Cómo modificar tu diálogo interior

Soy un desastre. Es que no doy ni una. Hija, por Dios, aprende, es que a ver si espabilas de una vez. ¿Pero cuándo vas a hacerte adulto?.

Estos mensajes te resuenan? ¿Es tu voz interior? ¿O por lo menos una de ellas?

Porque yo oigo otra que se justifica y dice “tiene razón, y explica por qué haces las cosas mal”. La oigo muy débil, pero la oigo. Uy uy, es la voz de un chiquillo, pero sin embargo tú eres un adulto, no?

Pero si no hay nadie más, ni un jefe cabrón, ni una pareja ofensiva. Ah, ya lo veo. Estás tú solo. Es ese niño interior que aparece en ti cuando se encuentra mal y reactiva ese diálogo interno de autotortura.

Qué masoquismos ¡ese diálogo interior, entre el grande que riñe y descalifica, y el pequeño, que se justifica!

Estás triste, ¿Cómo no vas a estar triste? Lo que estás es machacándote. Y tú sola. Aunque no has creado esos mensajes de la nada. Estás utilizando grabaciones de lo que te decían, ¿Tu padre? O fue tu madre?.

Sí, esos mensajes de lo que se debe hacer o no, lo que se debe ser. Eso lo sacaste de ahí. Son mensajes que obtuviste de tus padres, lo que te decían los has introyectado en tu interior y ahora no necesitas a nadie que te espolee.

Padres críticos/ padres nutritivos

También sacaste de ellos la forma de cuidarte. Nena, ponte la chaqueta. Cuidado al cruzar la calle. Ay lo que vale mi niña. ¿Quién es la más guapa de la casa? ¡Carlitos, todo lo que se propone, lo consigue- dice su orgulloso padre.

Los padres son críticos y nutritivos. Cumplen las dos funciones: te preparan para la vida con sus indicaciones (la parte crítica) y te dan alimento y amor para que crezcas feliz y confiado (la parte nutricia).

Si son demasiado críticos, te machacan a exigencias . Si son poco críticos se convierten en abuelones y no te sirven sus enseñanzas.

Si son demasiado nutridores no te dejan crecer y si no lo son creces tambaleante, con poca autoestima y con frío en la espalda.

Son sus dos roles, prepararte para la vida y darte calor para que crezcas bien. En su justa medida.

En esos momentos, tú eres chiquito y necesitas guía y protección y tienes que obedecerles porque así es la forma de aprender sin demasiado riesgo. Más tarde aparece tu poder razonador que va a ser el que te permita crecer libremente.

Va a ser el que cuestione esos mensajes y elija los que le parezcan más adecuados y deseche los otros, sin más.

Si lo hacen bien, vas prendiendo como las plantas en equilibrio y creciendo en libertad. Para ti el mundo será una oportunidad en la que vivir con cierta precaución.

El niño sumiso

Quizás no lo hayan hecho bien. Puede que te hayan asustado abrumándote con exigencias o transmitiéndote sus propios miedos, o estando ausentes o siendo ellos mismos más niños que padres. Y así creciste tú inseguro.

Porque te lo tragaste sin más y no desarrollaste tu parte racional. No es que tú seas un desastre, es que tu padre es el eterno insatisfecho que recrimina cualquier cosa. ¿y tu madre? No te enseñó a que te cuidaras porque bastante tenía ella con cuidar a tu marido que era un egoísta de tomo y lomo.

¿Estoy siendo muy dura?

Quizás sí, es para que escupas todo lo que diste por bueno y te tragaste. También te digo que ellos seguramente no lo pudieron hacer mejor.

El tema es que tú cogiste su testigo y lo haces de la misma forma contigo mismo Ahora eres tú el que se recrimina por cualquier nimiedad y eso de decirse “Nene, tú vales mucho”, pues que no va contigo.

¡Si el jefe cabrón o la tía esa insidiosa que se mete contigo encontraron un cómplice en ti¡. Ellos empiezan, pero la zambomba te la das tú toda la tarde. ¡que si lo tienes merecido, por imbécil, que a quién se le ocurre, que no paras de meter la pata una y otra vez….

¿Fue tu caso? ¿ quizás fueron padres ausentes o poco cálidos? Y tu no aprendiste a sustituirlos.

¿Te suena esto?

¿Entiendes ahora por qué tienes tan baja la autoestima?

