Alex es un joven que dedica sus días a maltratar, agredir, y lastimar gente con su grupo de amigos sin ninguna otra razón aparente más que la del puro goce. En uno de los ataques, Alex asesina a una mujer y es recluido a 14 años de cárcel.
Un punto destacable que se debe mencionar y que nos llama la atención, es la forma en la que el Estado resuelve sus problemas de la delincuencia hace más de 40 años. La prevención es un concepto que va evolucionando, nuevos paradigmas abren camino a nuevas formas de prevención.
La película se ambientó en la Gran Bretaña en el año de 1970, y vemos cómo es sentenciado a privación vitalicia de libertad.
Pasados dos años se entera de que existe “un tratamiento que te saca de prisión y hace que no vuelvas nunca más”. Lo consulta con el cura éste le habla sobre la “Técnica Ludovico” y que, según lo que él tenía entendido, se encontraba en fase de experimentación y acarreaba ciertos peligros.
El Ministro de Interior asiste al centro penitenciario en busca de un prisionero que cumpla ciertas características para que el tratamiento le sea aplicado. Mientras observa la formación de prisioneros, menciona que el sistema carcelario no sirve y que lo más efectivo es el “remedio científico” que consiste en “matarles el reflejo criminal”. Alex apoya al Ministro y logra ser elegido.
Dicha terapia consistiría en un tratamiento conductista para la modificación de la conducta y aseguraría a Alex la completa remoción de su maldad en el plazo de dos semanas. Alex acepta el trato y se somete a la “terapia de aversión” (Tratamiento Ludovico) desconociendo los crueles procedimientos a los que luego sería sometido. En primer lugar, Alex es drogado y sentado a una silla delante de una gran pantalla de proyección. Luego, lo atan de pies y manos, y le colocan en los ojos un pequeño dispositivo para evitar que pueda cerrarlos.
Finalmente comienza el procedimiento: Mientras en los rincones de la sala suena la Novena Sinfonía de Beethoven (la música preferida por Alex), en la pantalla en blanco se proyectan escenas de violencia, de destrucción y de muerte. El procedimiento transcurre durante varias horas y es repetido varios días. Al cabo de unos días, Alex desarrolla una sensación de malestar profundo frente a las imágenes de violencia, hasta el punto de desear su propia muerte.
Concluidas las dos semanas, el protagonista es presentado a un grupo de médicos y autoridades gubernamentales y eclesiásticas. Dicha presentación se hace enfrentando a Alex a un simulacro donde un hombre lo golpea y lo obliga a lamer la suela de su zapato y una mujer desnuda intenta seducirlo.
Como sorpresa, Alex no reacciona como lo hubiera hecho antes de la terapia, no puede devolver la agresión al hombre ni satisfacer su deseo sexual con la mujer porque ante tales estímulos sólo siente náuseas y deseos de morirse.
Para el equipo médico, las reacciones de aversión hacen del procedimiento un éxito. Sin embargo, un sacerdote manifiesta su desacuerdo ante el despojo del libre albedrío que la terapia logra en Alex. La repulsión que la violencia y la lujuria producen en Alex no es consciente, no son elegidas; en cambio, son respuestas físicas asociadas a los estímulos que la terapia de aversión logró imponer como reflejos condicionados.
La técnica Ludovico es una copia artística del fenómeno psicológico conocido como condicionamiento clásico, proceso iniciado por el psicólogo, filósofo y fisiólogo ruso Iván Pàvlov donde estudió dicha teoría en base a la observación con perros, el cual se aclimata a una alta aversión tanto física como psicológica al estímulo controlado que se le presenta.
Conductismo
El conductismo es una corriente psicológica que defiende el empleo de procedimientos estrictamente experimentales para estudiar el comportamiento observable, la conducta, y considera al entorno como un conjunto de estímulos-respuestas. La fundación de esta escuela psicológica es adjudicada al psicólogo estadounidense John Broadus Watson.
Para desarrollar el conductismo, Watson se basó fundamentalmente en las investigaciones sobre fisiología de Pàvlov y en el concepto que éste había creado acerca de los reflejos condicionados.
Según esta teoría, que Watson definió como una “ciencia natural”, todas las formas complejas de comportamiento se analizan como cadenas de respuestas simples o glandulares que pueden ser observadas o medidas. Incluso considera que las reacciones emocionales pueden ser aprendidas del mismo modo que otras cualesquiera. Estos postulados generaron gran cantidad de investigaciones tanto en animales como en seres humanos.
