Los mayas fueron una de las civilizaciones precolombinas más importantes de Centroamérica, y particularmente de México, donde yacen hoy la mayoría de sus históricos asentamientos. Los mayas, como civilización y como cultura, introdujeron importantes cambios en los modos de vida, incluso perdurando hasta la actualidad, mayormente en países en los que geográficamente tenían sus asentamientos, como los territorios actuales de Guatemala, El Salvador y México.
Una de las cuestiones que más interesa sobre los mayas es la forma en que se organizaban, ya que fue algo que caracterizó a las culturas precolombinas en general, y a esta civilización de forma específica.
La organización social y política de los mayas
Si bien es cierto que la civilización maya debe entenderse desde sus tres periodos históricos más importantes -Preclásico, Clásico y Posclásico-, en cuanto a su organización política y social no tuvo una varianza real, sino que más bien se trató de una expansión de su cultura, de la creación de grandes ciudades-estado en el norte de Yucatán, por lo que desde su irrupción histórica hasta su caída, su organización fue prácticamente la misma.
Así, en la civilización maya se diferenciaban 5 clases sociales y políticas:
- Sacerdotes: tenían un poder supremo y posibilidades de mediar en asuntos políticos. La clase religiosa llegó a ser la más importante en los primeros periodos de los mayas, aunque en la última etapa, su presencia era testimonial y dedicada solo a la conservación de los templos y rituales menores.
- Líderes políticos: las familias de gobernantes y los propios gobernantes vivían frente a las plazas centrales de sus ciudades-estado, y en su apogeo, todas las familias políticas vivían en Mayapán -durante el periodo de las guerras políticas y tribales-. Su vestimenta, colorida y ostentosa, además de sus cinturones, sandalias y plumas, les distinguían.
- Nobleza: guerreros, militares, funcionarios, caciques rurales y los mayas que habían destacado en el comercio, formaban parte de la nobleza y solían vivir en las cercanías de la plaza central de cada una de las ciudades mayas.
- Pobres: compuestos por campesinos, artesanos y todos los trabajadores agrícolas en general. Vivían fuera de las ciudades y su condición social estaba medida por la distancia entre su casa y la plaza central; cuanto más lejos, más pobre e incluso se les podía considerar esclavos.
- Esclavos: la civilización maya dependía de los esclavos para mantener el nivel de vida de sus gobernantes. Los esclavos lo eran así por nacimiento, por orfandad, porque habían sido comprados a tribus del norte o a terratenientes locales, o bien por haber robado, uno de los peores delitos de la civilización maya.
Características de la civilización maya
Una de las características notables de la civilización maya era su capacidad y sus conocimientos sobre la construcción de edificios, ya que según los historiadores en los años de su máximo desarrollo, ciudades como Chichén Itzá o Mayapán, eran verdaderos centros urbanos imperiales.
A su vez, por su extensión y por la expansión cultural de los últimos años -cortada abruptamente por su debilitamiento interno y por la colonización-, la forma de vida de los mayas ha permanecido casi intacta hasta el día de hoy, e incluso, muchas familias en países como México y otros de Centroamérica mantienen su organización y su cultura de acuerdo a aquello, pero sobre todo, su predilección por la agricultura y el tejido.
Los mayas desarrollaron canales de riego que les permitieron practicar la agricultura incluso en épocas secas, una de las innovaciones más importantes que han llegado a las culturas venideras. También, cabe destacar que el calendario maya tenía 365 días, así como las matemáticas que practicaban eran avanzadas y poseían muchos conocimientos científicos, fruto tal vez de los trabajos de sacerdotes en el periodo Posclásico, donde las ciencias comenzaron a ser su prioridad, incluso por encima de su tendencia politeísta de adoración y sacrificios para la lluvia o la fertilidad, entre otras cosas.
La civilización maya comenzó en el siglo XX antes de Cristo. Las épocas de sequía y de abandono de las ciudades -los historiadores estiman alrededor de 80 años casi consecutivos- debilitaron social y económicamente a la civilización, y la llegada de los colonizadores alrededor del 1525 después de Cristo, pusieron fin a uno de los asentamientos precolombinos más importantes del Nuevo Mundo.