Si tienes un pequeño negocio, es muy probable que ya te hayas dado cuenta de la importancia cada vez mayor de las ventas por Internet. El negocio online no ha dejado de crecer en los últimos años, y la mayoría de las empresas están dedicando gran parte de sus esfuerzos a reorientar sus canales de venta. La clave del éxito está, como siempre, en la calidad del producto y servicio que ofrezcamos y en cómo seamos capaces de venderlo.
Por eso, hoy en día cualquier campaña de marketing tiene como pilar fundamental las acciones online. No hay una fórmula mágica, pero hay algunas herramientas de eficacia demostrada: la publicidad online en medios o redes sociales, el posicionamiento SEO de nuestros productos, el envío masivo de correos electrónicos con ofertas y descuentos… Todo cuenta para mejorar la visibilidad de nuestro producto de cara a los potenciales clientes.
Generalmente estas herramientas son relativamente sencillas y fáciles de aplicar. Ese es el caso de las campañas de mailing, de las que te vamos a hablar hoy, ofreciéndote también algunos ejemplos de newsletter.
¿Qué es una newsletter y para qué sirve?
Antes de nada, una definición para saber de qué hablamos. Una newsletter es una publicación que la empresa envía por correo electrónico con una periodicidad determinada (diaria, semanal, mensual), y en la que informa las novedades más relevantes y de interés para ese negocio, sus suscriptores y los clientes potenciales. Por ejemplo, en una newsletter pueden recogerse noticias de interés, ofertas y promociones especiales, contenido gratuito de valor y las principales novedades comerciales.
Las newsletter están cobrando cada vez más relevancia en la estrategia digital de las marcas, convirtiéndose en una herramienta de comunicación muy útil. Además, es una manera muy útil de generar tráfico secundario hace nuestra web, donde tendremos nuestra oferta comercial.
Ahora bien, su uso debe ser razonable. Es decir, deben ofrecer un contenido interesante y no “agobiar” a quienes la reciban. Por eso, una de las claves es que los receptores sean personas interesadas en nuestros productos que se hayan suscrito a nuestras comunicaciones. Se trata de mantener un vínculo con ellos. Por el contrario, si abrumas indiscriminadamente, la newsletter puede volverse en contra, porque estarás generando una imagen negativa.
Tres ejemplos de newsletter
Para que veas lo sencillo que es, hemos seleccionado tres tipos de newsletter enviadas por empresas de éxito.
- Newsletter de venta directa: este tipo de newsletter prioriza el contenido visual. El receptor ve el diseño de forma fácil, con apenas un breve texto o una imagen tipográfica. La clave a continuación es ofrecerle un método de compra rápido y sencillo: por eso, bajo la imagen suele ofrecerse el botón de compra o llamada a la acción. El diseño es sencillo y el manejo de la newsletter es rápido e intuitivo. Objetivo cumplido.
- Newsletter con contenido de interés: se trata de aportar valor a los destinatarios, sin ofrecerles necesariamente un producto o servicio. Como en cualquier newsletter, el diseño debe ser sencillo y atractivo. Aquí el objetivo esencial es transmitir que la marca es útil al receptor del correo y que está dispuesta a ayudarle, aunque no le venda nada (en ese momento). Un logo, un titular, una imagen destacada, texto con algunos consejos y llamada a la acción. No se necesita nada más.
- Newsletter informativa: aquí la newsletter es puramente informativa, porque su objetivo no es redirigir al canal de venta, sino aportar información, manteniendo al lector informado y, de paso, vinculado con el servicio.