Embarazo de alto riesgo: Qué es y cómo se detecta

Un embarazo de alto riesgo es aquel que puede traer consecuencias negativas sobre la salud tanto de la madre como del feto. Para evitar problemas mayores es necesario llevar a cabo un control más exhaustivo de lo habitual durante toda la gestación.

Apróximadamente el 10% de los embarazos se consideran de alto riesgo, y el término se refiere a las distintas circustancias médicas, ginecológicas, sociales u obstétricas que puedan poner en riesgo la salud del bebé, de la madre o de ambos.

Cómo detectar un embarazo de alto riesgo

Habitualmente existen dos maneras de detectar un embarazo de alto riesgo:

Consulta preconcepcional: Como su propio nombre indica, es la consulta que se realiza de forma previa a la búsqueda de embarazo. Se le facilitará al ginecólogo el historial médico de la futura madre para detectar si se trata de un embarazo de alto riesgo. Además se hacen distintas pruebas como análisis de sangre y orina, estudios genéticos y pruebas de imagen.

A lo largo del embarazo: A lo largo de la gestación pueden aparecer distintos problemas médicos que hagan que sea necesario identificarlo como un embarazo de alto riesgo.

Causas del embarazo de alto riesgo

Las causas de un embarazo de alto riesgo son muy variadas. Sin embargo existen algunos factores bien identificados muy asociados a este tipo de embarazos, que pueden estar presentes en la mujer antes del embarazo o pueden desarrollarse durante la gestación.

En estos casos la identificación precoz de tales factores es esencial para hacer un seguimiento más controlado del embarazo.

De forma general se identifican tres grupos de causas de los embarazos de alto riesgo:

Factores modificadores: Aunque por sí mismos no provoquen un embarazo de alto riesgo, su presencia puede presentar un riesgo añadido.

Entre ellos encontramos los antecedentes sociales (mujeres menores de 15 años y mayores de 40 años) o mujeres excesivamente delgadas o con sobrepeso. A esto hay que añadir cualquier tipo de adicción de la madre (tabaco, drogas, alcohol) que pueden complicar el desarrollo normal del embarazo.

Antecedentes médicos: Existen distintas enfermedades que pueden contribuir a que un embarazo sea catalogado como de alto riesgo. Entre ellas encontramos problemas del corazón, tensión arterial alta, diabetes, enfermedades del riñón, trastornos mentales, etc. Básicamente cualquier problema de salud que tenga la madre puede influir sobre el desarrollo normal de un embarazo.

Patología en el embarazo actual: gestaciones múltiples, placenta previa, amenaza de parto prematuro, diabetes gestacional, etc.

¿Cuándo es necesario realizar un aborto ante un embarazo de alto riesgo?

En los últimos años la legislación española ha cambiado en lo referente al aborto. La última ley vigente en la actualidad data del año 2010 y es la llamada Ley Sexual y Reproductiva.

Según esta ley, hasta las 14 semanas la mujer es libre de interrumpir el embarazo de forma voluntaria, independientemente de que sea un embarazo normal o de alto riesgo. Posteriormente, entre las semanas 14 y la 22 se necesita siempre una causa médica con el informe correspondiente y sólo se podrá interrumplir el embarazo en dos supuestos:

  • En el caso de hallar anomalías fetales no compatibles con la vida, con un dictamen previo emitido por un médio o especialista distinto al que vaya a practicar el aborto.
  • En caso de que se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico.

La Clínica Isadora es el Único Hospital autorizado por la Comunidad de Madrid con ingreso hospitalario tras la realización del aborto.

Si te preguntas cuánto cuesta abortar en Madrid, sus precios varían mucho dependiendo de las necesidades específicas de cada paciente.

Cómo realizar el seguimiento de un embarazo de alto riesgo

Como comentabamos anteriormente, la identificación de un embarazo como de alto riesgo implica que la madre debe de llevar un seguimiento más exhaustivo y una serie de cuidados específicos.

Cuando la madre crea que puede presentar un embarazo de alto riesgo puede ser muy útil la realización de una consulta preconcepcional antes de la planificación del embarazo. De esta  manera se tratarán de identificar las mejores condiciones a optimizar de cara a la gestación.

Una vez que el embarazo ya se ha producido y se ha catalogado como de alto riesgo, será necesario realizar un protocolo individualizado de seguimiento con un mayor número de consultas con el ginecólogo.

Además de lo anterior, es muy importante mantener a la madre informada en todo momento sobre el desarrollo y pronóstico de su embarazo, posibles complicaciones y la influencia que su enfermedad puede tener sobre el mismo. También se le explican los distintos signos y síntomas que podrían ser una alarma y ante los cuales debería acudir inmediatamente al hospital.

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