimientos. Cada individuo no tiene porque adquirirlo todo por sí mismo. Es lo que caracteriza la cultura, que en los seres humanos alcanza unas dimensiones nuevas, aunque en alguna medida la compartan con otras especies (entre los primates también existe alguna forma de cultura). La capacidad de actuar sobre el entorno es lo que se denomina aprendizaje.

Historia el Estudio del Desarrollo

El estudio científico del desarrollo psicológico de los humanos ha comenzado relativamente tarde (finales del siglo XVIII) con el estudio de sujetos excepcionales, completados con biografías sobre el desarrollo temprano del niño. A finales del siglo XIX aparecen estudios estadísticos realizados sobre un número mayor de sujetos.

La psicología del desarrollo es algo más que el estudio de los niños pues constituye un método para estudiar la formación de las funciones adultas. A finales del XIX se realizan los primeros intentos de establecer una psicología del desarrollo.

A principios del siglo XX se producen grandes cambios en las teorías psicológicas con la aparición del psicoanálisis, del conductismo o de la psicología de la Gestalt, que influyen sobre la psicología del desarrollo.

En los años 20 del pasado siglo aparecen importantes teorías del desarrollo entre las que se encuentran la psicología de Vygotski, propulsor de la psicología sociocultural, y la obra de Piaget, que establece los fundamentos del constructivismo.

A partir de los años 50 se desarrolla la psicología cognitiva, o del procesamiento de la información, que propone construir modelos precisos del funcionamiento de la mente humana en la resolución de tareas apoyándose en la metáfora del ordenador.

La psicología del desarrollo o evolutiva estudia cual es el proceso de formación de las conductas y representaciones que llegan a tener los adultos, lo que nos da una perspectiva distinta a simplemente analizar las capacidades o las representaciones ya terminadas, y por ello la psicología del desarrollo puede considerarse como un método o una forma de estudiar la mente humana.

Es decir, no se estudia algo terminado, se estudia el proceso de formación. La intención de la psicología del desarrollo es distinta de la psicología infantil, que se ocupa más bien de describir las distintas etapas del desarrollo.

A finales del siglo XVIII aparecen las primeras observaciones sistemáticas sobre el desarrollo del niño, pero es en la segunda mitad del XIX cuando crecen de forma significativa estos estudios.

El desarrollo se consideraba un fenómeno tan espontáneo y familiar que no parecía necesario detenerse en él. Por ello los primeros estudios en niños eran observaciones sobre sujetos excepcionales (con alguna anomalía) como los niños aislados, ciegos o superdotados.
A continuación se hicieron observaciones biográficas sobre sujetos normales, que suelen ser diarios, realizados de una forma sistemática sobre el niño, generalmente pariente del autor del diario.

En ciertos casos estos estudios han continuado hasta nuestros días. Se pueden considerar “estudios de caso”. Posteriormente surge un tercer tipo de estudios constituido por trabajos de tipo estadístico, es decir, recopilaciones de datos sobre algún aspecto determinado de la conducta infantil en un número de sujetos más grande. Estos estudios son hoy los más frecuentes.

Las preocupaciones que motivan estos trabajos son de distinto tipo. Los trabajos más antiguos surgen de motivaciones prácticas de tipo pedagógico sobre la educación de los niños. Otros estudios son obras de médicos interesados en el funcionamiento del cuerpo humano y el cuidado de la salud. Finalmente están las preocupaciones filosóficas y científicas en general, que tratan de encontrar en el estudio de los niños incógnitas sobre el estudio del conocimiento o de las emociones.

Mientras que la psicología general utilizaba métodos introspectivos (reflexión sobre los propios procesos mentales), el estudio del niño tenía que basarse en la observación o en experimentos, ya que los niños no podían proporcionar datos sobre sus propios procesos psicológicos y esto produjo un tipo de estudio más objetivo.

La teoría de la evolución por medio de la selección natural impulsó la realización de estudios sobre el desarrollo infantil. Al publicar Darwin estudios sobre el desarrollo de su hijo, animó a otros autores a publicar trabajos semejantes.

El fisiólogo William Prever publicó un libro sistemático sobre el desarrollo del niño y fue considerado como uno de los orígenes de nuestra disciplina. Destacan también los trabajos de James Mark Balddwin que no sólo se preocupo por la investigación empírica sino que le dio una importante dimensión teórica considerándolo como el iniciador de la psicología del desarrollo, más allá del estudio del niño.

