Nadie duda que durante todo el proceso de crecimiento de un niño el juego es fundamental para su buen desarrollo, para que conozca y crezca con normalidad en el mundo que habita. Sin embargo, con el paso del tiempo, el juego va perdiendo interés, así como valor e importancia una vez que se llega a la fase adulta.
Se trata de un error que se ha extendido en las sociedades modernas, dejando el juego como una actividad prácticamente exclusiva para niños y adolescentes. Sin embargo, la psicología moderna aconseja que los mayores también dediquen tiempo a jugar, ya sea en familia con juegos de mesa, videojuegos, o en plataformas digitales de apuestas en Betsson y casinos online.
Motivos para volver a jugar de mayor
Es importante resaltar el potencial que ofrecen los juegos para la creatividad y la imaginación, para aumentar la destreza mental y ser más rápidos y eficaces en la toma de decisiones. Según el juego practicado, los beneficios irán en una dirección o en otra, aunque, de forma general, los beneficios recibidos son una ayuda notable para la conservación de la memoria y un activo muy potente para retrasar o evitar la aparición de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer.
Jugando de forma habitual se logrará una mejora constante en la gestión y transformación de emociones y experiencias negativas, se potenciará el aprendizaje, ayudará a aliviar el estrés, la apatía y la soledad. Y es que, de forma general, se juega con otras personas, por lo que se fomenta la sociabilización y la conexión con estas.
Tipos de juegos y su beneficio
Como se ha comentado brevemente, jugar es una actividad beneficiosa siempre, aunque determinados juegos procuren un beneficio mayor en determinados niveles. De este modo, los juegos de construcción, por ejemplo, estimulan la atención, la memoria, la capacidad viso-perceptual y el desarrollo de habilidades y procesos cognitivos.
En cualquier caso, no es necesario recurrir a juegos tecnológicamente innovadores, dentro de la industria de los videojuegos que han demostrado su enorme eficacia para entretener, divertir y estimular las capacidades mentales de las personas en edades avanzadas. Apalabrados, La saga del Profesor Layton o Candy Crush Saga son buenos ejemplos de ello. Juegos tradicionales también permiten ejercitar la destreza mental y potenciar la función cognitiva, entre otros beneficios.
Los puzles
Una de las actividades más comunes, también de las más completas para ejercitar el cerebro y mantener activa el sistema motor fino para encajar piezas pequeñas, son los puzles. Un tipo de juego que se adapta muy fácilmente a las capacidades y necesidades de cada jugador, ya sea por el número de piezas como por la dificultad del diseño.
El scrabble
La formación de palabras sobre un tablero también es una excelente herramienta para ejercitar la concentración, la memoria, el lenguaje, la observación y la creatividad para montar palabras, tanto en horizontal como en vertical.
El juego de los aromas
Original juego en el que se vendan los ojos del participante y se colocan diferentes objetos, sustancias y productos cerca suyo para que, sin tocarlo, aprecie su olor y trate de adivinar de qué se trata. Es interesante en cuanto a que estimula las asociaciones mentales, la agilidad sensorial y los recuerdos, ya que el olor está inherentemente asociado a la memoria.
Otros juegos interesantes desde el punto de vista psicológico para los adultos son el popular Quién es quién, Adivina la canción, las palabras encadenadas o todo tipo de pasatiempos, como los crucigramas, sudokus, busca las diferencias, las sopas de letras…