Motivos psicológicos para recurrir a la cirugía estética

La realización de una operación de cirugía estética es una decisión que conlleva distintas ventajas e inconvenientes que cada persona debe conocer de antemano. También es importante estudiar si los motivos que conducen a una persona a realizarse una intervención de cirugía plástica son los apropiados o por el contrario esconden otros problemas de fondo como falta de autoestima, adicciones o incluso ansiedad.

En palabras del Dr. Mario Secorun, cirujano plástico de la clínica Montpellier en Zaragoza:

«La psicología en cirugía plástica es muy importante porque muchos pacientes que recurren a nuestra consulta, en realidad nos transmiten algún tipo de malestar emocional que están sintiendo. Alguien puede querer realizarse una rinoplastia por tener la nariz grande y otra persona puede pensar que tiene las orejas despegadas. Sin embargo hay muchos pacientes a los que esto no les produce ningún malestar y a otros que sí y es la razón por la que deciden someterse a este tipo de operaciones. Es necesario tener esto en cuenta para saber si realizando la operación vamos a conseguir lo que están buscando.»

Problemas psicológicos detrás de una operación de cirugía estética

Uno de los problemas más comunes de las personas que deciden realizarse una operación de cirugía estética es la dismorfofobia. Las personas que padecen este trastorno presentan una creencia obsesiva por algún detalle corporal de su propio físico que apenas es perceptible por las personas de su alrededor.

En palabras del Dr. Secorun: «A los pacientes que sufren dismorfofobia su cuerpo les resulta desagradable. Tienen fobia a la forma que tiene su cuerpo. Se trata de pacientes muy difíciles de tratar y que en principio no son candidatos para la cirugía ya que si su cuerpo les resulta desagradable antes de la intervención, hay muchas probabilidades de que sigan viéndose de esta forma después de la operación. En estos casos es mejor buscar inicialmente un tratamiento psicológico».

La aceptación social es otro de los motivos por los que alguien recurre a este tipo de intervenciones. En este caso existe la creencia de que poseer determinados atributos físicos provocará una mayor aprobación y aceptación del exterior. Esta creencia suele aparecer en algunas mujeres que deciden realizarse una intervención de aumento de pecho.

Los pensamientos distorsionados son otro de los motivos que pueden llevar a una persona a recurrir al bisturí. Se trata de pensamientos que suelen guardar poca relación con la realidad y con el paso del tiempo han sido magnificados por la propia persona.

La baja autoestima suele ser el factor estrella a la hora de pasar por el quirófano. Este punto es especialmente importante debido al problema que conlleva hacer que la autoestima dependa de factores externos como es la imagen. En estos casos es muy probable que la autoestima no mejore después de haberse realizado la operación estética. No debemos olvidar que

¿Entonces quién es apto para realizarse este tipo de intervenciones?

Personas con una autoestima sana y que no dependan de factores externos para sentirse aprobados y aceptados. Además también es importante que posean un autoconcepto sólido y estable en el tiempo.

Personas con estabilidad y salud física y psicológica que sean capaces de valorar con claridad los riesgos y beneficios de la intevención.

En base a lo anterior podemos deducir que una operación de cirugía estética está contraindicada para aquellos casos en los que una persona tiene unas expectativas poco realistas sobre los resultados de la intervención o cuando su autoestima depende por completo de su aspecto físico. También se desaconseja este tipo de intervenciones en pacientes que tienen alteraciones en el juicio o en su capaciedad de tomar decisiones de forma racional.

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