Trastorno de Ansiedad Social: Definición, síntomas y tratamiento

Desencadenantes de la ansiedad social

  • Conocer gente nueva
  • Charlar socialmente con gente conocida
  • Hablar en público
  • Actuar sobre un escenario
  • Ser el centro de atención
  • Hablar con personas “importantes” o en posición de autoridad
  • Tener una cita
  • Hablar en clase
  • Hablar en una reunión
  • Utilizar baños públicos
  • Comer o beber en público
  • Hacer llamadas telefónicas
  • Ir a fiestas u otros eventos

El miedo subyacente en la ansiedad social es que la persona va a ser observada, juzgada o evaluada en público.

Se teme que los demás van a pensar mal o de menos de la persona y aunque se entiende que el miedo es irracional, produce una ansiedad desbordante.

Características principales del trastorno de ansiedad social

  • Ansiedad excesiva en situaciones sociales cotidianas
  • Preocupación severa durante días, semanas o incluso meses antes de una situación social programada
  • Miedo extremo de ser observado o juzgado por los demás, especialmente por gente desconocida
  • Miedo a que se va a actuar de manera que hace quedar mal o hacer el ridículo
  • Miedo a que los demás se van a fijar que esté nervioso

Síntomas físicos de la ansiedad social

Los síntomas físicos de la ansiedad social son los propios de la ansiedad de todo tipo:

Latidos rápidos de corazón o taquicardia

Tensión muscular

Rubor

Sensación de mareo e inestabilidad

Dificultad para respirar

Sudoración

Tensión en el estomago o nausea

Consecuencias y Complicaciones del Trastorno  de Ansiedad Social

Como se acaba de explicar, la persona con ansiedad social experimenta una serie de síntomas tanto físicos como cognitivos que le hacen temer muchas situaciones que son parte integral de la vida diaria.

Como consecuencia acaban evitando muchas de estas situaciones o llegan a hacerlas de manera modificada, por ejemplo acudiendo a todo tipo de evento acompañados, manteniéndose callados y no participativos en reuniones y fiestas, o bebiendo alcohol o usando otras sustancias para controlar el miedo a la situación.

Así que puede llegar a interferir con varios aspectos de la vida de la persona, en el trabajo, en los estudios, en las relaciones y en la habilidad en general de poder disfrutar, creando así posibles complicaciones:

  • Dificultad en actuar de forma asertiva
  • Baja autoestima
  • Hipersensibilidad a las criticas
  • Habilidades sociales deficientes

Que a su vez pueden conducir a:

  • Depresión
  • Aislamientos y relaciones sociales difíciles
  • Resultados académicos y profesionales deficientes
  • Abuso de sustancias
  • Ideas de suicidio

Tratamiento para el Trastorno de Ansiedad Social

Terapia Cognitivo-Conductual

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser la más eficaz para el trastorno de ansiedad social. La terapia cognitivo-conductual entiende que los pensamientos afectan a las emociones y estas a su vez afectan a la conducta. En consecuencia, si se cambia el pensamiento acerca de las situaciones sociales que producen ansiedad, la persona se siente y funciona mejor. La TCC para la fobia social puede incluir:

Controlar los síntomas físicos de la ansiedad, aprendiendo técnicas de respiración y relajación muscular.

Reestructurar pensamientos negativos y dañinos que alimentan la ansiedad social en pensamientos más equilibrados y objetivos.

Enfrentarse a las situaciones sociales que producen miedo de manera gradual y sistemática, en vez de evitarlas.

Medicación

La medicación a veces es útil para aliviar los síntomas de la ansiedad social, pero no soluciona el problema de base. Normalmente se utiliza en combinación con la psicoterapia, sobre todo en casos de síntomas físicos severos o patrones de evitación de larga evolución, para facilitar la exposición sistemática. Hay tres tipos de medicamentos que se utilizan:

Beta bloqueantes. Habitualmente utilizados para aliviar el miedo “escénico”. Controlan bien síntomas físicos como el temblor de la voz o las manos, la sudoración y la taquicardia. Sin embargo no hacen nada para los síntomas emocionales y cognitivos.

Benzodiacepinas. Son medicamentos ansiolíticos de rápida acción. Rebajan de manera inmediata y puntual el nivel de ansiedad, permitiendo  un manejo más fácil de la mecánica del miedo, incluyendo sus componentes físicos, cognitivos, emocionales. Pero tomados solos, ofrecen un alivio a corto plazo de los síntomas físicos, sin resolver la causa del trastorno. Además son sedativos y adictivos y su uso correcto debería ser corto y controlado.

Antidepresivos. Se utilizan en casos más severos donde existen complicaciones.

Dimitra Manos
Doctora en Psicología Clínica por la UAM, M.A. en Psicología Clínica y B.A. en Psicología en EE.UU.