Daño pélvico y efectos psicológicos en la población

El daño en el suelo pélvico es una condición de salud que afecta a múltiples órganos pélvicos, como el útero, la vagina, la vejiga, la uretra, el recto, e incluso los testículos. Además, los principales síntomas de las disfunciones pélvicas traen consigo importantes impactos y efectos psicológicos en el individuo que padece de Trastornos del Soporte Pélvico.

Para comprender realmente las implicaciones y efectos psicológicos del daño en el suelo pélvico, es necesario conocer un poco más de cerca los síntomas de este trastorno. El suelo pélvico es una estructura conformada por músculos, ligamentos y tejidos que se encargan de sostener los órganos pélvicos (el útero, la vagina, la vejiga, la uretra y el recto).

A su vez, en el suelo pélvico se encuentran los centros nerviosos que cumplen la función de controlar el funcionamiento de los mencionados órganos. Por este motivo, el daño en el suelo pélvico se manifiesta a través de síntomas como la incontinencia urinaria y anal, bulto genital, dolor crónico, vaginismo, y muchos otros elementos que inciden sobre la salud física y mental.

¿Qué es el daño en el suelo pélvico?

Las complejas disfunciones en los órganos  pélvicos que traen consigo los Trastornos del Soporte Pélvico, afectan considerablemente al bienestar y la calidad de vida de las personas. Sin embargo, centros médicos como una clínica fisioterapia en Segovia han puesto a disposición del público destacados tratamientos, como los ejercicios hipopresivos.

Se trata de técnicas que permiten a los pacientes ejercitar y tonificar los músculos del suelo pélvico y contrarrestar las funciones del daño en la faja lumbopélvica.  Concretamente, el daño en el suelo pélvico son lesiones generadas en las estructuras musculares y ligamentosas, así como en los centros nerviosos de la pelvis. Una condición de salud que puede afectar a hombres y mujeres, siendo el sexo femenino el más afectado por este trastorno. El embarazo y el parto son factores que pueden causar daños en el suelo pélvico, al igual que la menopausia y el envejecimiento.

Principales síntomas de los daños en el suelo pélvico

Las consecuencias del daño en las estructuras de los órganos pélvicos producen un descenso del intestino delgado y el prolapso de diversos órganos pélvicos. Por este motivo, en casos leves, las mujeres pueden experimentar bultos vaginales, e incluso, si es un trastorno grave, los mencionados órganos pélvicos pueden sobresalir por la abertura vaginal.

Asimismo, el daño en el suelo pélvico produce un conjunto de disfunciones en los órganos pélvicos debido a las lesiones causadas en sus mecanismos de control. Como resultado de ello, las mujeres pueden experimentar dolor en las relaciones sexuales, dolor pélvico crónico, incontinencia urinaria, incontinencia anal o gases, estreñimiento, etc.

Por otra parte, los hombres presentan síntomas similares, como la incontinencia urinaria, así como dolor pélvico crónico que puede afectar a los testículos y al ano. En este sentido, síntomas como la incontinencia y el dolor crónico no solo afectan en la calidad de vida de los individuos, sino que además son problemas que inciden sobre la salud mental de los afectados.

Efectos psicológicos del daño en el suelo pélvico

El daño en el suelo pélvico genera un conjunto de graves e incómodas disfunciones que alteran el funcionamiento regular de los órganos pélvicos, como la uretra y el intestino delgado. Por ello, entre los síntomas más comunes y que mayor impacto poseen sobre la salud mental de los individuos, está la incontinencia fecal y urinaria, al igual que los dolores crónicos, el bulto vaginal y el vaginismo.

Un conjunto de síntomas que influyen en las relaciones sociales y sexuales de los afectados. El permanente riesgo de sufrir escapes de orina y deposiciones fecales de manera involuntaria incide en gran medida sobre la salud emocional y mental de los pacientes. En este sentido, entre los principales efectos psicológicos del daño en el suelo pélvico se encuentra la baja autoestima, depresión, sentimientos de humillación y vergüenza. De igual manera, estas disfunciones producen inseguridad, inhibición afectiva y aislamiento social.

Incluso, cuando estos síntomas psicológicos no son atendidos a tiempo por un especialista, se ven afectadas las actividades laborales y sociales, y genera una discontinuidad en la actividad sexual. Por ello, es fundamental acudir a centros clínicos que permitan tratar adecuadamente el daño en el suelo pélvico.

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