A lo largo de nuestra vida formamos infinidad de grupos debido a la fuerza con la que se puede imponer el pensamiento grupal. Este tipo específico de pensamiento es el que nos lleva un paso más adelante a la hora de buscar la solución ante aquellos problemas que una sola persona no podría resolver de manera individual.
Todo grupo debe tomar decisiones. Unos elegirán bien, otros mal. El problema, no obstante, no es elegir bien o mal, sino conseguir que un grupo funcione de manera adecuada para que la decisión que se adopte sea la mejor posible dentro de las posibilidades y limitaciones de este.
Toda toma de decisiones es un proceso complejo y como proceso se ve afectado por diversos factores. Algunos de estos tendrán su origen en las diferencias individuales de los miembros que compongan el grupo, otros en la naturaleza de la decisión a tomar e incluso pueden existir factores contextuales que afecten a la toma de decisiones grupal.
Uno de los principales factores que afectan a la toma de decisiones es el nivel de participación y jerarquización que tenga el grupo. No era difícil llegar a pensar que todo grupo formado por miembros poco participativos no estaba destinado a tomar las decisiones más adecuadas. Sin embargo, ciertas personas pueden creer que un grupo bien jerarquizado tomará mejores decisiones. Nada más lejos de la realidad, si nuestro grupo posee un elevado nivel de jerarquización toda la toma de decisiones recaerá sobre un número reducido de personas (los que gocen de puestos de elevada importancia) lo que afectará a la calidad de la toma de decisiones.
La tarea a la que se esté enfrentando el grupo también es un factor a tener en cuenta. Tiene que ver con la dificultad de la decisión, la naturaleza de la tarea o si esta exige una o más decisiones. Si la tarea es ambigua, difícil o requiere tomar demasiadas decisiones, los miembros del grupo podrían entrar en conflicto con mayor facilidad. Esto aumentaría considerablemente el nivel de incertidumbre de la tarea que se debe afrontar, lo que afectaría de manera negativa si el grupo no tiene el suficiente tiempo o la capacidad adecuada como para elegir la decisión más adecuada para cada situación.
El método o la regla que siga el grupo a la hora de tomar una decisión también es un factor clave. El más utilizado suele ser el de la votación ya sea por unanimidad o por mayoría.
Por último, otro factor diferencial sería las diferencias individuales de cada miembro del grupo. Las características personales, la experiencia, la creatividad o la capacidad de cada uno afectan de manera directa a la búsqueda de alterativas para solucionar los problemas, lo que está directamente relacionado con la toma de decisiones.
Sin embargo, en todo grupo debería garantizarse un mínimo de orden. En primer lugar, se debe explorar para obtener información, lo segundo sería generar alternativas con los datos adquiridos para, finalmente, elegir la que mejor encaje en la tarea a desarrollar.
¿Qué técnicas mejoran las decisiones grupales?
Estaremos todos de acuerdo en que, en un primer momento de la toma de decisiones, es interesante para el grupo incorporar el mayor número de alternativas posibles. De esta manera podemos favorecer que el grupo disponga de un gran abanico de opciones donde elegir.
Para ello, entre las técnicas más utilizadas encontramos el brainstorming (o tormenta de ideas). En ella, los miembros del grupo expresan de manera abierta y espontanea sus opiniones sobre un tema concreto ni tener en cuenta el interés, la eficacia o la adecuación de dichas ideas. La idea es proporcionar el mayor número de alternativas posibles sin censurar ninguna. Además, parecida a la tormenta de ideas tendríamos la rueda de mesa. Esta técnica es exactamente igual a la anterior con la salvedad de que los miembros deben seguir un turno rotatorio para aportar sus opiniones.
El principio base de ambas técnicas es el hecho de que todas las ideas proporcionadas se toman como válidas o buenas, aunque no lo sean en la misma medida.
Una vez hemos generado las alternativas, la técnica DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) es la que nos ayuda a darles un valor. Una vez analizadas las DAFO de las diferentes alternativas se clasificarían según su mayor o menor pertenencia a la situación en la que nos encontremos.
Junto a esas técnicas podríamos incluir la del Grupo Nominal, la cual sigue los siguientes pasos:
- Se escriben el mayor número de soluciones de forma anónima
- Un moderador las recoge y las expone en un panel
- Se agrupan las soluciones que se consideren afines
- Se discuten las alternativas generadas hasta que están del todo claras para todos los miembros del grupo
- De manera anónima, cada miembro le otorga una puntuación según la adecuación que tenga la alternativa a la solución del problema
- Por último, se establece una jerarquía de las diferentes soluciones propuestas en función de la opinión grupal
El Phillips 66 puede ser de gran ayuda para problemas complejos que se puedan dividir en partes diferentes. En esta técnica se forman grupos de 6 personas a las cuales se les da una parte del problema para que discutan durante 6 minutos. Por último, un portavoz de cada grupo informara de los resultados de cada discusión.
Por último, cabe destacar en este listado de técnicas el Proceso Delphi. Se trata de una técnica muy útil, pero con algunas limitaciones (requiere de mucho tiempo para tomar una decisión). Sin embargo, cuanto más avanzan las tecnologías de la comunicación más rápido se hace este proceso (el correo electrónico nos permite disponer prácticamente de inmediato de las respuestas de todos los miembros que forman parte del grupo.
En el Proceso Delphi se interviene de la siguiente manera:
- Se envía un cuestionario a los expertos, el cual debe ser respondido individual y anónimamente. El fin de esta fase es la recogida de información
- Se analizan los datos proporcionados en dicho cuestionario y se elabora un segundo en el cual se incluyen las alternativas más elegidas
- Se envía el segundo cuestionario para que los expertos ordenen las alternativas en función de su adecuación. Se debe añadir una justificación a la jerarquía
- Se analiza el segundo cuestionario y se realiza un tercero con las opciones mas votadas
- Los expertos contestan al tercer cuestionario valorando cada alternativa
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- Se elabora un informe final con los resultados obtenidos. Dicho informe sea enviado a la persona encargada de tomar la última decisión para que lo valore y de una respuesta final.
Una vez valoradas todas las alternativas hay que decidir. Al estar hablando de grupos lo que se espera es que la decisión final sea tomada por unanimidad, pero esta opción no siempre es posible y a veces no es ni la adecuada. Para tratar de optimizar y mejorar el resultado se puede hacer uso de una serie de métodos para conseguir una decisión por mayoría, entre los que destacan: la votación, la votación aprobatoria, la suma de rangos, la desviación mínima o la agregación de expresiones numéricas.