A principios del siglo XX se producen importantes cambios que afectan a la psicología del desarrollo. Freud contribuyo a recalcar la importancia del periodo de desarrollo infantil para el resto de la vida. Watson se rebela contra los métodos introspectivos y defiende que los psicólogos deben limitarse al estudio de la conducta observable, proponiendo la orientación que se ha denominado conductismo.

Pero esto excluyó del estudio de la psicología de buena parte de la disciplina, y en particular los procesos internos que no se traducen en conductas. En esta época, psicólogos alemanes (Wertheimer, Köhler y Koffka) fundan la psicología de la Gestalt que ponía de manifiesto la importancia que tienen las totalidades o las estructuras en el conocimiento, más allá de las simples asociaciones.

En los años 20 del pasado siglo inician sus trabajos cuatro psicólogos que han influido mucho en la psicología del desarrollo: Werner, Wallon, Vygotsy y Piaget. En los años 50 se produce una reacción frente a la psicología conductista y sus limitaciones, influida por la aparición de ordenadores (revolución cognitiva) con importancia en la psicología actual. La psicología cognitiva propone que el sujeto es un procesador de información y trata de construir modelos de cómo funciona el sistema cognitivo humano, pero también se propone simular la realización de múltiples actividades mentales.

Dentro de la psicología cognitiva podemos incluir los modelos conexionistas, también llamados teorías del procesamiento distribuido en paralelo (PDP), que surgen del enfoque computacional, pero sostienen que hay que sustituir la metáfora del ordenador por una metáfora biológica, la del cerebro con sus conexiones neuronales.

Según estas teorías, el procesamiento de la información se realiza mediante un gran número de unidades que interactúan entre sí simultáneamente, enviándose señales de excitación o inhibición. Estas unidades forman una red que puede caracterizarse a partir de dos parámetros o factores que determinan la fuerza de la señal que enviará una unidad a otra: el grado de activación general producido por la entrada sensorial y la fuerza de conexión entre cada una de las unidades.

Un último enfoque teórico es el “enfoque de los sistemas dinámicos” que comparte con el conexionismo la consideración del desarrollo como un proceso dinámico, gradual, con vacilaciones y vueltas atrás. Este enfoque es fruto de la confluencia de ideas y trabajos que provienen de diversos campos de estudio. Por una parte, los trabajos en campo de la física y las matemáticas sobre los sistemas complejos y, por otra , los avances en la comprensión de las interacciones entre sistemas en la biología y la psicología.

Principales Teorías sobre el Desarrollo

Teoría Psicoanalítica

Considera que los principales determinantes de la actividad humana son inconscientes y estudia la motivación que origina la actividad, que es atribuida a una energía interna del organismo que puede canalizarse de distintas maneras. El niño pasa por una serie de estadios según cómo se establece la satisfacción de sus necesidades.

Conductismo

Centra su interés en el estudio de la conducta manifiesta, en lo que el organismo hace. Se preocupa sobre todo en estudiar cómo a partir de las conductas con que nace, que son reflejos incondicionados, se van formando nuevas conductas por condicionamiento. En ello consiste el aprendizaje, que es el modo de formar nuevas conductas.

Los mecanismos de aprendizaje son comunes a todos los animales y a partir de conductas muy simples se forman conductas cada vez más complejas por asociación entre ellas. Por ello también son los mismos en los niños y en los adultos y lo que entendemos por desarrollo puede reducirse a un problema cuantitativo de formación de conductas cada vez más complejas, por ello no existen estadios en el desarrollo.

Gestalt

Defiende que para conocer el sujeto se sirve de estructuras, que tienen una base física y que se imponen por sus casualidades. Las estructuras son totalidades complejas y para los gestaltistas las unidades simples no son el punto de partida sino el producto de la descomposición de unidades complejas. Esas totalidades, o gestalten, son comunes en todos los niveles de funcionamiento cognitivo y por tanto no existe propiamente una génesis.

Piaget

Trata de explicar específicamente el proceso de desarrollo, referido principalmente a la formación de conocimientos. Piaget considera que desde el principio las conductas son complejas, y en esto se aproxima a la teoría de la Gestalt, pero también considera que las formas complejas se van construyendo y por tanto cambian a lo largo del desarrollo. El niño está pasando por una serie de estadios que se caracterizan por la utilización de distintas estructuras. Para Piaget la psicología tiene que explicar los mecanismos internos que permiten al sujeto organizar su acción.

