Las 5 leyendas de Zacatecas más conocidas

Las leyendas de Zacatecas, estado ubicado en el corazón de México, son un fascinante tesoro cultural que nos transporta a épocas pasadas y nos sumerge en historias llenas de misterio, tradición y folclore. Estas narraciones populares, transmitidas de generación en generación, han perdurado en la memoria colectiva y han sido parte esencial del acervo cultural zacatecano.

En este artículo, exploraremos algunas de las leyendas más conocidas de Zacatecas, sumergiéndonos en sus relatos cautivadores y descubriendo los elementos sobrenaturales y simbólicos que las caracterizan. Desde historias de fantasmas y aparecidos, hasta relatos de tesoros ocultos y pactos con seres malignos, estas leyendas han capturado la imaginación de quienes las escuchan y han dejado una huella profunda en la identidad cultural del estado.

Leyendas de Zacatecas cortas que debes conocer

Las leyendas de Zacatecas, al igual que las Leyendas de Durango, las Leyendas de Ecuador, o las Leyenda de cualquier lugar del mundo, se consideran parte de los valores culturales inmateriales de los pueblos, y en esto radica su importancia.

Teniendo en cuenta el impacto de las leyendas de Zacatecas para la cultura, a continuación te contaremos algunas de las más importantes:

La calle de las Tres Cruces

Una de las leyendas de Zacatecas más conocidas es la de la Calle de las Tres Cruces, una historia que ha intrigado a lugareños y visitantes por generaciones. En el corazón de esta leyenda, encontramos a Don Diego de Gallinar, un noble caballero que vivía en una majestuosa casa en esa emblemática calle.

Don Diego era un hombre adinerado y respetado en la comunidad. Su sobrina, Beatriz Moncada, era su única familia y su mayor tesoro. Ambos compartían un lazo especial, lleno de cariño y complicidad. Sin embargo, Beatriz había capturado la atención de muchos pretendientes debido a su belleza y encanto, entre ellos la de Gabriel, un indígena que empezó a llevarle serenatas.

Un día Don Diego descubre el cortejo y echa a Gabriel de su casa. Este decide irse, pero Don Diego lo reta y en el forcejeo resulta herido con su misma espada. Al ver esto, uno de los sirvientes apuñala a Gabriel por la espalda. Beatriz al ver esta terrorífica escena cae desmayada desde el balcón y muere al instante.

Desde entonces, la Calle de las Tres Cruces se ha vuelto un lugar de misterio y leyenda en Zacatecas. Se dice que las almas de Don Diego, Beatriz y Gabriel aún vagan por las calles en busca de paz y redención.

2. El cerro de Bufa

Dentro de las Leyendas de Zacatecas está es una de las más populares y está vinculada al Cerro de la Bufa. Se cuenta que en lo profundo de este cerro se oculta un tesoro de inigualable riqueza: paredes de oro, suelos de plata y un resplandor proveniente de preciosas gemas que deslumbran como la luz del sol.

Durante las festividades del pueblo, se dice que cada año, en las noches, una mujer de asombrosa belleza aparece en la cima del Cerro de la Bufa. Con una apariencia angelical y una armonía perfecta en todos sus rasgos, espera pacientemente a que un hombre pase por el sendero cercano.

Haciéndose pasar por una princesa encantada, hipnotiza con su magnética presencia y solicita a cualquier infortunado curioso que la lleve en brazos hasta el altar mayor de la Basílica de Zacatecas. Sin embargo, la mujer impone una condición: está estrictamente prohibido mirar hacia atrás una vez que se inicie el recorrido con ella en brazos.

Lo que el hombre que decide llevarla desconoce es que detrás de él lo espera un horror lleno de suspenso. Desesperantes ruidos, como los gritos de almas en pena, hacen sudar a cualquiera que se aventura en el camino hacia el altar con la misteriosa mujer en brazos. Normalmente, el hombre incapaz de resistir la tentación, lleno de miedo y angustia, finalmente se voltea y mira hacia atrás, provocando que la mujer se transforme en una serpiente, y lo ataque hasta acabar con su vida.

