Mitos y enemigos del tiempo

Los mitos y enemigos del tiempo son circunstancias que repercuten negativamente en la realización de las actividades, por los diferentes pretextos que se utilizan cuando no se pueden cumplir, aunque estén planificadas con antelación.

El hombre por más que lo desee, no puede administrar el tiempo, puesto que fluye independientemente de los intentos de controlarlo. Todos los seres humanos tenemos 24 horas cada día y somos libres para decidir si lo usamos sabiamente o lo malgastamos, sabiendo que el tiempo se va para siempre.

Pensando en esto, hoy queremos presentarte a los mitos y enemigos del tiempo:

¿Qué son los mitos y enemigos del tiempo?

Los mitos son inventos irreales que utilizamos para justificar el atraso en las tareas cotidianas y que se convierte en enemigos del tiempo.

Hay algunos mitos y enemigos del tiempo que son difíciles de controlar porque son producto de factores externos, en cambio, las disculpas de carácter personal se pueden dominar porque son internas y dependen de nosotros mismos 

Mitos sobre el tiempo 

Para profundizar en el tema de mitos y enemigos del tiempo, empezaremos por hablar de los mitos. Estos son los principales:

El mito de la actividad

Consideramos que alguien es eficiente al realizar más actividades en menos tiempo. La anterior afirmación no es cierta, porque lo importante no es hacer muchas cosas, sino hacerlas bien hechas.

Se ha descubierto que al final de una jornada de trabajo de 14 horas o más, el resultado es de mala calidad y aparte afecta la capacidad de creatividad, razonamiento, la salud física y salud mental de quien realiza la labor. 

El mito del hombre equipo 

Muchas personas creen que no puede delegar las tareas creyendo que nadie lo hará más rápido. Sin embargo, los resultados son mejores al encomendar ciertas tareas a una persona con el conocimiento para realizar el trabajo.  Es imposible estar en todo al mismo tiempo, por varias razones: se invaden labores de otras personas, hay agotamiento, irritabilidad, estrés y por ende baja calidad en la actividad y conflictos. 

El mito de la decisión aplazada 

A veces creemos que es necesario tener recopilada toda la información para tomar una decisión, sin embargo, se considera que es un mito porque es difícil tener toda la información actualizada, teniendo en cuenta que puede surgir información nueva constantemente. Las consecuencias relacionadas con aplazar, pueden ser retrasos importantes en la actividad, además de que postergar la toma de decisiones, solo causa fatiga, estrés, ansiedad y preocupación.  

El mito del indispensable 

Los resultados son directamente proporcionales a la cantidad de trabajo invertido, se cree que por trabajar mas horas esta mejor realizada la labor, al contrario, la calidad disminuye porque hay cansancio, se es más productivo si se tienen planeadas menos actividades.

El mito de ahorrar tiempo

Este mito se refiere a que se considera que se puede ahorrar tiempo haciendo solo las actividades más fáciles, pero esta misma facilidad de ahorrar tiempo puede generar más trabajo porque se pueden estar descuidando asuntos que requieren tiempo en la realización para garantizar calidad y éxito. 

El mito de trabajar contra el tiempo 

Muchas personas dicen que trabajan mejor contra el tiempo, es decir le echan la culpa al tiempo para justificar los retrasos en su actividad, lo que genera ansiedad y estrés. 

Enemigos del tiempo 

Es importante reconocer los enemigos del tiempo también conocidos como ladrones del tiempo, se tiene la ventaja de poder acabar con ellos por ser nuestros, consiguiendo una vida laboral y personal armónica.

En cuanto a los mitos y enemigos del tiempo, se debe decir que existen enemigos del tiempo externos e internos, a continuación profundizaremos en cada uno de ellos:

Enemigos externos 

Este tipo de enemigos del tiempo, son producto de circunstancias o eventos que no dependen de nosotros y que no podemos controlar, estos no se consideran ladrones de tiempo, sino efectos colaterales que hacen parte del trabajo. Los más importantes son:

Reuniones laborales 

Las reuniones son importantes para la toma de decisiones o instrucciones de trabajo colectiva. No obstante para efectos de productividad, es necesario pensar si citar a una en realidad es indispensable, además de preparar el tema con anterioridad ciñéndose a la misma y con un tiempo definido.