Vygotsky

Presenta similitudes con la de Piaget, pero el autor ruso se interesa principalmente por los determinantes sociales del desarrollo, manteniendo que el desarrollo del individuo es indisociable de la sociedad en la que vive, que le transmite formas de conducta y de organización del conocimiento que el sujeto tiene que interiorizar.

Cognitiva

Surge como una reacción contra el conductismo, trata de estudiar los procesos internos que tienen lugar en el sujeto. Este es considerado como un procesador o elaborador de información que construye representaciones internas del mundo y de su propia conducta, en lo que coincide en la posición de Piaget. Sin embargo muchos de los procesos que describe son asociativos, con lo cual se aproxima al conductismo.

Darwinismo

A lo largo de la evolución de los seres vivos, se han ido seleccionando conductas adecuadas para la supervivencia. Los más adaptados al medio son los que sobreviven y por lo tanto transferir a sus descendientes las cualidades beneficiosas, lo cual constituye el proceso de selección natural que explicó Darwin en su libro El origen de las especies, sentando las bases en nuestra concepción de la naturaleza. Todos los rasgos que faciliten la supervivencia tenderán a mantenerse, el resto tenderá a desaparecer, pues su poseedor no tendrá ocasión de legarlo a su descendencia.

Influencia de la teoría de la selección natural

La teoría de la selección natural de Darwin tuvo repercusiones inmediatas sobre las ciencias humanas en general:
Impulsó la investigación de los fenómenos relativos al cambio en los asuntos del hombre. Todas las disciplinas relacionadas con la historia (prehistoria, antropología, sociología, lingüística, y también la psicología) se vieron estimuladas y fortalecidas con el Darwinismo.

La lucha por la supervivencia de los mejores adaptados dio lugar a explicaciones sobre el orden social, generalizando la lucha individual de los grupos sociales, construyendo el fundamento de una nueva corriente “darwinismo social”.

Dado que el darwinismo se apoyaba en la existencia de variaciones y diferencias entre individuos, y que sobrevivían los más aptos, esto dio lugar al estudio de la psicología diferencial y a métodos para medir esas diferencias como los test de inteligencia.

El que los seres vivos tengan que adaptarse al entorno, al mismo tiempo que lo modifican, permite entender el valor adaptativo de la conducta y comprender su utilidad para la supervivencia. Esta idea es uno de los fundamentos de la etología.

A partir de los trabajos de Darwin se pensó que muchos de los aspectos de desarrollo del niño constituían vestigios de conductas de la especie humana a lo largo de su historia, es decir, de su filogénesis. Haeckel (discípulo de Darwin) defendió la idea de que la ontogénesis (desarrollo del individuo) reproduce la filogénesis.

Algunos psicólogos llevaron esta idea a sus extremos. Hall suponía que el niño que juega a la guerra repite las luchas de nuestros antepasados. La idea de la recapitulación ha sido abandonada por falta de pruebas. Sin embargo, algunas de las conductas de los recién nacidos no tienen un sentido claro y pueden considerarse como vestigios de adaptaciones que fueron útiles a nuestros antepasados.

Los estadios del desarrollo

El desarrollo se puede dividir en una serie de etapas. Según Piaget esos estadios presentan diferencias cualitativas, es decir, son formas distintas de abordar los problemas.

En el estadio sensoriomotor (anterior a la aparición del lenguaje) los sujetos se limitan a actuar sobre la realidad sin disponer todavía de formas de representación diferenciadas.

En el periodo de las operaciones concretas, los sujetos ya han adquirido formas de representación simbólica, entre ellas el lenguaje. Son capaces de actuar eficazmente sobre la realidad, pero continúan siendo muy dependientes de la apariencia de los fenómenos, sobre todo en el primer subperiodo denominado preoperacional.

En el último periodo, de las operaciones formales, los sujetos adquieren la capacidad de razonar, no sólo sobre lo real sino también sobre lo posible, lo que les permite el acceso al pensamiento científico.

Algunos autores defienden que el proceso del desarrollo es un fenómeno acumulativo y continuo a lo largo del cual se forman nuevas conductas y adquieren nuevos conocimientos. Sin embargo, la mayor parte de autores introducen divisiones en las distintas fases de la vida.

