Vamping: Qué es y cómo detectarlo

¿Qué es el vamping?

El vamping un término que proviene de las palabras en inglés ‘vampire’ (vampiro, animal activo por la noche) y ‘texting’ (envío de mensajes) y se refiere a la práctica, llevada a cabo en su mayoría por adolescentes (aunque el aumento de esta práctica en adultos empieza a ser llamativa), que consiste en hacer un uso excesivo de los aparatos electrónicos como el móvil, el portátil, la ‘tablet’, la consola… justo antes de dormir.

De esta manera, el descanso se ve mermado debido a la reducción de horas necesarias de sueño y a los efectos en nuestro cuerpo que produce la luz de las pantallas. Este fenómeno está provocando que muchos jóvenes sufran de insomnio precoz.

Descripción del proceso

Esta práctica surge entre los y las adolescentes cuando comenzaron a subir fotografías a las redes sociales durante la noche con la etiqueta “vamping”; en la actualidad hace referencia tanto a las redes sociales como al uso de otras aplicaciones; se trata de una conducta relacionada con el uso de los móviles, ordenadores o tabletas antes de irse a dormir, generando una disminución en las horas dedicadas al sueño, así como una mayor probabilidad de sufrir insomnio.

Según un estudio llevado a cabo por el laboratorio PiLeJe, el 52% de los adolescentes encuestados (de entre 12 y 17 años) afirman consultar dispositivos electrónicos justo antes de ir a dormir. Algo que provoca que 1 de cada 4 adolescentes sientan, de forma habitual, somnolencia y problemas de concentración, durante las mañanas, en su lugar de estudios.

Cómo detectar el vamping

Vamos a hacernos o hacer a nuestros menores preguntas respecto al uso de los dispositivos en horario nocturno, y en función de las respuestas obtenidas, nos puede servir de indicativo para saber si estamos o están sufriendo esta mala práctica con sus consecuencias negativas hacia la salud. Algunas referencias que pueden servirnos son:

  • Durante cuánto tiempo se utiliza cualquier dispositivo antes de ir a dormir
  • ¿Consulta el teléfono móvil antes de acostarse?
  • ¿Cuántas horas suele dormir por la noche?
  • ¿Cómo se sentiente al despertarse por la mañana?
  • Una vez se deja el móvil, los videojuegos, tablet… antes de dormir, ¿entra en sueño con facilidad?
  • ¿Sería capaz de dejar de utilizar cualquier dispositivo 2 horas antes de ir a dormir?
  • Si utilizaras un despertador convencional, ¿dejarías el móvil fuera de la habitación para ir a dormir?
  • ¿Cómo es el nivel de concentración en general durante el día?

Consecuencias del vamping

La luz de onda corta emitida por los aparatos que utilizamos antes de dormir es la que provoca los problemas al usar pantallas en ese momento. Nuestro cuerpo segrega melatonina para poder conciliar el sueño y lo hace dos horas antes de irnos a dormir.

Como advierte la neuróloga Á. Martín. Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra ,en una investigación en el año 2018, en el que se realizaron 625 estudios de sueño, “si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende que aún es de día y no segrega esta hormona, ya que la luz detiene la producción, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas. Es lo que llamamos insomnio tecnológico”.

Por lo que esta práctica, realizada también por personas adultas, afecta a la calidad del sueño y provoca otras alteraciones como desórdenes alimenticios. Sabemos que es algo habitual revisar el móvil antes de dormir, y eso nos lleva a enviar o leer Whatsapp, leer noticias, ver vídeos, echar un vistazo las redes sociales o jugar a un videojuego. También sabemos que para un desarrollo físico y psicológico adecuado los/las adolescentes precisan 9 horas de sueño.

El uso excesivo de dispositivos puede provocar ciertas adicciones tecnológicas como la nomofobia, que es el miedo (o angustia) a estar sin móvil o a desconectarse de cualquier dispositivo móvil con internet. Son diversos los efectos que produce el hecho de irse a la cama utilizando dispositivos, el más grave es el no poder volver a dormir bien y no poder descansar mejor. Pero no es el único: el vamping no aporta nada positivo a nuestro cuerpo y para muestra todos los posibles efectos que puede ocasionar:

Un aumento de peso, pudiendo deberse a malos hábitos de sueño. La reducción de los niveles de melatonina produce alteraciones metabólicas que hacen que aumente el apetito y las ganas de comer alimentos dulces y ricos en grasas. Además, con menos actividad física debido al cansancio provoca que se reduzca el gasto calórico favoreciendo aún más el exceso de peso.

Estrés. Podemos despertar al día siguiente con la sensación de no haber descansado profundamente; de no haber podido desconectar debidamente de los problemas o situaciones del día anterior.

Cansancio y debilidad física. Esta práctica conlleva una dificultad para conciliar el sueño y/o dormir menos, lo que provoca sin duda, mayor irritabilidad, falta de energía y cansancio..

El informe de PiLeJe pone en relieve que el 27% de los adolescentes encuestados han sentido recientemente sensación de cansancio, el 17% han notado tener poca energía y el 16% falta de concentración. El 64% de ellos han presentado somnolencia en clase, un 24% de ellos varios días a la semana. Por otro lado, únicamente el 12% de los adolescentes se despiertan de forma natural.

“Sabemos que los adolescentes mal dormidos presentan mayor incidencia de trastornos del estado de ánimo, peor rendimiento escolar y mayor tendencia al consumo de estimulantes y tóxicos. La tendencia observada a un mayor uso de los dispositivos conforme se hacen mayores todavía hace más preocupante estos datos, encontrándonos ante un problema de salud pública que necesita, para poder ser revertida, una intervención pedagógica urgente en los colegios y las familias, insistiendo en la importancia del sueño y la influencia en él del uso de dispositivos electrónicos en las 2 horas previas”, concluye el doctor Albares, neurofisiólogo y especialista en sueño

Cómo actuar ante el vamping

Algunas recomendaciones para prevenir, evitar y/o disminuir el problema si crees que puedes estar delante de él:

  • Piensa si pasas mucho tiempo ante tus dispositivos, haciendo un análisis de las preguntas que se han planteado en el apartado “cómo detectarlo”.
  • Aunque creas que pudes conrtolar, tal ves estés en un error
  • Cambia tus hábitos. Fundamentalmente el uso por la noche y 2 horas antes del sueño. Es importante que no haya dispositivos en la habitación en la que se duerme.
  • Practica algúin deporte que te ayude a canalizar ese estrés, y te ayudará también a mitigar la fatiga y el cansancio.
  • Solicita ayuda especializada si crees que realmente hay un problema y no sabes cómo afrontarlo.
Elena López García
Master en psicopatología y salud. Máster en psicooncología y cuidados paliativos. Experta universitaria en el fomento del buen uso de las TIC en menores.