Cómo ayudar a un ser querido a dejar de fumar

Dejar de fumar no es fácil, y mucho menos si lo hace otra persona.

La mayoría de la gente sufre cuando ve a que un ser querido, un familiar, la pareja o un amigo es víctima de la adicción al tabaco. Literalmente, ves a la persona envenenarse todos los días. Es lo más parecido que existe a un suicidio legal en pequeñas dosis.

Y lo peor suele ser la impotencia que sentimos cuando vemos fumar a una persona a la que queremos, y no sabemos cómo ayudarle.

En este artículo te explico qué enfoque utilizar para ayudar a las personas que quieres a librarse del humo para siempre. Cómo ayudar a tus padres, a tus hijos o a tu pareja a dejar de fumar.

Cómo ayudar a alguien que no quiere dejar de fumar

Es muy difícil tratar con una persona que no desea dejar el tabaco todavía. Mucha gente se frustra al abordar el tema, porque sienten que es como intentar tumbar una pared con los puños.

Respeta su ritmo y su proceso

Si abordas el tema con un tono o un enfoque muy autoritarios o demasiado directos, puedes conseguir el efecto contrario al que buscas: el rechazo de la otra persona, o que se ponga totalmente a la defensiva.

Muchos familiares de fumadores se han rendido en sus intentos de ayuda porque el tema de dejar de fumar es una fuente constante de discusiones y enfrentamientos. A veces culpamos al fumador por “cerrarse en banda”, sin embargo es muy posible que hayamos contribuido a que la persona se cierre al tema.

La letra con sangre NO entra

No juzgues, empatiza con la dificultad de la otra persona

Es esencial que veamos al fumador como lo que es, una persona que sufre. En la mayoría de los casos, son totalmente conscientes de los riesgos que conlleva fumar. Saben que están destrozando su salud. Pero siguen fumando porque no saben cómo dejar de hacerlo.

Es absolutamente necesario utilizar nuestra empatía y comprender las dificultades de la persona para dejar de fumar. Si hacemos ese ejercicio de empatía, nos encontraremos con:

  • Miedo a la ansiedad por estar sin fumar
  • Vergüenza por tener una adicción
  • Frustración con uno mismo por no ser capaz de dejar el tabaco
  • Sensación de impotencia

A la hora de hablar con un fumador sobre la posibilidad de intentar dejar el tabaco, es importante que hagamos saber a la persona que entendemos cómo se siente, que no la culpabilizamos, y que nos gustaría ayudar a superar esas dificultades.

Y por favor, ni se te ocurra decirle nada del tipo “solo necesitas echarle fuerza de voluntad”, porque eso ya lo ha intentado, y solo le estarías mandando el mensaje “no has conseguido dejar de fumar porque no tienes fuerza de voluntad, porque eres débil, porque no te esfuerzas”.

No lo olvides, nadie fuma por capricho, es una adicción.

Céntrate en hablar de los beneficios

Los paquetes de tabaco están llenos de mensajes y fotos grotescas de pulmones negros y sanguinolentos, de tumores, cosas que deberían causar miedo y aversión en los fumadores y hacerles replantearse su decisión de seguir fumando.

Sin embargo, más de un 22% de la población española fuma habitualmente, a pesar de estas campañas.

Eso nos demuestra que la estrategia del miedo no funciona con todo el mundo. Muchos fumadores simplemente se han acostumbrado a mirar las imágenes de las cajas de tabaco sin sentir nada, o han aprendido a evitar mirarlas.

Céntrate en hablar de las mejores y beneficios de dejar de fumar. Ayuda a la otra persona a ver las consecuencias negativas del tabaco en el presente.

Las cosas que la persona pierde hoy por fumar. Y todo lo que podría ganar en el día a día después de dejar el tabaco:

  • Mayor auto-confianza
  • Mejor estado físico
  • Poder disfrutar de actividades físicas
  • Respirar con mucha mayor capacidad, y disfrutarlo
  • Un mejor estado de ánimo en el día a día
  • Sensación de logro

Si ayudas a crear estas imágenes en la mente de la otra persona, conseguirás que se acerque mucho más al deseo de liberarse del tabaco, y de hacer lo que sea necesario para conseguirlo. Cómo ayudar a una persona que está intentando dejar de fumar

Da ejemplo

Si tú también fumas, obviamente no deberías fumar delante de la otra persona.

Puedes inspirar a la otra persona hacia el cambio si le muestras cómo tú también estás haciendo esfuerzos por conseguir algún objetivo o librarte de un mal hábito.

Le ayudarás a creer que un cambio es posible si se siguen los pasos adecuados, y a pensar “yo también podría conseguirlo”.

Ten comprensión con el síndrome de abstinencia o las recaídas

Si dejar de fumar fuese fácil, ya lo habría dejado hace años. Mientras tu ser querido intenta dejar el tabaco, se tendrá que enfrentar al síndrome de abstinencia del tabaco y a la irritabilidad o ansiedad que muchas veces la acompaña.

No te lo tomes a lo personal, comprende que esa persona puede estar pasando por un momento difícil. Así que ten paciencia, también se está esforzando.

Celebra los éxitos y da refuerzo positivo

Algunos fumadores tienen mucha tendencia al pesimismo y a dar más importancia a los fracasos que a los éxitos en su cabeza. Si la persona pasa unos días sin fumar, o fuma menos de lo habitual, anímale, házle saber que te has dado.

Si recibe una respuesta positiva por tu parte, es más probable que lo siga intentando y que tenga menos recaídas.

Ayúdales a buscar ayuda profesional para dejar el tabaco

Si la fuerza de voluntad bastase para dejar de fumar, ya no quedarían fumadores en el mundo. Superar una adicción no suele ser tan sencillo como “cambiar nuestra actitud” o algo así.

Muchos estudios afirman que apenas el 5% de fumadores que intentan dejar de fumar sin ayuda lo terminan consiguiendo. Esto demuestra la importancia de trabajar con la guía de un profesional especializado en el tratamiento de la adicción al tabaco, es decir, un psicólogo.

Si ese ser querido accede a consultar con un profesional, habrá dado ya el paso más difícil y con mayor impacto.

Recuerda, con ayuda, todo es mucho más fácil.

Luís Miguel Real Kotbani
Psicólogo especializado en adicciones y psicoterapia.