3. La piedra negra

Misael y Gerardo, dos jóvenes mineros en busca de fortuna en Vetagrande, Zacatecas, descubrieron una misteriosa cueva que albergaba una roca dorada resplandeciente. Decidieron vigilarla toda la noche para llevársela juntos al día siguiente. Sin embargo, la avaricia se apoderó de ellos y comenzaron a desconfiar el uno del otro.

Al amanecer, ambos mineros fueron encontrados muertos. La roca, que una vez fue dorada, se volvió negra con el tiempo, adquiriendo una malignidad que parecía consumir el alma de aquellos que la contemplaban. La noticia de la tragedia se extendió rápidamente y llegó a oídos del obispo de Zacatecas, quien decidió intervenir.

El obispo tomó la roca y la resguardó en la Catedral, colocándola debajo del campanario, en la parte trasera del templo. Con el paso del tiempo, la roca se oscureció aún más, hasta volverse completamente negra.

4. La última confesión

Martín Esqueda, un sacerdote de pueblo en Zacatecas, llevaba una vida tranquila como párroco del templo de Santo Domingo. Los habitantes acudían a él en busca de confesiones, incluso a altas horas de la noche. Sin embargo, todo cambiaría en el año 1850.

Una noche, una anciana llegó a su puerta pidiendo una confesión para un familiar gravemente enfermo. Martín accedió y junto a la anciana se dirigió a una antigua casa cerca de la Plaza de Toros, donde un hombre enfermo descansaba.

Una vez dentro, Martín realizó la confesión sin contratiempos. Al día siguiente, se dio cuenta de que había olvidado su estola en la casa. Envío a dos emisarios para recuperarla, pero regresaron sin éxito, ya que nadie les abrió la puerta.

Decidido a recuperar su estola, Martín fue personalmente, pero no obtuvo respuesta. Finalmente, el propietario de las casas deshabitadas abrió la puerta y quedó sorprendido al ver al sacerdote. En el interior, encontraron la estola colgada en una estaca de madera, en medio de un escenario abandonado y deteriorado.

Este extraño suceso impactó profundamente a Martín, quien se vio afectado en su fe y en su vida. Poco tiempo después, enfermó y, tras varios años, falleció. La leyenda cuenta que nunca volvió a ser el mismo desde aquella última confesión.

5. El espejo francés

Matilde Cabrera era una talentosa pianista cuyas melodías embellecían el día de quienes pasaban por su casa. Enamorada de un caballero al que conoció en la iglesia, vivían un romance secreto, comunicándose a través de señas y gestos de amor.

Matilde colocó un espejo sobre su piano para poder ver a su amado reflejado en él mientras tocaba. Sin embargo, un día él partió repentinamente para unirse al ejército, dejando a Matilde esperando eternamente su regreso.

A pesar de la ausencia del amado, Matilde continuó tocando el piano con sonatas melancólicas, vestida y arreglada como si aún esperara su regreso. Con el tiempo, los vecinos la llamaron «la loca del espejo» debido a su persistencia en esperar a alguien que nunca volvería.

La leyenda de Matilde Cabrera es un testimonio conmovedor del amor perdido y la esperanza inquebrantable que perdura en el corazón humano. Su historia y su música quedaron grabadas en la memoria colectiva de aquel lugar.

Estas son las Leyendas de Zacatecas que han pasado de generación en generación, y que han impactado a lugareños y turistas.

Referencias bibliográficas

Reyes, A. V. B. (2022). Fantasmas vagabundos. Personajes espectrales en la leyenda del cerro de la Bufa. Redoma1(4).

Rodríguez Martínez, J. F. Leyendas de Zacatecas: cuentos y relatos. (No Title).

Karla Arango
Editora, correctora de estilo, investigadora literaria y poeta.