¿Cómo nos afecta la llegada de la Navidad?

La llegada próxima de las fiestas navideñas y todo lo que ello conlleva nos afecta a todos, aunque no sea de la misma manera. En estas fechas se suceden diferentes compromisos como comidas familiares, reuniones con amigos que vuelven a casa por Navidad, las fiestas de fin de año, las compras de regalos, entre muchas otras tradiciones que año tras año se repiten. Normalmente, todos estos hábitos festivos se asocian a un tiempo de alegría y paz, pero también pueden acarrear el llamado estrés navideño. 

A muchos les entusiasma ver que a finales de noviembre las calles y los centros comerciales se llenan de luz y color, calentando el ambiente de cara al periodo festivo. Los más hogareños se sienten totalmente emocionados porque se reunirán en familia para las comidas y cenas de Nochebuena o Nochevieja.

Los que prefieren ver el invierno desde la ventana de casa y adoran el plan de “sofá, manta y película” se encierran durante las tardes más frioleras para estar delante de la televisión. Este medio de comunicación aprovecha estas festividades para añadir diferentes programas navideños a su parrilla y basar su programación en la emisión de películas de la misma temática.

Sin embargo, no todo el mundo es igual ya que ciertas personas son reacias a este tipo de costumbres típicas de las celebraciones navideñas. El estrés de la preparación de los platos perfectos para sorprender a los invitados es muy frecuente en aquellos que tienen como tarea cocinar. La falta de tiempo, el miedo a las críticas cuando algo sale mal o el simple esfuerzo empleado conduce al cansancio, a la falta de sueño, al malhumor y al estrés.

Para evitar estas situaciones conviene intentar tomarse todo con más calma y relajarse de vez en cuando, recuperando el espíritu navideño que nos inundaba de niños.

En algunos de estos debemos ayudar a Papa Noel a llegar a la fábrica de regalos para que llegue a tiempo de repartir todos; en otros debemos encontrar adornos para el árbol de Navidad.  Muy diferentes formatos pueden ayudar a evadirnos o incluso coger fuerzas para resistir las fiestas.

Por si esto no fuese suficiente, cabe recordar que la dieta debería estar prohibida en estas fechas. Con todos los delicatessen que se preparan durante casi un mes de periodo festivo, es imposible resistirse a probar bocado.

En cada mesa se incluye al menos alguno de los todos los tipos de mariscos que llenan las tiendas: langostinos, cigalas, gambas… Los que son más de carne adoptan la tradición estadounidense, preparando un delicioso pavo al horno. Y para los más golosos, no nos podemos olvidar del postre: turrones, mazapanes, roscón de Reyes, trufas, galletas de jengibre, polvorones…

Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es endulzar el paladar y darle unos minutos de descanso al cuerpo y la mente, que después de un año entero trabajando, se merecen un poco de relax.

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