La terapia sistémica se define como “un enfoque de la psicoterapia que se centra en las interacciones y dinámicas dentro de los sistemas familiares y de relaciones.”
De esta manera se trata de comprender y tratar los problemas psicológicos considerando un contexto social más amplio del individuo, incluyendo por tanto a su propia familia, amigos o compañeros de trabajo.
Hoy en día la terapia sistémica de adultos se ha convertido en una opción muy utilizada por los terapeutas para tratar tanto trastornos individuales como de pareja. En este artículo vamos a profundizar en ambos tipos de tratamientos (dirigidos a individuos o parejas) con sus características más relevantes.
Terapia sistémica para el tratamiento de trastornos individuales
En este caso la terapia enfoca al individuo, no como una entidad aislada, sino como parte de un contexto relacional y complejo. Para entender y tratar los problemas psicológicos es necesario y fundamental comprender todo el contexto que rodea al individuo.
Por tanto la terapia se fundamenta en ser un proceso colaborativo e intersubjetivo, entre terapeuta y paciente, donde ambos exploran y comentan las distintas narrativas personales y relaciones sistémicas con el objetivo de buscar formas más equilibradas de interacción.
Principales características de la terapia sistémica
Enfoque relacional: El foco se sitúa en el contexto relacional que rodea a la persona que acude a terapia.
Perspectiva holística: Se considera el contexto amplio de la vida del individuo y se huye de una reducción a síntomas o problemas aislados.
Colaboración: La colaboración entre terapeuta y paciente debe ser constante para así poder entender y modificar patrones de interacción que estén manteniendo o acrecentando el problema.
Multidisciplinareidad: La terapia sistémica se nutre de distintas disciplinas y corrientes teóricas para facilitar el cambio en el individuo.
Cambios en la narrativa: El lenguaje y la narración es una herramienta clave para redefinir las experiencias y la historia del individuo de una manera más saludable.
Terapia sistémica para abordar problemas de pareja
En este caso la terapia sistémica enfatiza el tratamiento de la pareja como un sistema dinámico donde las interacciones y patrones de comunicación entre los miembros son clave. Un psicólogo de pareja online con formación en terapia sistémica puede mejorar los problemas comunicativos dentro de la pareja.
En este sentido, es muy importante entender la relación en su contexto más amplio, ya que los conflictos afectan y, al mismo tiempo, son afectados por el sistema familiar.
El objetivo del terapeuta se centra en mejorar la comunicación, resolver conflictos y fortalecer la relación a través de estrategias que consideran la interdependencia de los individuos dentro del sistema. Este enfoque promueve un cambio en la dinámica relacional, fomentando un ambiente más saludable para ambos miembros de la pareja.
En la práctica, la terapia sistémica para parejas se centra en ejercicios específicos que fomentan la escucha activa y el reconocimiento de las necesidades y deseos del otro. Por ejemplo, se pueden emplear técnicas como la ‘silla vacía’, donde uno de los miembros de la pareja habla a una silla vacía como si el otro estuviera presente, expresando sentimientos y pensamientos que podrían ser difíciles de comunicar directamente.
Esto permite un espacio seguro para la expresión emocional, facilitando un entendimiento más profundo entre los miembros de la pareja. Además, se trabaja en la identificación y modificación de patrones de comunicación negativos, reemplazándolos por interacciones más constructivas y empáticas. Estas estrategias no solo mejoran la comunicación sino que también contribuyen a resolver conflictos de raíz, fortaleciendo el vínculo de pareja.