Los conductistas buscaron “controlar las reacciones del hombre” así como también “anticipar y fiscalizar la actividad humana”. Caben destacar aquellos trabajos que se realizaron en cárceles que condujeron al desarrollo de una serie de terapias denominadas “modificación de conducta”, y aquellas experiencias que estudiaron los efectos a largo y corto plazo de las drogas en el comportamiento.
Esfera familiar
Analizando la relación de Alex, el protagonista, con sus padres, podemos decir que eéta era muy particular, ya que teniendo en cuenta la época en la que se desarrolla esta historia, notamos que había una amplia diferencia generacional entre padres e hijos, donde prácticamente no había diálogo entre ellos, y donde los padres ignoraban completamente la vida de sus hijos.
En la película, los padres de Alex representan una edad más avanzada de la que en realidad tienen y el adolescente, que tiene alrededor de 15 años pareciera tener una edad mucho mayor. Alex tiene la llave de su casa de modo que puede entrar y salir cuando quiere. Esta independencia se ve acentuada en el hecho de que Alex posee una cerradura en su habitación. De esta manera le prohíbe la entrada a la misma a sus padres. Su cuarto está decorado de una forma particular (la imagen de la mujer en la pared, las imágenes religiosas, tiene su propia mascota -una serpiente-).
Lo ambienta según sus gustos, sin la intervención de sus padres y sin que éstos puedan acceder a su mundo privado. De esta forma, el protagonista quiere reafirmar su identidad y su autonomía emergente. Alex falta al colegio por supuestos dolores de cabeza y sus padres no hacen nada al respecto. Creen que su hijo se está comportando de una manera correcta sin sospechar de sus andadas, aunque saben que el chico en el pasado tuvo comportamientos violentos y problemas que lo llevaron a ingresar en colegios correccionales.
El protagonista de esta historia es un personaje que ha tenido dificultades de apoyo familiar, puesto que sus padres son personas con trabajo de tiempo completo, razones por las cuales descuidan a su hijo y esto se ve reflejado en la película en el momento que su madre lo despierta para ir al colegio y él le dice que no porque tiene dolor de cabeza y ella simplemente se va, no le pregunta las razones, no le preocupa saber si es verdad o no.
Debido a esto Alex se funde en el mundo de las drogas presentadas como la Leche Korova, ya que decía que esta lo hacía volar y poner más violento y cada vez quiera más, a esto se le agrega que le gustaba los disfraces de la época de Bethoveen de quien le gusta su música y hasta lo hacía alucinar bajo los efecto de la “leche”. Esta situación lo llevó a cometer varios crímenes con sus amigos buscando siempre el poder y el dinero el cual no tenia en abundancia y eso era lo que él quería.
Esta historia refleja la realidad de los jóvenes que son dependientes de sustancias, con lo cual ellos consiguen eso que tanto le hace falta como el apoyo de sus padres uno de los motivos más frecuentes para que los jóvenes llegan a esto.
Se puede observar que Alex tiene padres ausentes que no saben imponer su autoridad (no confundir con autoritarismo) sobre su hijo, un hijo problemático en busca de los límites de sus padres. Estos no saben transmitirle el cariño que le tienen, porque realmente deben de haber sufrido con el accionar de su hijo ultraviolento. Más allá de esto, sus padres lo van a visitar al hospital luego de su intento de suicidio. Allí reconocen que en parte son responsables de lo que le sucedió y le dicen que su casa siempre será su casa.
Diversas estadísticas demuestran que los adolescentes sin padre se embarcan antes y en mayor medida en experiencias sexuales; tienen mayor riesgo de abusar de drogas como el alcohol y la marihuana; tienen más posibilidades de sufrir enfermedades mentales y suicidarse; sufren más proporción de abandono escolar y criminalidad (estos efectos se agudizan cuando se trata de niños que experimentaron el divorcio de sus padres siendo menores de cinco años); la mayoría de los niños con carencias afectivas por parte de su padre sufren problemas de identidad sexual y emocionales, como ansiedad y depresión; son menos solidarios y empáticos y tienen significativamente menos capacidad intelectual. Son más agresivos, tienen menos autocontrol y escaso sentido de culpabilidad.
Adolescencia en La Naranja Mecánica
El adolescente pasa a cuestionar gran parte de las certezas y defensas de la edad de latencia, tales como la certeza de la omnisciencia y omnipotencia de los adultos.
