Historia y tipos de preservativos

El preservativo es uno de los métodos anticonceptivos más antiguos y se ha utilizado para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) desde la antigüedad. Hoy en día, sigue siendo una forma eficaz de prevenir el embarazo y las ETS siempre y cuando se disponga de la información adecuada y se utilicen de forma correcta.

Además, los preservativos son fáciles de conseguir y baratos en comparación con otras formas de anticoncepción, como las pastillas anticonceptivas o implantes internos como el DIU.

En este artículo, repasaremos los distintos tipos de preservativos para que puedas tomar una decisión informada a la hora de comprar uno.

Historia de los preservativos

Los preservativos se han utilizado de una forma u otra durante miles de años. El uso del preservativo se documentó por primera vez entre los antiguos egipcios en el año 1550 a.C., ya que utilizaban fundas de lino para evitar el embarazo y la transmisión de enfermedades. 

En el otro extremo del mundo, Japón ya vendía preservativos fabricados con caparazón de tortuga en 1404. El primer preservativo de caucho se inventó en 1855 y llegó a América a través de Francia, donde se comercializó con el nombre de «Reality»

El primer preservativo de látex fue inventado en 1920 por el Dr. Julius Fromm durante la Primera Guerra Mundial, mientras trabajaba en profilácticos a base de caucho para los soldados alemanes. Su popularidad se extendió rápidamente por la mayoría de los países de Europa y Asia debido a su resistencia a la transmisión de enfermedades. 

Sin embargo, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando los preservativos estuvieron disponibles para su uso fuera del ámbito militar y tuvieron que pasar algunos años hasta que se popularizaron lo suficiente como para estar disponibles en farmacias supermercados al alcance de cualquier persona.

Tipos de preservativos

Preservativos de látex

Los preservativos de látex son los más comunes y también los más eficaces. Previenen el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual mejor que cualquier otro tipo de preservativo. Los preservativos de látex pueden utilizarse con cualquier tipo de lubricante, incluidos los de base oleosa, como la vaselina o la loción para manos.

Sin embargo, su uso obviamente está contraindicado para personas alérgicas al látex, ya que pueden provocar una reacción alérgica que puede incluir irritación o hinchazón alrededor de la vagina o el pene.

Preservativos sin látex

Los preservativos de poliuretano son una buena alternativa al látex. También reciben el nombre de preservativos de poliisopreno. Tienen un anillo flexible en el exterior y pueden utilizarse con lubricantes a base de aceite, a diferencia de los preservativos de látex. Aunque son más caros que los de látex, son la mejor opción para los hombres que tienen una reacción al caucho sintético o que quieren una protección extra contra las ETS.

Conclusión

Existen muchos tipos distintos de preservativos, pero lo más importante que debes recordar al comprar es que todos ellos ofrecen cierto nivel de protección frente a las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo. Tanto si eliges preservativos de látex como de otro material, le estarás haciendo un gran favor a tu cuerpo al protegerlo de posibles enfermedades.

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