Piaget divide el desarrollo en tres estadios:

Periodo sensorio-motor

Anterior a la aparición del lenguaje. Va desde el nacimiento a los 18 meses. Al nacer sólo tenemos un número limitado de respuestas reflejas, que se irán diferenciando progresivamente en un número creciente de esquemas, y que van a constituir la base de la capacidad del organismo psicológico. Los esquemas (ejp, chupar un objeto) se van generalizando y diferenciando, coordinándose entre sí hasta llegar a la constitución de objetos permanentes que son productos de la intersección de varios esquemas.

Se establecen los primeros vínculos sociales.

El progreso es enorme, El sujeto va construyendo conceptos prácticos de espacio, tiempo, causalidad, así como un mundo dotado de objetos permanentes y regido por unas leyes.

El final del estadio se caracteriza por la aparición del lenguaje que supone un cambio importante en el desarrollo posterior. Este va a constituir fundamentalmente en una reconstrucción de las adquisiciones de este primer periodo, pero ya a un nivel representativo y no práctico. La aparición del lenguaje no es un hecho aislado sino que aparece en conexión con una función más amplia, que puede denominarse la función semiótica, que supone la posibilidad de manejar símbolos en lugar de los objetos a los cuales esos signos representan.

Operaciones concretas

Este periodo puede dividirse en dos partes:

Estadio preparatorio (de 1 a 7 años). Piaget ha denominado a este periodo de la inteligencia intuitiva o subperiodo preoperatorio. El sujeto empieza a insertarse en la sociedad adulta y domina el lenguaje. Pero su pensamiento difiere todavía del adulto y puede caracterizarse como “egocéntrico”, es decir, como un pensamiento centrado sobre el propio sujeto, cosa que se manifiesta en que no diferencia claramente lo físico de lo psíquico, lo objetivo de lo subjetivo. El niño afirma sin pruebas y no es capaz de dar demostraciones de sus creencias. El universo es cambiante y la representación que existe de el no es todavía adecuada (la cantidad de materia se modifica al cambiar la forma; si se establecen correspondencias, y no se conserva el número ya que todavía depende de configuraciones espaciales).

El sujeto no es capaz de manejar operaciones con clases o con categorías de objetos: no logra comparar correctamente un grupo de elementos con otro conjunto en el cual está incluido. A partir de los 4 años empieza a comprenderse la mente la mente de otras personas y a constituirse una “teoría de la mente”. Al final del subperiodo el sujeto va estableciendo invariantes en las transformaciones a las que se somete el mundo físico: el número se conserva independientemente de la disposición, la sustancia independientemente de las modificaciones de forma, los objetos pueden ser clasificados de acuerdo con varios criterios sin que estos se interfieran y sin que sea necesario que la clase esté reunida en el espacio o tenga una configuración espacial.

Esto abre el subperiodo de completamiento de las operaciones concretas (desde los 7-8 años a los 11-12 años). El niño va a confiar menos en los datos de los sentidos, en las apariencias perceptivas, y va a tener más en cuenta las transformaciones que se realizan sobre lo real. Será capaz de llevar a cabo operaciones reversibles, es decir, de comprender que una operación puede darse en un sentido o en el otro (por ejemplo, añadir o quitar algo) y que en ambos casos se trata de la misma operación. Construye una lógica de clases y de relaciones independiente también de los datos perceptivos; pero esas operaciones están todavía restringidas a la manipulación de los objetos, es decir, que pueden realizarse sólo sobre objetos presentes o situaciones concretas que conoce de antemano.

Operaciones formales

El sujeto adquiere las operaciones básicas que hacen posible el pensamiento científico: va a ser capaz de razonar sobre lo real y lo posible. Podrá entender y producir enunciados que se refieren a cosas que no han sucedido, de examinar las consecuencias de algo hipotético, de entender cosas alejadas en el espacio y el tiempo. Ha perfeccionado mucho sus procedimientos de prueba y ya no acepta las opiniones sin someterlas a examen. Es capaz de razonar sobre problemas abiertos examinando sucesivamente diversas alternativas y sin haber eliminado las otras hasta que se realiza por completo el examen.

Al término de este estadio el sujeto ha adquirido los instrumentos intelectuales del individuo adulto en nuestra sociedad. Posteriormente va a incrementar sus conocimientos, a adquirir nuevas técnicas de pensamiento con mayor rapidez y familiaridad en la resolución de determinados problemas, pero las formas básicas de abordarlos permanecerán siendo las mismas.

