Cuando una persona sufre depresión pueden surgir en su pareja sentimientos de incomprensión, de duda, de frustración e incluso de culpa irracional.
Ocurre a menudo que la pareja se siente perdida sin saber cómo puede acompañar o ayudar a la persona que quiere, y que ha desarrollado un trastorno depresivo. Se recomienda en estos casos:
Infórmate acerca de la depresión
El primer paso es informarse acerca de los síntomas específicos de la depresión. Las personas que sufren depresión presentan durante al menos 2 semanas, casi todos los días, 5 o más de los siguientes síntomas:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día que se transmite a través de sentimientos de tristeza, vacío, desesperanza, llanto continuado, etc.
- Disminución del interés por aquellas actividades que antes le gustaban.
- Cambio drástico en la alimentación (aumento o disminución del apetito)
- Alteración del sueño (insomnio o hipersomnia)
- Agitación o enlentecimiento a la hora de realizar actividades
- Aparece una sensación de fatiga o pérdida de energía
- Sentimientos inutilidad o culpa excesiva
- Problemas de concentración o dificultades en la toma de decisiones
- Ideas recurrentes relacionadas con la muerte o el suicidio
Estos síntomas interfieren en su funcionamiento cotidiano y no se deben a la ingesta de medicamentos, drogas o a otra condición médica.
También es necesario distinguir un trastorno depresivo del duelo que uno atraviesa tras una pérdida significativa, como ocurre tras la muerte de un ser querido, la aparición de una enfermedad o cualquier pérdida que a uno le proporcionase seguridad y bienestar.
En caso de percibir o sospechar que tu pareja pueda estar padeciendo una depresión es necesario que se confirme acudiendo a un profesional de la salud mental, ya que son éstos los que cuentan con la capacitación adecuada para poder llevar a cabo un diagnóstico psicológico.
Se consciente de los sentimientos que te provoca la depresión de tu pareja
Es fundamental que la pareja se pare a reflexionar de una manera honesta acerca de lo que le provoca la depresión del otro. ¿Siento enfado, rabia, tristeza, culpa?
Y si se mezclan algunos de esos sentimientos, ¿cuál está pesando más ahora mismo, cuál me está afectando más?
Es importante que te permitas expresar tus sentimiento sin sentirte culpable o egoísta (“yo no tengo derecho a sentirme mal, porque el que realmente está sufriendo por su depresión es mi pareja”).
Quizás puedas desahogarte con tu familia, con tus amigos o incluso con algún profesional para recibir apoyo, ordenar tus ideas y buscar soluciones.
Que te des tiempo para ti, expresando lo que te hace sentir la depresión de tu pareja no significa que a la vez no entiendas que la depresión es muy dura para quién la padece, que uno no elije sufrir de esa manera, sino que maneja las situaciones de su vida (pérdidas, traumas, estrés, etc.) lo mejor que puede y sabe en ese momento.
La pareja puede acompañar e intentar ayudar a la persona que padece depresión hasta un punto, porque la responsabilidad de llevar a cabo un tratamiento, que le ayude a desarrollar herramientas personales más saludables para enfrentar sus dificultades, es de la persona que padece la depresión.
Desarrolla una actitud de escucha activa con tu pareja
Es fundamental permitir el desahogo de las personas que padecen depresión, sin que se les juzgue por sentir lo que sienten o por tener los pensamientos que tienen.
Puede que no se entienda o no se comparta lo que el otro dice, pero no debemos quitarle importancia, porque esa persona está sufriendo de verdad por dentro. Que alguien te escuche, acoja tu dolor sin cuestionarlo ni juzgarlo, con una actitud de empatía es en sí ya muy beneficioso.
Conviene evitar comentarios que generen presión o menosprecien las dificultades del otro, como por ejemplo: “Venga, que no es para tanto… A mi me pasa igual… No seas tan dramático… No llores…”
En cualquier caso, es necesario que la escucha, el interés y el apoyo sean genuinos. Si te gustaría comprender a tu pareja, pero por alguna razón no logras hacerlo o interfieren otros sentimientos (como por ejemplo, el enfado) para que puedas apoyarla, no te fuerces.
Si te obligas a entenderla probablemente surgirá un conflicto interno y de alguna manera saldrán los sentimientos que tengan más fuerza en ti (puede que intentes escuchar, pero a la vez estés impaciente, esperando que acabe ya; o que te enfade lo que dice; etc.).
No hay sentimientos malos, sino que es importante ver qué dicen de ti acerca del lugar en el que te encuentras y de lo tú también necesitas.
Muestra cariño y afecto
Que alguien exprese afecto y cariño en los malos momentos de su pareja es una muestra de que el amor que se tiene es a pesar de la mala racha del otro, a pesar de su depresión.
El amor que se expresa es un amor fuerte, que no se construye desde la superficialidad, sino desde lo que la pareja sabe de la persona a la que quiere, desde lo que la pareja ve más allá de la dificultad psicológica.
De nuevo debe ser algo que uno sienta de manera sincera, sin imponerse nada. En caso de que el sentimiento de amor haya ido desapareciendo o de que la situación desborde a la pareja, es lícito decidir terminar con la relación.
Nadie tiene que cargar con la responsabilidad de salvar a otra persona. La pareja tiene que sostenerse siempre sobre otros cimientos.
Anima a tu pareja a buscar ayuda profesional
Es muy complicado superar un trastorno psicológico sin ayuda de un profesional. A veces uno tarda en encontrar al profesional con el que encaja y con el que va percibiendo avances en su sintomatología y problemática, pero una vez encontrado, puede ser de gran ayuda.
La terapia psicológica se complementa en ocasiones con un tratamiento psiquiátrico, pero para que el tratamiento tenga éxito es necesario que la persona obtenga herramientas personales que la ayuden a superar sus traumas y a enfrentar los retos de su vida cotidiana.
La pareja también puede beneficiarse de un apoyo psicológico, ya sea para entender mejor la problemática de la otra persona o para recibir apoyo por el desgaste emocional que está dándose en la relación.