Te suena al niño que fuiste y a ese niño que permanece en ti, que se deprime y agacha la cerviz cuando su padre le recrimina como si fuera un asesino, cuando solamente es que está despistado y no sabe qué camino tomar en la vida. O a tu niño que busca causas perdidas para rebelarse agotándose en la lucha queriendo en el fondo huir de su exigente madre.

O a esa niña de madre ausente que tuvo que aprenderlo todo sola en la vida. Ah, también hay los hijos de padres (generalmente madre) castradores, que no los dejan ser autónomos y el miedo que se pasa después…..

Razona. Tu parte analítica

La buena noticia es que las cosas no eran como ellos las veían, ni como te hicieron creer a ti. Nadie es un desastre por suspender, tener la casa desordenada, o tener una relación infeliz. A ver, venga define desastre. Vamos, que no estamos hablando de una guerra mundial, por Dios.

Saca tu parte racional y si no la tienes busca en wikipedia a ver qué se considera desastre y si ponen una foto tuya no digo nada, pero si no…

Y es que te la pegaron. Tendrían sus dificultades, habrían aprendido también mal. No lo sé. Pero te la pegaron. Pero ya eres mayorcito para razonar que seas lo que seas ni eres el culpable de todos los males, ni por qué no decirlo chico, estás fundamentalmente en la media de cómo somos todos: terriblemente humanos y con debilidades.

Así que venga, por favor…. Según las estadísticas de población, ¿tú eres el colmo de los males o estás dentro de la media? ¿Dónde pone que no tengas remedio? Vale que no seas un crack, pero baja el pistón , que eres como todos y la vida sigue.

¿Ahora te la pegas tú mismo? Sí, eso. Es la matraca que llevas dentro de mensajes negativos la que te está fastidiando. No le puedes echar la culpa a nadie más que a ti.

El niño libre

¿Quién es el niño libre?

Es nuestra parte emocional, el que disfruta, el que sabe sacar las emociones en el momento adecuado, el que se deshace de deberes y juicios ajenos y busca su propio camino en el mundo.

¿Tiene miedo? A veces, claro que sí, pero encara la vida de frente. Confía en sus fuerzas.

¿Cómo se ha hecho? Poniéndose a prueba, analizándose objetivamente y sacando sus propias conclusiones, por ensayo y error. Jugando. Es la creatividad, es el niño que fluye ajeno a componendas ajenas.

Todos tenemos uno, a veces escondido, a veces ignorado. Se reconoce en las risas espontáneas, en esas miradas que no traicionan…

Es el que pasa de las amarguras ajenas. El que dice: «Déjame intentarlo a mí» y el que perdona los errrores de sus mayores.

Porque nadie hace deliberadamente las cosas mal si puede hacerlas de otra forma. Y si perdonas la debilidad de los otros, también te la estás perdonando a ti mismo.

¿Cómo potenciar al niño libre?  Veamos varías vías​.

Subir la cantidad de mensajes nutricios​. Tipo: “Jo, cómo lo estás haciendo, te estás superando, lo estás intentando, venga que puedes»

Bajar el exceso de críticos:​ «No, si tú, con la trayectoria que tienes , lo dejarás para última hora y te saldrá un churro…»

Activando la razón​: «Tanto trabajo, dividido en tales días, sale a tanto, por lo tanto una persona de mi experiencia puede desarrollarlo sin dificultades»

Potenciando el niño libre​: «Claro que lo haré porque puedo y quiero hacerlo. Y dejadme en paz de miedos ajenos.»

Evidentemente, crecer es un aprendizaje. Pero ¿ahora entendéis por qué nos sentimos unos más vulnerables que otros? ¿Porqué tenemos unos menos autoestima que otros? ​la formula para sentirse querid​o.

Porque tenemos compactado nuestro yo débilmente y tiene grietas y por esas grietas se cuelan nuestras inseguridades. ¿ Podremos hacer tal cosa? ¿ Sabremos hacerlo? ¿ Nos lo merecemos?

Conclusión

Para acabar quería decirte dos cosas. La primera que perdones a tus padres si no te criaron de la mejor manera. Perdonarlos a ellos, es perdonarte a ti mismo lo que tu tampoco haces bien .

La segunda, ¿te atreves a analizarte según este esquema? ¿qué círculo es más grande en ti y cuál mas pequeño?

Esta es la estructura de la personalidad según una teoría de psicología muy famosa, el A.T. ¿Hay algo que puedas hacer tú, ahora para quererte más?

Pilar del Amo Morán
Psicóloga clínica y sexóloga.