Con la tecnología las reuniones online tienen ventajas, pero se convierten es uno de los mayores enemigos por los inconvenientes que surgen por la conexión, falta de organización de las mismas, entre otros factores.

Llamadas de teléfono 

El teléfono ayuda a ganar tiempo, pero si se extiende la llamada se pierde la concentración en las actividades que se están realizando. Existen opciones para evitar este enemigo, algunas de ellas son: desconectar el teléfono, no contestar o poner en modo avión en caso de los celulares.

El correo electrónico  

El e-mail ayuda a agilizar actividades, pero son enemigos del tiempo, porque las ventanas emergentes nos están mostrando llegada de correos, e interrumpimos para abrirlos.

Visitas inesperadas 

Generalmente las visitas están programadas, pero hay algunas imprevistas de compañeros o usuarios que se convierten en enemigos del tiempo, es de tener en cuenta que la visita llega por algún motivo, el cual debemos escuchar y dar respuesta, peo es importante no dejar que se extienda.    

Situaciones imprevistas

Son estados de emergencia que se generan por actividades mal realizadas o que no se hicieron y que requieren tiempo para resolverlas, lo que genera atrasos en otras tareas.

Espacios de trabajo inadecuados

Se refiere a las condiciones de las instalaciones para realizar las actividades, como infraestructura o inmobiliaria inadecuada, factores ambientales como el ruido, el exceso de luz entre otros se convierten en enemigos y más cuando es teletrabajo.  

Otros factores son la tramitología, desconocimiento de las tareas e imprevistos que pueden generar que no optimicemos el tiempo tanto como deberíamos.

Enemigos internos 

Son considerados los verdaderos ladrones del tiempo. Estos son generados por nosotros mismos, y por lo tanto podemos identificarlos y controlarlos.

Procrastinar

Es la costumbre de aplazar tareas indefinidamente, generalmente lo hacemos con las actividades que menos nos gustan, y se vuelve un círculo vicioso en el que luego el incumplimiento nos genera estrés.

Objetivos confusos 

No tener unos objetivos claros, llevará a que se haga una mala planificación, que cambiara constantemente y generara conflictos con otras actividades.

No tomar decisiones

No tomar decisiones por no tener la información necesaria puede generar crisis y hacernos perder oportunidades importantes para el desarrollo efectivo de nuestras actividades.

No saber decir NO

Decir si a todo hace perder tiempo valioso, principalmente porque nos sobrecargamos de trabajo y luego podemos tener episodios de estrés o angustia por no poder cumplir con todo a cabalidad.

Incapacidad de delegar

Delegar evita la sobrecarga de trabajo y el riesgo de cometer errores, cuando no delegamos nos llenamos de tareas y esto hace que seamos menos efectivos, llegando incluso a tener bloqueos mentales o emocionales.

Falta de concentración

La falta de concentración y el cansancio llevan a que las actividades queden mal hechas, aparte de que se juega con la salud mental y física. 

Mala comunicación 

La comunicación clara, concreta y concisa es determinante para el éxito de las actividades. Es por esto que la mala comunicación es el primer enemigo que genera conflictos en diferentes áreas.

En términos generales estos son los mitos y enemigos del tiempo. Sin embargo, ahora que lo sabes, puedes tomar medidas para convertir el tiempo en tu aliado y no en una causa de angustia.

Referencias bibliográficas

Estrada, M. R. (2015). Administración del tiempo (Vol. 1). Editorial El Manual Moderno.

Pérez Ibarra, A. D. J. (2016). La administración del tiempo: una prioridad en la vida. Revista de la Universidad de la Salle2016(69), 193-205.

Tracy, B. (2016). Administración del tiempo (Vol. 7). Grupo Nelson.

Karla Arango
Editora, correctora de estilo, investigadora literaria y poeta.