La adolescencia es una etapa de búsqueda, de ensayo y error, de avances y retrocesos. Es un momento de cambio importante en la identidad y en las relaciones con otros porque representa el nacimiento de nuevos vínculos y espacios de sociabilidad. Encontrarse a sí mismo de nuevo es la difícil tarea en la que está inmerso todo adolescente. Conlleva sufrimiento, inseguridad y miedo. Pronto buscará algún escape que le permita reducir su estado interior de desequilibrio.
La agresividad es un mecanismo habitual utilizado por el adolescente en la búsqueda de su identidad. Esto se ve reflejado en la película donde se muestra a Alex, un joven adolescente cuyos principales intereses son la violación y la ultra-violencia. Con frecuencia el adolescente se comporta como si se creyera invulnerable, como si no fuera a sufrir las consecuencias de los riesgos en los que incurre.
Esta tendencia a participar en situaciones arriesgadas se incrementa, además, por la orientación del adolescente hacia la novedad y la independencia, que le lleva a buscar nuevas sensaciones. Es por esto que Alex y su banda de amigos roban golpean y violan a quien se les cruce por su camino. Tienen sus propios métodos para divertirse y descargar su tremenda agresividad y lo consiguen disfrutando a través de la desgracia de los demás. Esto ya se observa desde el comienzo de la película cuando Alex dice no aguantar ver la “roñosidad” y la borrachez de un viejo. Luego (sin motivo aparente) comienzan a golpearlo, mientras cantan y ríen.
En otra oportunidad, Alex y sus drugos entran a la mansión de un escritor y violan a su esposa delante de sus ojos al mismo tiempo que cantan. Mediante estos actos, intentarán saciar sus apetitos sexuales ya que, en la adolescencia, nos adentramos en la etapa genital, etapa en la que los impulsos sexuales requieren satisfacción urgente. Los conflictos edípicos resurgen y se resuelven definitivamente con la elección del objeto sexual. La tarea primordial del adolescente será el logro de la primacía genital y la consumación definitiva del proceso de la búsqueda no incestuosa del objeto sexual. A su vez la adolescencia implica la puesta en cuestión de las identificaciones edípicas. Justamente se tratará de renovar estas identificaciones, lo que abre una brecha generacional, una grieta que separa de manera abismal al adolescente de sus padres.
Es en esta etapa cuando se establece una nueva relación con la familia, a la que sustituyen por el grupo de amigos. Para el adolescente quizá es más importante lograr reconocimiento en el grupo de sus iguales que ante los ojos de sus padres. La necesidad de sentirse importantes, aceptados o independientes mueve a los adolescentes a intentar destacarse. Hay una necesidad clara de participación: la uniformidad en el lenguaje y en vestimenta de los adolescentes no es más que la necesidad de ser considerado y aprobado por el propio grupo. Sin embargo el liderazgo que Alex asume dentro del grupo no es visto con buenos ojos por sus amigos, que una noche deciden traicionarle y tenderle una trampa para que le capture la policía.
Generalmente cuando los hijos entran en la adolescencia, la organización en el ámbito familiar sufre un desajuste, ya que la misma constituye la etapa donde se produce la desidealización de las figuras parentales. La crisis familiar que sobreviene es una etapa normal del desarrollo, necesaria para la afirmación de la identidad del adolescente. A pesar de la desidealización, los padres ocupan un lugar muy importante en la vida de los adolescentes, no solo en lo material sino también en lo afectivo, ya que el adolescente se encuentra en un continuo conflicto entre el deseo de ser independiente de sus padres y al darse cuenta de todo lo dependiente que es en realidad.
Esto se refleja en la película. Después de dos semanas de un cruel tratamiento, Alex regresa a su casa, pero se encuentra con una situación muy diferente a la que existía antes de su arresto, sus padres pusieron en alquiler su habitación. El nuevo inquilino es un joven de aproximadamente la misma edad que Alex.
El protagonista se encuentra con un cuarto que ya no es el suyo, que su decoración es otra, que ya no representa “su mundo”, “su guarida”, el lugar donde encontraba paz escuchando a Beethoven. Los padres de Alex “adoptan” al joven inquilino como su hijo, que se aprovecha de la situación y defiende a sus nuevos padres, diciéndole al verdadero hijo que ya los había hecho sufrir demasiado y que no permitiría que lo hiciese de nuevo. Ante esto, los padres no reaccionan, no saben cómo manejar la situación y dejan que su hijo se vaya del departamento dejándolo a la deriva. No teniendo lugar a dónde ir, Alex camina solo por las calles.
