Escala de autoestima de Rosenberg: ¿cómo se utiliza?

La autoestima es uno de los factores más importantes para el equilibrio y el bienestar de una persona. Un concepto que, a día de hoy, va teniendo un peso muy importante a la hora de tener en cuenta nuestra salud mental. En este artículo veremos el concepto de autoestima y la forma que se ha utilizado tradicionalmente para medirla mediante la escala de autoestima de Rosenberg.

¿Qué es la autoestima?

Podríamos definir la autoestima, a grosso modo, como un conjunto de pensamientos, evaluaciones, percepciones y sentimientos respecto a uno mismo.

Una visión global hacia nuestra manera de comportarnos, nuestra manera de ser y el valor que le damos a aquellos rasgos característicos tanto sobre nuestro carácter como sobre nuestro cuerpo. Es decir, el valor que nos damos por el conjunto de todo lo que somos.

Es la valoración que hacemos del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad.

La escala de Rosenberg para medir el grado de autoestima

A lo largo de la psicología, esta competencia ha sido una de las más estudiadas por los distintos autores para poder intentar crear una definición exhaustiva y completa. Entre estos autores, nos encontramos con el doctor Morris Rosenberg. Un sociólogo que en el año 1965 publicó un libro donde presentó una escala para medir el grado de autoestima en un individuo. Este libro se titula libro -Society and the adolescent’s self-image- (“La sociedad y la autoestima del adolescente”).

Rosenberg, hizo un largo recorrido a través de su trabajo y estudio sobre la autoestima y el autoconcepto. En la actualidad, sigue siendo un gran referente en este campo y, gracias a su escala, podemos medir estos dos conceptos.

Pero antes de profundizar en esta escala, es importante que, de la misma manera que hemos definido qué es la autoestima, saber qué es el autoconcepto, ya que, suele haber confusión entre ambos conceptos, aunque mantienen un vínculo estrecho ya que, no podríamos entender la autoestima sin la presencia del autoconcepto.

¿En qué consiste el autoconcepto?

A diferencia de la autoestima, el autoconcepto es la imagen que tenemos de nosotros mismos. Es decir, a través de distintas variables, nos creamos una opinión sobre cada uno de nosotros basada en distintos juicios y creencias.

Por tanto, cuando hablamos de autoconcepto, estamos hablando de la forma en la que nos percibimos, mientras que la autoestima, es la valoración que hacemos de nosotros mismos en base a nuestro autoconcepto.

Los 10 items de la escala

Morris Rosenberg realizó una escala de autoestima (EAR, Rosenberg Self Esteem Scale, 1985), de aplicación fácil y rápida utilizada en diversas investigaciones tanto psicológicas como psiquiátricas, para medir ambos conceptos a través de 10 ítems en los que cada uno de ellos mide la valía personal y la satisfacción con uno mismo.

La Escala de Autoestima de Rosenberg ha sido traducida a 28 idiomas, y validada interculturalmente en 53 países.

Cada ítem se puntúa del 0 al 3 en función del grado en que la persona que contesta se identifica con la afirmación que lo constituye, siendo la mitad de las frases formuladas de forma positiva y las otras haciendo referencia a opiniones negativas. Así, el 0 se corresponde con estar muy en desacuerdo y el 3 con estar totalmente de acuerdo.

Los 10 ítems que componen la escala de Rosenberg son los siguientes:

  1. Siento que soy una persona digna de aprecio, al menos tanto como los demás.
  2. Siento que tengo cualidades positivas.
  3. En general, me inclino a pensar que soy un/a fracasado/a.
  4. Soy capaz de hacer las cosas tan bien como la mayoría de los demás.
  5. Sientoquenotengomuchodeloqueenorgullecerme.
  6. Adoptounaactitudpositivahaciamímismo/a.
  7. Enconjunto,mesientosatisfecho/aconmigomismo/a.
  8. Me gustaría tener más respeto por mí mismo/a.
  9. A veces me siento ciertamente inútil.
  10. A veces pienso que no sirvo para nada.

Puntuaciones de la escala de autoestima de Rosenberg

Los ítems positivos (1, 2, 4, 6 y 7) se puntúan de 0 a 3, mientras que los ítems 3, 5, 8, 9 y 10 se valoran en sentido inverso. Una puntuación inferior a 25 indica una autoestima baja, situándose la autoestima normal entre los 26 y los 29 puntos. 30 es la mayor puntuación posible.

