Vivir y sufrir un incendio en el hogar es una situación que, realmente, puede llegar a ser traumática y causar estragos de distinta consideración. Sentimientos de estrés, ansiedad, impotencia, tristeza e, incluso, desesperación y pérdida -por todo lo que habíamos construido-; se ciernen sobre cualquiera ante su, más que posible, desaparición. La destrucción de nuestros bienes y propiedades causan un shock de emociones insondables para las personas que sobreviven a esta circunstancia y que, tras ella, deben seguir hacia adelante.
A pesar de la gran disposición que existe hoy entre los distintos profesionales que afrontan estas “catástrofes caseras” (bomberos, personal de emergencias, compañías aseguradoras…), sólo quien ha sufrido las consecuencias de un incendio en su hogar, sabe qué puede llegar a sentirse. De todos modos, llegar al buen entendimiento de la situación y encontrar respuesta a las preguntas que nos invaden después de ver parte de nuestro trabajo y futuros sueños envueltos en humo y llamas, es la clave para sobreponernos y sobrellevar eficientemente esos sentimientos y recuperarse de los efectos secundarios producidos por el fuego.
Lo más importante a tener en cuenta, es poner en manos de una compañía de confianza la protección máxima que pueda ofrecernos con un buen seguro contra incendios de hogar. Encontrarse con esa salvaguarda tras sufrir un incendio en casa es tranquilizador y el principal objetivo a transmitir por parte de cualquier seguro, ante las consecuencias que puedan aparecer tras un siniestro como el que nos atañe. No es algo a lo que la ley nos obligue y siempre podemos querer pensar que “a nosotros no nos ocurrirá”, pero nunca podemos imaginar si, lastimosamente, esa circunstancia nos afectará antes o después y si, en dicho caso, lamentaremos no haber dispuesto del seguro contra incendios merecedor.
Pasado el susto inicial, frente a una situación que ya no tiene marcha atrás; recuperarse tras haber padecido un incendio en el hogar tiene connotaciones distintas en base al carácter y personalidad de cada persona. Sin lugar a dudas, habrá consecuencias y sentimientos que se intensificarán durante un tiempo, hasta que la propia herida logre cerrarse y curarse.
Lógicamente, es muy normal, sentirse más irritable de lo habitual o tener cambios radicales en nuestro estado de ánimo. Esos patrones de conducta, anclados en los vívidos recuerdos de una evacuación, o de ser testigo del avance del fuego; tienen en nuestra voluntad y en unos pequeños consejos que nos ayuden a recuperarnos de la fatídica vivencia, la cura.
Necesidades después de sufrir un incendio en casa
Después de padecer un incendio en casa existen ciertos puntos clave que debemos tener claros para saber cómo actuar aún las dudas y temores que puedan asolarnos en un primer momento. Son acciones que deberemos llevar a cabo tras el incendio sea éste, o no, de mayor o menor grado:
- Nunca debemos entrar en la vivienda dañada hasta que la autoridad competente nos diga que es seguro hacerlo. Los incendios aún y dados por apagados, no se encuentran del todo extintos, por lo que pueden quedar rescoldos que hagan resurgir las llamas; o zonas como techos y pisos que incurran en el riesgo de desprenderse o ceder.
- Es importante entender los riesgos para la salud. Humo, hollín, restos de agua sucia… La combinación de todos ellos puede afectar a nuestro organismo dada la alta toxicidad de algunos de sus componentes.
- Hay que contactar con la compañía que hizo nuestro seguro contra incendios de hogar, rápidamente.
Al entrar en casa:
- Los servicios de emergencia seguramente habrán desconectado agua, luz y gas. Jamás intentéis conectarlos de nuevo por vosotros mismos.
- Hay que hacer un inventario de los bienes dañados. No se debe tirar ningún objeto por muy deteriorado que se encuentre hasta que, tanto a título personal, como la propia compañía de seguros, hayamos terminado el inventario.
- Limpiar la casa. En base al grado de gravedad del incendio sufrido, podemos llevar a cabo la limpieza por nuestra cuenta o contratar los servicios de una empresa especializada.
- No olvidar que los documentos personales o el dinero destruido y perdido durante el incendio, deben reemplazarse para seguir desempeñando la reconstrucción de nuestro nuevo hogar.
- Es conveniente guardar todos los recibos del dinero invertido tras el incendio y hasta solventar todo el trámite.
Unidos es mejor
El paso más importante para recuperarse de los incendios en el hogar es el apoyo de unos a otros, permitiendo que todo tipo de emociones ocultas en nuestro interior, broten al exterior para así poder enfrentarlas y, sin lugar a duda, superarlas. Lo ideal, aunque puede que tardío al principio, es retomar los hábitos y costumbres que teníamos por rutina cuanto antes.
Aunque vivir un incendio en casa, o simplemente, afrontar las consecuencias de éste, se convierta en un proceso costoso y doloroso; la realidad de nuestro día a día nos hace darnos cuenta de que se trata de una situación transitoria, un momento puntual en el camino por el que nos ha tocado pasar, y que, tras un tiempo de adaptación, volveremos a recuperarnos del golpe y a sentirnos bien. No olvidemos que, ante todo, si los daños han sido materiales, el seguro de incendios nos ayudará en todo lo que éste cubra; pero lo más importante es no tener que lamentar daños personales y volver a estar todos juntos, aunque deba ser en un nuevo hogar.
Tras el susto, reacciones como la negación para proteger aquello que puede que ya no exista, son normales. Por ello, si nos damos cuenta de que por nosotros mismos no podemos superar íntegramente este trance, es momento de pedir ayuda. Solicitar apoyo profesional es una opción al alcance de todas las personas que han sido testigos de tragedias de esta consideración: grupos de apoyo local junto a otras personas que saben, realmente, lo que es tener que recuperarse de un incendio en casa; tratamientos con psicólogos expertos…