Te preguntas ¿Cuántas partes tiene un ensayo? Debes saber que vas por buen camino. Si pretendes escribir un ensayo perfecto, lo primero que debes hacer es conocer la estructura para que desarrolles el tema con un hilo conductor coherente de principio a fin.
Los ensayos son unos de los textos académicos más requeridos en diferentes niveles educativos, la razón es sencilla, un ensayo es un texto argumentativo que gracias a sus características, permite exponer un tema a profundidad y la ventaja mayor sobre otro tipo de textos es que nos da la posibilidad de plantear nuestras propias ideas sobre un tema en particular.
¿Cuántas partes tiene un ensayo?
Las partes de un ensayo son cuatro: Introducción, desarrollo, conclusiones y referencias bibliográficas. Esta es la estructura convencional de un ensayo, y tenerla en cuenta es importante para poder crear un texto de calidad.
El título de tu ensayo debe ser concreto, potente y reflejar el tema principal del texto, después de esto nos concentramos en cada una de las partes y sus características, para que sepas de qué modo puedes hacer un ensayo perfecto.
Ahora que ya sabes cuántas partes tiene un ensayo, es momento de ir un poco más allá.
Las 4 partes de un ensayo con sus características
A continuación profundizaremos en las partes de un ensayo con sus características más relevantes. Si sigues nuestros consejos, lo más seguro es que obtengas un texto tan bien escrito que obtenga todas las felicitaciones.
Antes de comenzar, recuerda que cuidar tu ortografía es una herramienta que refuerza tus argumentos y te da una excelente imagen.
Ahora sí, al grano, veamos cuántas partes tiene un ensayo y cómo elaborarlas.
Introducción
La introducción de un ensayo es su carta de presentación. Como este es el gancho con que se pretende despertar el interés de los lectores, debe ser potente, contundente y bien estructurada.
La extensión de la introducción debe ser de máximo dos párrafos, aunque la idea principal es crear un único párrafo en el que se condense perfectamente la información.
Una buena introducción debe dar un breve contexto sobre el tema y responder a las siguientes preguntas ¿Qué?, ¿Por qué? y ¿Para qué?.
La idea es presentar el tema a argumentar de tal modo que los participantes tengan claro qué pueden encontrar en tu ensayo.
Consejo adicional: Una excelente idea es que antes de empezar a escribir tu ensayo, hagas una lluvia de ideas con los conceptos o temas más importantes, de modo que posteriormente tendrás un orden lógico que te permitirá escribir un buen texto sin redundancias o incoherencia entre los temas.
Desarrollo
Como su nombre lo indica, la parte de desarrollo de un ensayo, es aquella en la que se dan todos los argumentos para sustentar la hipótesis que planteas en la introducción.
El desarrollo de un ensayo debe ser escrito en prosa, debe tener un orden lógico y aquí se expondrán todos los argumentos que tienes en cuanto al tema.
La idea es que tengas una estructura en la que hables de los antecedentes, el contexto, el tema principal y los subtemas que se ligan o se desprenden de este.
Un truco para facilitar la lectura y escritura, es crear subtítulos que puedan servir como mapa mental que guía la lectura.
También, es importante tener en cuenta que uno de los puntos más importantes para que un ensayo tenga rigor científico es que esté avalado por una buena base bibliografía.
¿Esto qué significa? lo anterior se traduce es que si quieres tener un ensayo que esté a la altura debes incluir citas de autores y teorías importantes que respalden tus argumentos.
Recuerda que en el desarrollo debes ser detallista, puedes profundizar en los contextos y como uno de los objetivos del ensayo es la argumentación de una idea, debes convencer al lector de lo que dices.
Conclusiones
Las conclusiones son la parte de tu ensayo en donde se exponen los hallazgos más relevantes en cuanto al tema trabajado.
Las conclusiones deben ser proporcionales al tamaño de tu investigación, no obstante, teniendo en cuenta que aquí se resume en parte todo lo abordado en la investigación, la idea es no cansar al lector con mucha información repetida, y es por eso que generalmente se recomiendan de 3 a 5 conclusiones.
En muchos textos académicos se acostumbra a poner las conclusiones separadas del texto principal y estructuradas con puntos, guiones o viñetas. En el caso del ensayo, la recomendación es abandonar esta idea.
Si tenemos en cuenta que el ensayo es un texto escrito en prosa, de carácter argumentativo, es fácil suponer que el lector se conecta con el ritmo del texto, y por eso, la recomendación es no separar las conclusiones sino escribirlas en prosa como apartado final del texto.
En cuanto a las conclusiones y su forma estructural, se recomienda que sean breves, y de ser posible dar nuevas luces sobre el tema planteado, esto sin perder de vista que el objetivo principal de una conclusión es resaltar la información más relevante abordada en el texto.
Referencias bibliográficas
Las referencias bibliográficas son el soporte teórico de cualquier investigación. Esto significa que todo buen ensayo debe tener al menos de 3 a 5 referencias bibliográficas distintas que contribuyan a argumentar nuestras ideas desde conceptos o teorías prestigiosas o con peso en el área de estudio.
Las referencias bibliográficas son un apartado separado del texto principal, deben organizarse en orden alfabético y siguiendo las indicaciones del formato de citación elegido.
Las referencias bibliográficas casi siempre se construyen, incluyendo la siguiente información:
- Apellido y nombre del autor
- Año de publicación
- Título
- Editorial
- Ciudad de publicación.
También es importante resaltar, que cuando se citan referencias bibliográficas dentro de un ensayo y de cualquier texto, debe referenciarse que es una cita textual o un parafraseo de las ideas de un autor, esto con el fin de respetar los derechos de autor.
Esperamos que con este artículo hayas aprendido no solo cuántas partes tiene un ensayo, sino que además, tengas las bases necesarias para crear un ensayo que cumpla con todas las características y que cautive por su orden, claridad y coherencia.