La Escala de coma de Glasgow es una de las herramientas de observación más populares dentro de los análisis neurológicos. Su aplicación está extendida en todo el mundo gracias a sus particularidades y es por eso que hoy queremos contarte qué es la Escala de coma de Glasgow, cuál es su historia y algunas de sus características más importantes.
¿Qué es la Escala de coma de Glasgow?
La Escala de Coma de Glasgow conocida también por sus siglas en inglés GCS es una herramienta utilizada comúnmente para evaluar el grado de conciencia de un paciente después de un accidente.
Esta herramienta está asociada a la aplicación neurológica, se aplica con base a 3 parámetros fundamentales, a saber: Respuesta motora, Respuesta verbal y Respuesta Ocular.
¿Cómo se aplica la Escala de coma de Glasgow?
Teniendo en cuenta el área de respuesta a evaluar, se realizan ciertos procedimientos que permitan analizar el estado del paciente con respecto a cada componente. La aplicación generalmente se realiza del siguiente modo:
Respuesta motora
6. Obedecer órdenes
5. Localización de dolor
4. Retirada y flexión
3. Flexión anormal
2. Extensión
1. Ningún tipo de respuesta
Respuesta verbal
5. Conversa y está orientado
4. Habla pero está desorientado
3. Usa palabras inapropiadas
2. Usa sonidos ininteligibles
1. Ningún tipo de respuesta
Respuesta ocular
4. Respuesta espontánea
3. Respuesta al hablarle
2. Respuesta al dolor
1. Sin ningún tipo de respuesta
Esta herramienta se aplica en los casos de pacientes con traumatismos craneoencefálicos , y debe ser hecha de modo rápido y objetivo.
Con objetivo nos referimos a que quien evalúa debe evitar irse por las ramas, es decir que, no puede caer en subjetividades como decir que el paciente está somnoliento, estuporoso o inconsciente, pues son dictámenes que no permiten evaluar efectivamente al paciente dentro de su proceso.
Teniendo en cuenta las ambiguedades a las que se puede caer por lo anterior, se institucionalizó la Escala de Como de Glasgow, con el fin de velar eficientemente por la vida de los pacientes.
¿Cómo se analiza la Escala?
Como mencionábamos anteriormente, la Escala de Coma de Glasgow usa 3 parámetros fundamentales que aluden a la Respuesta motora, Respuesta Ocular y Respuesta verbal. Todos a su vez, tienen unas subcategorías que permiten determinar el estado del paciente con mayor efectividad.
La puntuación mínima es de 3 y la puntuación máxima es de 15. Esta es el resultante de la suma de los valores de cada categoría. La idea es que el evaluador desglose cada apartado y luego referencie la mejor respuesta conseguida. Luego se debe sumar el resultado de cada uno de los componentes, y este será el número que determinará la puntuación.
Con respecto a la evolución, la Escala de Coma de Glasgow debe aplicarse sistemáticamente durante intervalos plenamente determinados, con el fin de ver la evolución del paciente después del accidente, y así poder tomar las medidas necesarias en cada parte del proceso.
Después de realizar este procedimiento de forma sistemática, el evaluador puede tener claridad sobre el estado de conciencia del paciente y crear un pronóstico inicial. De la misma manera, de acuerdo a los hallazgos podrá determinar cuáles son los procedimientos o tratamientos a seguir.
Historia de la Escala de Coma de Glasgow
La Escala de Coma de Glasgow fue creada por dos neurocirujanos ingleses llamados Graham Teasdale y Bryan Jennett. La presentación de La Escala fue publicada en el año 1974 en la revista británica «The Lancet» , por medio de un artículo publicado que se titulaba «Assessment of coma and impaired consciousness. A practical scale», que traduce «Evaluación del coma y alteración del estado de consciencia. Una escala práctica».
Inicialmente La Escala de Coma de Glasgow estaba diseñada para evaluar con una sumatoria máxima de 14 puntos. Luego en 1976 se agregó dentro de la categoría motora la postura de decorticación o flexión anormal, para quedar en 15 puntos tal y como se usa en la actualidad.
Usos de la GCS en la actualidad
En nuestro tiempo, además de usar la Escala para evaluar el nivel de conciencia en pacientes que han sufrido lesiones cefálicas, se ha extendido su aplicación a otras áreas en donde hay pacientes con enfermedades agudas.
Dentro de los pacientes más generalizados están aquellos que están en las unidades de cuidados intensivos, también se aplica en pacientes confusos en las áreas geriátricas y en general en los servicios de urgencias en los que se atienden pacientes con golpes fuertes o síntomas de confusión.
Como todas las herramientas de diagnóstico, la GCS sigue evolucionando y se va perfeccionando su uso para hacer las mejoras necesarias que se adapten mucho mejor a los pacientes, por medio de los hallazgos encontrados por los evaluadores en los momentos de observación.
Beneficios de la Escala de coma de Glasgow
De acuerdo a lo que has leído hasta aquí, creo que es más que evidente que la Escala de coma de Glasgow es un instrumento diagnóstico muy útil.
Por un lado, su uso oportuno en el marco de los protocolos de atención traumatológica, puede ayudar a diagnosticar el estado de real de los pacientes y con ello determinar los procedimientos de atención que puedan no solo ayudar, sino incluso salvar la vida de los pacientes.
Aunque algunos pacientes se convierten en un reto para el personal de atención médica, la estructuración de la Escala permite tener menos márgenes de errores a la hora de diagnosticar.
La aplicación de la Escala de coma de Glasgow es sumamente sencilla y por esto no se necesita que el personal médico tenga grados altos de especialización para aplicarla en sus pacientes.
Su efectividad ha sido comprobada de muchas maneras, de hecho uno de los hallazgos más importantes es que el puntaje de traumatismo craneal ha servido para determinar por ejemplo en cuáles casos se puede esperar la muerte, o en cuáles si hay opciones de recuperación por grave que parezca el caso a simple vista.
A grandes rasgos, estas son las cosas más importantes que tienes que conocer sobre la Escala de Coma de Glasgow. Conocer esta información es vital si eres un profesional de salud, pues el saber manejar o no la herramienta, puede hacer la diferencia.