Lista de los tipos de drogas psicodélicas

Alteración de los procesos cognitivos y de la percepción de la realidad, esos son los efectos generales y globales de las drogas psicodélicas, sustancias psicotrópicas presentes, tanto en la naturaleza como en productos de origen sintético.

Este tipo de drogas y sus efectos están bien documentados y algunas de ellas forman parte de la cultura popular de muchas civilizaciones. De hecho, las primeras drogas psicodélicas o alucinógenas se conocen gracias a que su consumo por parte de civilizaciones antiguas, les brindaban notoriedad y protagonismo, e incluso, hoy forman parte de ceremonias y rituales ancestrales. Otras, sintéticas, son tan populares que una simple referencia bastará para saber de qué elemento se trata.

Ácido

El ácido es el mote por el que se conoce comúnmente al L.S.D., la sustancia psicodélica sintética más potente que existe en el mundo y una de las más populares, sin duda.

Si bien es cierto que tuvo su auge en las sociedades de los años 70 -sobre todo gracias al movimiento hippie-, en la actualidad sigue siendo un producto altamente consumido en algunas regiones de todo el mundo.

El ácido, tripi, o dietilamida del ácido lisérgico, fue sintetizado en 1938 por Albert Hofmanns, un reconocido químico de origen suizo que accidentalmente creó el producto como una respuesta a problemas circulatorios.

Entre sus efectos más conocidos se pueden encontrar:

  • Actividad neuronal: muchos experimentos han demostrado de forma científica que la actividad neuronal de un individuo -cualquiera, con o sin adicción- sometido a los efectos del LSD, es muy superior a cualquier otro individuo con cualquier otro placebo o estímulo. Así, su potencia no sólo está relacionada con las alucinaciones que puede provocar, sino también con un incremento en las capacidades del cerebro, para regenerar su principal activo, las neuronas.
  • Prolongación exagerada del viaje: en la cultura popular, se le denomina ‘viaje’ a estar bajo los efectos de una droga psicodélica o alucinógena. Algunos podcast hablan más de ellos, de su prevención y hasta de las teorías que apoyan sus beneficios. El LSD tiene entre sus principales características, una prolongación de los efectos, que puede superar tranquilamente las 12 horas.
  • Consciencia: sentir que las habilidades de razonamiento profundo se exacerban, es uno de los efectos más conocidos del ácido.

Éxtasis

Otro nombre, otro mote. El éxtasis es el nombre por el que se conoce a las pastillas más célebres del mundo de los alucinógenos sintéticos, las de MDMA. Descendiente de las anfetaminas, su nombre es en realidad la explicación de sus principales efectos, ya que es un potente estimulante del Sistema Nervioso Central, lo que lleva a producir precisamente eso, éxtasis.

Por su efecto sobre el Sistema Nervioso Central, puede producir poderosos escalofríos, taquicardia y una elevada presión arterial, a la vez que está relacionado con sensaciones de irritabilidad o un sentido del humor aumentado, relacionado también con un incremento excesivo del apetito sexual.

Dadas las características de los efectos que produce, está muy asociada esta droga a los eventos nocturnos, donde su consumo se ha hecho popular en algunas sociedades, a pesar de ser ilegal. Su efecto secundario más notable es un agotamiento que puede durar incluso semanas, antes de que el cerebro y el cuerpo vuelvan a funcionar con aparente normalidad.

Hongos

Se conoce por hongos o setas -incluso, setas mágicas- a una completa y numerosa cantidad de especies Fungi, que a menudo, se denominan por el elemento alucinógeno común: Psilocibina.

Peligrosas y tóxicas cuando no se eligen bien, las setas mágicas forman parte de rituales indígenas desde el principio de los tiempos -sobre todo en tribus europeas- y producen una alteración en los niveles de serotonina del cuerpo, lo que las convierte en drogas meramente recreativas y cuyos efectos son más que todo visuales.

Así, los hongos o las setas se caracterizan por generar alucinaciones sensoriales, con imágenes y colores dispersos, a la vez que se produce un importante incremento de la sensibilidad en todos los sentidos.

Mescalina

También se conoce como Peyote, por la especie de cactus donde se encuentra. Es una droga de origen natural muy potente -incluso más poderosa que el LSD-, que es común en las tradiciones indígenas de la frontera entre México y Estados Unidos.

Aún hoy, la Mescalina forma parte de los rituales religiosos de muchas tribus mexicanas y, también, de las iglesias nativas norteamericanas.

Se caracteriza, principalmente, por tener efectos similares, y mucho, a los que tiene el ácido o LSD. Pero a juicio de los expertos, su potencia es muy superior al del mencionado alucinógeno sintético, a la vez que pueden durar hasta 3 veces más, lo que la convierte en uno de los elementos naturales de más cuidado dentro del grupo de los alucinógenos.

DMT

Es el compuesto psicodélico que se encuentra dentro de la planta de ayahuasca -nativa de los andes sudamericanos-. Conocida mundialmente por formar parte de la tradición de tribus indígenas peruanas y bolivianas -que lo consumen en forma de té y con bastante asiduidad-, la planta de la que se obtiene es inofensiva cuando se consume de forma oral.

En cambio, cuando esa planta se combina con la chacruna -otra especie vegetal autóctona de los Andes-, los efectos del DMT son procesados por el cerebro y algunos de ellos tienen una importancia muy elevada desde el ámbito espiritual.

A modo resumido, suele decirse que el DMT provoca una sensación similar a encontrarse frente a la muerte, con la sensación de ver como ‘la película de la vida’ pasa frente a la persona, con recuerdos nítidos de su infancia, con conversaciones nítidas que pudo tener hace muchos años, e incluso, con manifestaciones espirituales que tienen gran realismo, pero en el momento no logran identificarse. Es una droga muy utilizada en retiros espirituales.

Ololiuqui

De efectos similares a los del LSD o la Mescalina, es una droga de origen natural muy peligrosa y con notables consecuencias para quien la consume. Sus efectos alucinógenos no suelen tener tanta intensidad, ni prolongarse tanto en el tiempo; pero sus efectos secundarios son muy desagradables y prolongados, entre los que se encuentran, la falta de energía o desánimo, la taquicardia y el vómito.

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