Ghosting: Cuando se desaparece sin dar explicaciones

¿Alguna vez has estado esperando un mensaje que nunca llega? ¿Has estado quedando con alguien y, de repente, ya no sabes nada de esa persona?

Si has respondido que sí, puede que hayas sufrido un fenómeno llamado Ghosting.

Para entender mucho mejor qué significa este término, vamos a exponer un ejemplo y, posteriormente explicaremos qué es exactamente el Ghosting, por qué sucede y qué hay tras este fenómeno.

Marta es una chica de 32 años y lleva un par de meses hablando con Pablo de 34 años. Después de llamadas, mensajes y tener muchísima complicidad, decidieron quedar. Se han visto en persona un par de veces y la química ha sido espectacular.

Como todas las mañanas, Marta le envía el mensaje de buenos días. Pablo, esta vez, no le responde instantáneamente como de costumbre. Pasan las horas y Marta sigue sin saber nada de él. Al día siguiente, ella decide llamarle para saber si ha podido suceder algo. No hay respuesta.

Pablo no responde al teléfono ni a los mensajes. Pasan los días y, una tarde Marta se da cuenta que, Pablo, la ha bloqueado y nunca más supo de él. Desapareció de la nada. Sin dar ninguna explicación.

¿Te has sentido identificada con Marta? ¿O quizás con Pablo?

Cuando hablamos de Ghosting, precisamente estamos ante esta situación. Es decir, cuando una persona desaparece de la relación sin dar ningún tipo de explicación. En la era del amor líquido, que diría Bauman, este fenómeno se está dando cada vez de manera más frecuente.

¿Qué problemas nos podemos encontrar al sufrir Ghosting?

Entre muchos, uno de los principales es que, la persona a la que han “abandonado” puede llegar a sentir un duelo no resuelto.

Es decir, en vez de dar por terminada la relación, como debería haber sucedido entre Pablo y Marta, la relación queda en un estado de stand by, en una incógnita y en esa conversación pendiente perpetua.

La persona que lo sufre, busca una explicación, busca una respuesta y podemos vernos sumergidos en un estancamiento a nivel emocional a causa de este fenómeno.

Al no haber comunicación sobre la ruptura de este vínculo, la persona queda totalmente desamparada a nivel emocional aunque, por parte de la persona que desaparece, quiera dar a entender a la otra que la relación ha terminado a pesar de no dar ningún tipo de explicación.

El Ghosting puede crear una sensación de incertidumbre que genera muchísimo malestar y una sensación de no poder terminar o cerrar el capítulo y es que, a pesar de vivir en la era de la inmediatez y del amor líquido, el ghosting genera un duelo lento y doloroso.

Sabemos que, las rupturas siempre son dolorosas y existe cierto grado de sufrimiento en ellas, pero cuando no conocemos los motivos ni tenemos una oportunidad de reaccionar ante esa conversación final que nunca se da, nos complica mucho más toda la gestión que implica y el duelo que se puede llegar a sufrir.

Otro de los problemas principales, es el sentido de culpa. Al no tener ningún tipo de explicación, la persona abandonada llega a culpabilizarse, a pensar qué ha hecho mal, qué ha podido decir o hacer para que haya sido rechazada por el otro entrando en un bucle de porqués que no cesan.

En este sentido es importante entender que, en estos casos, aunque la responsabilidad en las parejas sea bilateral, en este caso, estamos hablando de una falta de madurez por parte de la persona que ha desaparecido y no ha querido o no puede enfrentarse a la ruptura.

Por tanto, debes empezar a salir de ese bucle de cuestionamiento y automachaque.

Por ello, es importante pensar que, si alguien nos hace ghosting es que su actitud habla más de esa persona en cuestión que de nosotros. Y que te permitas sentir el dolor, la decepción, la vergüenza o lo que sea que estemos sintiendo en ese momento.

¿Por qué aparece el Ghosting?

Según Feldman, E. (2012), las personas desaparecen porque no tienen la claridad o la fortaleza para terminar la relación y evitan enfrentarse al momento de la ruptura. De esta manera, generan una gran herida a la otra persona para protegerse a sí mismos.

Las personas que practican Ghosting suelen ser personas inmaduras a nivel emocional y egoístas. En este sentido, son personas que no confían en sí mismos y no tienen herramientas necesarias para afrontar situaciones desde una madurez.

Al no saber cómo manejar una ruptura, optan por, simplemente, desaparecer y así no enfrentarse de cara con el duelo que, de una manera u otra, deberán pasar de todas formas. Estas personas creen erróneamente que, desapareciendo ellos, desaparecen las consecuencias y las emociones que implican una ruptura sentimental.

¿Cómo superar Ghosting?

Tal y como hemos comentado anteriormente, es importante primeramente permitirse el dolor, la decepción, la vergüenza o lo que sea que estemos sintiendo en ese momento.

Debes experimentar la decepción y poder gestionarla de la mejor manera que puedas en el momento en el que estés.

En segundo lugar, es importante que puedas cerrar ese duelo. A las personas que acompaño siempre les recomiendo un ejercicio muy práctico para terminar etapas y cerrar capítulos.

En este caso, debes escribir una carta a esa persona que ha desaparecido expresando todo lo que sientes sin ningún tipo de filtro. Esta carta no es para que la lea esa persona. Es para ti. Para poder desahogar y desenquistar todo ese malestar emocional que sientes y plasmarlo a través de las palabras.

Existen diversos estudios científicos que han demostrado que si ponemos palabras a nuestros pensamientos cambian nuestros patrones cerebrales y nos ayudan a procesar experiencias dolorosas.

Por último, una vez hayas procesado todas las emociones que han surgido en ti y hayas realizado la carta, es importante que te tomes un tiempo para ti en el que reflexiones qué has podido aprender de manera constructiva de esta experiencia y que, sobre todo, entiendas que no ha sido tu responsabilidad y que puedas gestionar, en futuras ocasiones, situaciones similares.

El Ghosting cada vez es un fenómeno más común a causa de la aparición de las nuevas tecnologías y el cambio que estamos viviendo en las nuevas formas de vincularnos.

Es importante reflexionar y analizar cómo y dónde nos relacionamos y saber a quién entregamos nuestro afecto y amor.

Irene Gutiérrez Coranti
Psicóloga y Psicoterapeuta humanista e integrativa.