Por lo general la autoestima alta refleja e implica estabilidad y bienestar psicológico, mientras que una autoestima baja se relaciona con inestabilidad emocional e inseguridad. Por tanto, los resultados para el test son los siguientes:

Puntuación entre 0 y 25

Muestra de autoestima baja. Implica una visión muy negativa y de poco valor hacia uno mismo. En este punto es necesario reconstruir creencias y analizar los propios juicios negativos.

Puntuación entre 26 y 29

Muestra de autoestima normal-alta. El resultado indica que se tiene suficiente confianza en uno mismo. Eso permite afrontar la vida con cierto equilibrio, imprescindible para asumir las dificultades del camino.

Puntuación máxima de 30

Muestra de autoestima buena. La persona cree plenamente en ella y en su trabajo; esto da bastante fuerza. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que puede implicar el hecho de quererse excesivamente a uno mismo y poco a los demás y caer en el egocentrismo. Puede resultar contraproducente, ya que puede conducir a tener conflictos y ser rechazado.

¿Sobre quiénes se puede utilizar la escala?

En sus inicios, la escala de autoestima de Rosenberg se utilizaba con el objetivo de medir la autoestima de los adolescentes, pero con los años, se ha ido generalizando al estudio y aplicación de los adultos, tanto hombres como mujeres de todas las edades, e incluso en la actualidad, se utiliza como instrumento para valorar tanto poblaciones generales como clínicas.

Cabe a destacar que, conocer el nivel de autoestima de las personas es una manera de aproximarse a sus creencias más interiorizadas acerca de sí mismas. Ya que, cuando las personas piensan en sí mismas, es importante tener en cuenta dónde ponemos el foco. Es decir, cuando hablamos o pensamos en cómo y quiénes somos, podemos hacerlo desde dos enfoques: Aquello que te gusta de ti o, por el contrario, aquello que no te gusta.

Muchas de las veces, suele ocurrirnos que nos hablamos o pensamos a través de un diálogo interno negativo y nos vienen a la cabeza pensamientos en bucle que solamente tienen una función y muy poco productiva: hacernos daño.

Para ello, debemos tener muy en cuenta y conocer cuáles son nuestras creencias limitantes que van surgiendo desde la infancia hasta la persona que te has convertido hoy en día. Estas creencias pueden haber sido tanto inculcadas por ti como por tu familia, colegio, amigos, entorno…y sin hacer ningún tipo de filtro, compramos estas creencias y nos quedamos con ellas haciéndolas tu verdad más absoluta.

El trabajo más difícil no es detectar cuáles son tus creencias limitadoras, sino el poder romper definitivamente con ellas.

Hablarse a través de estas creencias negativas, lo que hace es alimentar ese malestar interno y esa baja autoestima. Está en tus manos cambiarlas por otras creencias positivas hacia uno mismo. De este modo, conseguirás darles más valor y empezarán a tener un papel importante en tu vida y hará que empieces a actuar en base a ellas.

Estudios transculturales

Es importante tener en cuenta el factor del diálogo interno y hablarnos desde creencias potenciadoras, ya que, muchos estudios transculturales realizados a través de la escala de autoestima de Rosenberg, han demostrado que las personas tendemos a autoevaluarnos de forma positiva, independientemente de la cultura que haya en nuestro entorno. Esta escala, nos puede ayudar a reconocer el foco desde dónde nos estamos evaluando y observando.

Validez y fiabilidad de la escala de autoestima

Varios estudios han verificado la validez y la fiabilidad, es decir, cuando hablamos de validez estamos describiendo el grado en que el instrumento mide lo requerido (en este caso la autoestima) y, cuando hablamos de fiabilidad la ausencia de errores al medir de esta escala a nivel psicométrico.

Existen valores respecto a la fiabilidad test-retest y el coeficiente alfa de Cronbach que confirman las propiedades tan óptimas a nivel psicométrico de la escala de autoestima de Rosenberg.

Por tanto, podemos concluir, entendiendo que para Rosenberg la autoestima es un sentimiento hacia uno mismo que puede enfocarse como positivo o como negativo, el cual, esta se construye a través de una evaluación de las características de uno mismo.

Por ello, es importante saber identificar todos los pensamientos que tengas sobre ti que sean negativos y aquellas críticas destructivas que te surjan y que consideres que están dañando tu capacidad, tu autoestima y sobre todo, tu amor propio, para así, empezar a poner el foco en todos aquellos aspectos positivos que hay en ti.

Una de las mejores herramientas para ello es el autoconocimiento. La escala de Ronsenberg, es una casilla de partida para empezar un camino hacia tu autoestima y tu amor propio.

Irene Gutiérrez Coranti
Psicóloga y Psicoterapeuta humanista e integrativa.