Para comenzar debemos de decir que la psicología es una ciencia joven, aunque para algunas personas ni siquiera es una ciencia, pero ese es otro tema del que hablar.
Si el 600 fue el siglo fundador de la física, el 700 de la química y el 800 el de la biología, el siglo veinte sería el año de la psicología. En realidad así ha sido, pero solo parcialmente.
Un poco de historia sobre la psicología
Afortunadamente y después de la Segunda Guerra Mundial, reapareció el interés por la psicología, especialmente por la psicología experimental, donde se establecieron nuevas disciplinas.
La Sociedad de Psicología que se fundó en Turín en el año 1911 y se reformó en 1960 con la aprobación de un nuevo estatuto, cambió su nombre y sus iniciales, siendo llamada la Sociedad de Psicología Científica (SIPS).
El estatuto preveía la constitución de una consulta científico-didáctica, formada por miembros académicos conocidos y de una consulta profesional, en la que participaban los miembros activos en los diversos sectores profesionales.
Con la afirmación progresiva de la profesión psicológica y en ausencia de un Registro y una Orden de Psicólogos que solo se establecería en 1989, Sips desempeñó un papel importante en la representación y defensa de la profesión psicológica.
El futuro se basa en la historia pasada
Los que lo ignoran no pueden tener futuro. Aquellos que intentan negar, reescribir o incluso releer el pasado con los ojos del presente cometen un grave error, tanto en la política como en la ciencia.
Entonces, ¿qué futuro nos puede ofrecer hoy la psicología?
La psicología es por supuesto una ciencia débil por muchas razones. En primer lugar esta está dividida y cuenta con muchas visiones diferentes de lo que es en todo el mundo y en consecuencia, cuenta con diferentes modelos interpretativos.
Si pensamos que es una ciencia natural, como cualquier otra ciencia, se debería realizar una pequeña hipótesis para una mejor comprensión, con respecto al objeto de estudio de su disciplina.
Esta comprensión debe estar respaldada por evidencias y estas evidencias deben estar al nivel del evento que se debe explicar. De hecho, uno de los intentos de fortalecer la debilidad de la psicología es buscar explicaciones recurriendo a opciones reduccionistas, es decir, desde el nivel de psicología hasta el de biología (fisiología, neurofisiología, neuroquímica, neurología, etc.).
En un centro psicólogos en Marbella te ayudarán a aclarar este tipo de dudas, en caso de que las tengas, ya que algo que parece tan fácil, para muchas personas es algo difícil de entender.
«Las neuronas nos explican quiénes somos»
En este momento hay que ver qué es lo que puede ofrecer la psicología a nuestro mundo actual.
En primer lugar la psicología ha realizado una importante contribución a la hora de comprender cómo actuamos, cómo pensamos, cómo recordamos, etc. Durante años se ha pensado en el hombre como un ser racional, que sabe cómo elegir lo mejor, al menos para sí mismo y que pierde el control de la razón sólo en circunstancias emocionales especiales.
La investigación sobre las decisiones bajo incertidumbre llevadas a cabo por Tversky y Kahneman, Premio Nobel de Economía 2002, mostró que de hecho, este control racional es muy relativo y las imperfecciones y desequilibrios de nuestros procesos mentales son una constante, por eso es tan importante visitar los mejores psicólogos en Málaga, ya que estos nos ayudarán a llevar ese control racional por buen puerto.
Somos seres racionales, pero con una racionalidad limitada
Como seres racionales continuamos cometiendo errores y aunque somos conscientes de lo que somos, nos guiamos por la heurística, la capacidad adquirida por el cerebro durante la evolución.
Las heurísticas fueron útiles para la supervivencia humana, de hecho y en entornos peligrosos donde el homo sapiens pasó de ser la presa al depredador y donde el cerebro ha evolucionado, las decisiones tenían que ser rápidas, eficaces y conservadoras.
El apoyo de la heurística nos ahorra tiempo y esfuerzo en la toma de decisiones simples o a la hora de crearnos una opinión y/o situaciones inmediatas en las que nos encontramos.
Estamos llenos de distorsiones cognitivas o sesgos cognitivos, nos guiamos por heurísticas, habilidades adquiridas por el cerebro en el curso de la evolución.
La comprensión y conciencia de nuestros sesgos ha llevado al desarrollo de procedimientos para contrarrestar errores en muchos campos, desde errores clínicos en el quirófano, a la hora de pilotar un avión, hasta procedimientos para promover un comportamiento saludable, como por ejemplo en la dieta.
¿Por qué acudir a un psicoterapeuta?
Se puede pensar que acudir al psicoterapeuta significa asumir un compromiso que durará años y años. Esto puede desalentar a aquellos que necesitan una cura y quizás hacer que renuncien por temor a no poder pagarla.
De hecho solía ser así y las vías terapéuticas duraban mucho tiempo, a menudo incluso durante dos o tres veces por semana.
Sin embargo, hoy existen diferentes posibilidades y algunas pautas, como la estratégica corta, donde se pueden resolver muchos problemas comunes en poco tiempo. Pero una recomendación que te hacemos es que no quieras correr, ya que todo lleva su tiempo, así que lo primero que tienes que hacer es asistir a algún centro psicólogos en Fuengirola y explicarles qué es lo que te atormenta.
Sé sincero, si el dinero es uno de los motivos, puedes hablar con un psicólogo y él te dirá cómo ve todo este asunto, ya que todo va a depender de lo que te lleve a él o ella.
¿Cómo elegir un buen psicólogo?
El poder abrirte al 100 % con tu psicoterapeuta es importante, pero confiar en ello es aún más.
Por este motivo solo hay dos formas de encontrar el terapeuta adecuado para nosotros, la primera forma es como referencia de parte de algún familiar o amigo y la segunda es mirar a través de internet diferentes opiniones de profesionales, como pudiera ser el caso de Hernández Psicólogos.
En ambos casos lo primordial es sentirse cómodo con el profesional, ya que muchas veces no es difícil adaptarnos a diferentes profesionales y la psicología no es una excepción.
Es importante no perder la confianza de inmediato en caso de una no muy buena experiencia, ya que la primera vez que asistimos a la consulta de cualquier tipo de médico, siempre vamos con cierto recelo, y nuestra mente puede jugarnos muy malas pasadas.