Diferencias entre los estadios

  • Los estadios constituyen formas diferentes de abordar los problemas y cada uno de ellos incluye las adquisiciones de los anteriores situándolas en una nueva dimensión.
  • Una característica de los estadios es que su orden de aparición es constante y no puede invertirse, aunque las edades a las que se 1 alcanzan cada uno de los estadios dependen de los individuos, factores como las influencias ambientales.

Según Piaget, cada estadio está caracterizado por una estructura de conjunto, que puede expresarse de una manera lógico-matemática, y que traduce la organización subyacente de las acciones. Desde una perspectiva funcional (de cómo actúa el sujeto) cada uno de estos estadios se caracteriza igualmente por una manera de abordar los problemas y enfrentarse al mundo.
Periodo sensoriomotor: los intercambios del sujeto con el medio son puramente prácticos, motores. El niño sólo resuelve los problemas con acciones, sin que la representación desempeñe todavía un papel esencial en su conducta.

Periodo de las operaciones concretas: el sujeto va siendo capaz de realizar acciones más complejas, pero todavía no anticipa las consecuencias de acciones no realizadas anteriormente. Depende de las apariencias perceptivas; se deja engañar por éstas y su capacidad de demostración es todavía reducida.

Periodo de operaciones formales. El sujeto aborda los problemas de una forma hipotético-deductiva (científica). Para dar cuenta de un problema el sujeto puede formular una hipótesis explicativa y tratar de comprobar si las previsiones se cumplen o no. Depende menos de la acción puesto que es capaz de anticipar sus resultados. El lenguaje es esencial ya que el pensamiento hipotético deductivo no puede darse sin él (lo posible sólo puede representarse con el lenguaje).

El problema de las edades en que se llega a cada estadio es secundario, lo fundamental es que el orden de sucesión de las adquisiciones permanece constante. Este es un hecho importante y los resultados experimentales obtenidos hasta hoy, incluso en otras culturas, tienden a confirmarlo sin que se haya encontrado ninguna violación a este principio. Es decir, es posible acelerar el ritmo del desarrollo pero no es posible cambiar el camino que recorre en esos aspectos generales.

En cada uno de los estadios se conservan las adquisiciones anteriores.

RESUMEN

  • El desarrollo de los humanos es importante porque tienen una infancia larga. Nacen inmaduros y con menos capacidades de sobrevivir por sí mismos que otros animales. Esa inmadurez les hace disponer de una mente más flexible que les permite una mejor adaptación al ambiente.
  • Al igual que otros animales, los humanos tienen que satisfacer sus necesidades.
  • Dos características explican muchas de las peculiaridades de los humanos: vivir en grandes grupos con reconocimiento individualizado de los congéneres y disponer de representaciones muy precisas del medio, que les permiten explicar lo que sucede y actuar dentro de el. Gracias a estas representaciones, que son compartidas, es posible la cooperación y competición que caracteriza a las sociedades humanas.
  • Los humanos viven en un medio social sin el cual no podrían sobrevivir. Ese mundo social está constituido por instituciones en las que los individuos desempeñan papeles, y gracias a ellas se satisfacen las necesidades básicas de los individuos, que consisten ademas de mantener la vida, en establecer relaciones sociales y formar un conocimiento del entorno.
  • La adquisición de nuevos conocimientos constituye un proceso de construcción a partir de las disposiciones con las que nacemos y la interacción con el entorno, los objetos y las personas.
  • La cultura constituye la acumulación de conocimientos, prácticas sociales y formas de vida que han ido acumulando las sociedades a lo largo de la historia y cada individuo recibe parte de esa herencia cultural a través des sus interacciones con otros miembros del grupo, mediante su propia actividad y también a través de los procesos de enseñanza.
  • El estudio del desarrollo humano nos permite entender no sólo las conductas de los otros en desarrollo, sino también la constitución de la mente adulta. Diversas teorías tratan de dar cuenta de diferentes aspectos del desarrollo, y generalmente se centran sobre partes de éste.
  • Para el estudio del desarrollo se suele dividir en etapas las cuales constituyen formas distintas de enfrentarse con la realidad. Cada estadio tiene unas características distintas y un modo de concebir la realidad.
Redacción
Portal web especializado en Psicología y Desarrollo Personal formado por más de 200 profesionales.