Dolor en las articulaciones en personas mayores

En la vejez, es muy común padecer dolores articulares. Estas patologías suelen reducir la capacidad de movilidad de las personas mayores, por lo que disminuyen su calidad de vida.

Por ello, a continuación, abordamos qué son exactamente los dolores articulares, presentamos algunas de sus causas y explicamos algunos consejos para mejorar el bienestar de las articulaciones.

Qué son los dolores articulares

Los dolores articulares, también conocidos como artralgia, son un síntoma de alguna enfermedad, puesto que lo que causa el dolor es casi siempre la existencia de alguna patología. De hecho, cuando nos hacemos mayores, este suele ser un síntoma bastante frecuente, lo que repercute en el día a día de muchas personas.

Mayoritariamente, el dolor articular se presenta en zonas del cuerpo como las rodillas, los hombros, los codos, los tobillos, o las muñecas, entre otros lugares. A veces, se manifiestan como pinchazos mientras que en otras ocasiones se exterioriza como un dolor agudo.

Causas de los dolores articulares

Los dolores articulares suelen estar causados por patologías como la fibromialgia, la artritis, la artritis infecciosa, la artritis idiopática o la artritis reumatoide. Además, estos dolores también están asociados a enfermedades como el lupus, la espondilitis anquilosante, la enfermedad de Behçet, la gota, la artrosis y la artritis psoriásica.

De este modo, los principales factores que influyen en la aparición de estas dolencias pueden ser tanto degenerativos como inflamatorios. Las articulaciones del cuerpo están muy expuestas al desgaste producido por el movimiento, por lo que es prácticamente inevitable durante la vejez no sufrir de dolores en las articulaciones.

Síntomas del dolor articular

El dolor articular puede presentarse de diferente forma en cada persona. De este modo, el dolor puede ser leve o intenso, puede durar poco tiempo o ser constante durante un período prologando.

El dolor articular puede manifestarse tanto en reposo como cuando hacemos algún movimiento, incluso si este es muy pequeño. Además, en ocasiones, algunas personas experimentan el dolor articular como una sensación de rigidez durante una actividad o después de estar inactivas.

Asimismo, muchas veces, las articulaciones también se hinchan o están especialmente sensibles, mientras que otras se enrojecen o presentan una temperatura elevada. En los estadios más avanzados, los dolores articulares impiden la realización de las actividades cotidianas.

Consejos para prevenir los dolores articulares

Para prevenir los dolores articulares hay una serie de consejos que ayudan a reducir el desgaste de las articulaciones. El primero de ellos, es la realización de ejercicio físico para favorecer la movilidad articular y la potencia de la musculatura. En este sentido, los mejores ejercicios son los aeróbicos sin impacto como caminar en terreno llano, nadar o hacer aeróbic en el agua. En cualquier caso, hoy existen gamas de productos como la de Bonflex que han sido desarrolladas para mejorar el cuidado de las articulaciones.

Asimismo, también es aconsejable mantener un peso corporal adecuado para no tensar demasiado las articulaciones, sobre todo las de la cadera, la espalda y las rodillas. El sobrepeso es, de hecho, uno de los principales factores que fomentan la aparición de dolores articulares.

A la hora de prevenir el dolor articular también es necesario emplear un calzado adecuado con una suela capaz de absorber el impacto del pie contra el suelo al caminar, así como tener una postura corporal correcta especialmente cuando se está de pie, para prevenir el desgaste de las rodillas.

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