Es en ese momento en el que se refleja la vulnerabilidad del protagonista, que sin pertenecer a ningún grupo social (no tiene “familia” y no tiene amigos), se da cuenta de que sí depende de su familia. Necesita una base de dónde partir. Él no es nada sin su lugar en el mundo.
Contrariamente a lo que sucede en la película, podemos decir que hay en el adulto tres elementos básicos que hacen conflictiva la relación con sus hijos:
Los padres generalmente consideran a sus hijos una prolongación de sí mismos.
Intentan hacer adoptar al adolescente la conducta que a ellos les agrade y si ese deseo no se cumple los padres se sienten ofendidos. Están convencidos de que intentan cambiar al joven por su propio bien pero inconscientemente buscan que su hijo responda al ideal que ellos marcan.
El hijo representa un ser con múltiples posibilidades para su futuro. Ven al adolescente como una posibilidad real para cumplir metas e ideales que ellos no pudieron lograr.
Así también la mayoría de los adolescentes es objeto de reacciones suficientemente positivas por parte de sus padres. Padres que deben estar presentes, no eludir la responsabilidad que les cabe y ser capaces de proteger al joven, respetar al mismo tiempo su frescura y creatividad y no renunciar con ligereza a los propios ideales y convicciones.
Conclusión
Hay una impugnación a la psicología conductista, entendiéndose a ésta como una disciplina que reduce a los individuos a meros entes biológicos que responden a un estímulo en particular. Los seres humanos tienen una conciencia; aunque esta sea única, irrepetible y resulte imposible su estudio y generalización. Está en la mente de todos los hombres: pasar su existencia por alto no es un avance científico sino una imprudencia absoluta.
La condición de Alex es la consecuencia de varios estímulos sociales y culturales y la falta de otros familiares. La absoluta libertad que sus padres le permiten es acaso una de las peores irresponsabilidades. La falta de “premios y castigos”, elementos infaltables en cualquier crianza, no parecen estar contemplados en los avales de sus padres. Resulta paradójico que la sociedad que provee a Alex de ultraviolencia, sea la misma que pretende buscar a costa de la propia conciencia y libertad de Alex una armonía.
La sociedad deforma a los individuos y luego ésta pretende que quienes fueron deformados sean los culpables de su propia deformación. La televisión, la música, la guerra, la violencia en las calles, la intolerancia social y política, son elementos que cualquier adolescente puede contemplar y absorber. Hay a quienes dichos elementos le son inherentes; a otros los subvierte su influencia, ya sea en el modo de pensar como en el de actuar. Los jóvenes son construcciones familiares, sociales y culturales. Estamos convencidos de que hay, más allá de la conciencia de Alex, un entorno social y familiar que influyó sobre la personalidad del protagonista.
Así concluimos que ningún ser humano puede ser reducido a ser un objeto de estudio experimentable y observable bajo la forma de conducta. De la misma manera, estamos convencidos de que ningún fin último justifica el padecimiento de un ser humano y menos la remoción absoluta de la libertad y la conciencia, los cuales son el basamento primordial del ser humano. Con todo esto se puntualizará lo importante y lo apropiado como medio de solución a estas conductas la prevención.
El término prevención según el diccionario, significa anticipar, preceder, imposibilitar con medidas anticipadas. Dentro de la Criminología esto es un pilar muy importante, es su esencia.
Cabe distinguir la diferencia entre prevenir y crear pánico, siendo esto último poco eficaz ya que sólo se lograría crear una censura sobre dicho tema sin atacar el problema de raíz, que es justamente lo que se quiere lograr mediante la “prevención primaria”. Con este tipo de prevención lo que se hace es promoción de la salud en la comunidad y la protección contra la aparición de la enfermedad.
Lo más eficaz sería llegar ejercer políticas con enfoques interdisciplinarios, todo esto sin tener que pensar utópicamente.
Creemos pertinente recordar que el contexto cultural que está representado en la película sigue siendo vigente hoy en día. Encontramos amplio paralelismo entre la vida de Alex y un muy reciente caso en nuestra ultraviolenta sociedad: El niño sicario, Edgar Jimenez Lugo denominado “El ponchis” quien se le acusa por más de 3 homicidios y su implicación con carteles, de los cuales algunos fueron grabados en video donde se le encuentra torturando a sus víctimas.
Bibliografía