Sufrir hemorroides no solo afecta a las personas con los habituales síntomas de dolor, picor o escozor, sino que también lo hace emocionalmente. Y no solo eso, las hemorroides tienen causas emocionales. Tanto es así que la biodescodificación del padecimiento de hemorroides analiza este problema desde un enfoque psicológico y emocional a través de la asociación de conflictos emocionales y subyacentes con las hemorroides. Puedes conocer más sobre los efectos emocionales de las hemorroides en este post
La biodescodificación de las hemorroides también puede ser una manifestación física que nace desde una retención de determinadas emociones o la consecuencia de no tener una vida fluida. En este sentido, la biodescodificación busca tratar esta afección localizando la causa subyacente del problema en lugar de enfocarse únicamente en los síntomas físicos.
¿Qué une a las hemorroides y al estrés?
El estrés y las hemorroides comparten un incómodo elemento: el estreñimiento. Con el estrés, se libera cortisol, una hormona que ralentiza la velocidad a la que la comida viaja por el intestino, aumentando la presión en la zona del recto y favoreciendo el estreñimiento.
Cuando una persona sufre estrés, la cortisona y la adrenalina se liberan en mayor cantidad y estas hormonas hacen que las venas se contraigan. La contracción de las venas provoca una mayor presión en la zona del recto.
El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud intestinal y contribuir a la aparición de hemorroides. El estrés, con su efecto perjudicial sobre la salud en su totalidad, necesita ser gestionado para evitar complicaciones serias.
Es vital identificar los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar hemorroides para poder entender las causas subyacentes. Estos incluyen una vida sedentaria, el consumo de tabaco y alcohol, las circunstancias derivadas del embarazo y el parto, y el estreñimiento, entre otras situaciones.
Soluciones para las hemorroides con causas emocionales
Cuando el estrés está contribuyendo a la aparición y empeoramiento de las hemorroides, es importante incorporar en la rutina diaria estrategias para reducirlo. En el largo plazo, practicar actividades como yoga o meditación puede ser de gran ayuda para gestionar los niveles de estrés.
La actividad física, como por ejemplo el ejercicio regular para liberar tensiones, la meditación, una respiración pausada y profunda o la ayuda de profesionales contribuyen a reducir el estrés. Una dieta rica en fibra, el consumo de fruta y verdura también es importante tanto para prevenir el estreñimiento como para mejorar el estado de ánimo.
El estrés forma parte de nuestra vida y se puede gestionar con éxito cuando uno conoce su cuerpo y las técnicas para hacerlo. Todos tenemos la capacidad de responder de forma controlada al estrés y de encontrar la manera sana de manejarlo.