Nutrición en el adulto: así puedes cuidar tu alimentación para mejorar tu calidad de vida

Alimentarse es una función humana necesaria para mantener la salud, vitalidad y funciones cognitivas en buen estado. Sin embargo, “alimentación” no significa “nutrición” cuando no cumple con las necesidades del cuerpo, como el aporte de vitaminas, minerales y otros nutrientes. En ese sentido, contar con una buena nutrición en el adulto asegurará un buen estado de salud a lo largo de la vida. 

Si bien el tipo de alimentos que se ingieren a diario depende en gran medida de las tradiciones, el entorno, la cultura y el lugar, el ser humano tiene requerimientos básicos que van cambiando con el paso de los años. Por eso, la nutrición en el adulto joven es necesaria para prevenir enfermedades como obesidad, diabetes e hipertensión. 

A continuación, te explicaremos ¿cómo puedes cuidar tu alimentación y cómo las necesidades nutricionales van cambiando en la vida? Con grandes diferencias entre la juventud y la vida adulta.

¿Cuál es la diferencia entre la nutrición de un joven y de un adulto mayor?

Los alimentos son una poderosa fuente de sustancias químicas que incluyen vitaminas y minerales fundamentales para la nutrición en el adulto. Sin embargo, estos representan un número muy limitado de sustancias útiles para el organismo. No existe un alimento que contenga todo lo que el organismo necesita y, de hecho, algunos componentes de ciertos alimentos resultan nocivos para la salud. 

La principal diferencia entre «alimentación» y «nutrición» es que la primera abarca el proceso de tomar sustancias necesarias para el cuerpo a través de los alimentos de nuestra dieta. Por otro lado, la nutrición se refiere al conjunto de procesos mediante el cual el cuerpo transforma esas sustancias con el fin de aportar energía, formar estructuras nuevas en el organismo y destinarlas al metabolismo. Así, el cuidado de la nutrición en el adulto joven es necesaria para prevenir malos hábitos que conlleven al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales, diabetes o hipertensión.

Una buena alimentación durante la juventud hará que la persona tenga mayores probabilidades de contar con buena salud en la tercera edad, momento en que los requerimientos nutricionales cambian.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT), el 75.2% de las personas mayores de 20 años viven con sobrepeso y obesidad. Y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se ha triplicado en todo el mundo desde 1975. 

Asimismo, cuidar la nutrición en el adulto mayor es fundamental para sobrellevar las condiciones médicas y los cambios en el metabolismo propios de la edad. Por esta razón, es importante acercarse a profesionales de la salud que ayuden a elegir opciones más saludables de alimentación, y así obtener los nutrientes necesarios en cada etapa de la vida. 

¿Cómo funciona la pirámide nutricional? 

Al hablar de las diferentes necesidades nutrimentales a lo largo de la vida no se puede evitar mencionar uno de los esquemas más útiles para entender los requerimientos alimenticios. Nos referimos a la pirámide nutricional, una forma triangular que orienta sobre la frecuencia y las cantidades que debemos consumir de distintos alimentos. 

En la base de la pirámide se encuentran los alimentos de mayor peso en la nutrición diaria de una persona. Y a medida que subimos los distintos niveles, aparecen otros alimentos que se deben consumir en menor cantidad para asegurar un buen estado de salud.

En el último nivel, representado en el vértice de la pirámide, se encuentran aquellos alimentos de consumo opcional y ocasional. También existe una reinterpretación de la pirámide que se presentó en 2016 y en cuya base no hay alimentos, sino recomendaciones para llevar un estilo de vida saludable. 

Algunas de estas recomendaciones incluyen realizar al menos 60 minutos de actividad física diaria, mantener un equilibrio emocional, tomar de 4 a 6 vasos de agua al día y realizar 3 a 5 comidas al día en horarios regulares, entre otras. En cualquier caso, es importante complementar estas acciones con el cuidado de la nutrición en el adulto y la asesoría personalizada de profesionales de la salud.

Fuentes consultadas:

Psicocode
Portal web especializado en Psicología y Desarrollo Personal.