Cómo aliviar el dolor cervical

Una de cada cuatro personas sufre dolor cervical en España y una de cada tres lo sufrirá en algún momento de su vida.

Una patología cuya prevalencia es mayor en mujeres de países desarrollados y que viven en zonas urbanas, pero que afecta a prácticamente todos los sectores de la población y que puede aparecer a cualquier edad.

Hablar de dolor cervical es, pues, hacerlo de uno de los problemas más frecuentes en las consultas de atención primaria españolas y de la cuarta causa de incapacidad laboral temporal de nuestro país.

Si bien es cierto que en la mayoría de los casos remite con un tratamiento conservador en menos de cuatro semanas, también lo es que, en otros, requiere de la ayuda de especialistas en reumatología, traumatología, neurología e incluso neurocirugía.

Para poder abordar correctamente la cervicalgia, como se conoce médicamente al dolor cervical, es, pues, capital, conseguir un diagnóstico médico que descarte causas que puedan esconder problemas más graves, conocer el origen del dolor y las circunstancias únicas de cada paciente.

Dicho esto, y salvo que la cervicalgia sea incapacitante y exija de una atención médica de urgencia, existen pequeños gestos que pueden ayudarte a aliviar el dolor cervical e incluso a erradicarlo por completo. 

Cómo aliviar el dolor cervical

En caso de sufrir dolores cervicales continuos o incapacitantes durante más de cuatro semanas consecutivas, es recomendable acudir al médico para buscar el origen y el mejor tratamiento para la cervicalgia.


Dicho esto, salvo que se requiera de un tratamiento específico como consecuencia de alguna patología, es posible aliviar el dolor cervical:

Usando una almohada cervical

Buena parte de los dolores cervicales se pueden aliviar usando una almohada cervical. Así que, si sufres dolor de cuello o rigidez tras despertarte, quizás debas valorar la opción de comprar una almohada cervical.

Como imaginarás, no todas son iguales ni ofrecen la misma relación calidad-precio, por lo que te sugerimos que te informes bien antes de comprar una almohada para las cervicales.

Teniendo una buena higiene postural

Sentarse en sillas con respaldo vertical, mantener la espalda recta y formar un ángulo recto con los brazos mientras estás trabajando en el ordenador o evitar levantar pesos son algunos de los consejos más repetidos en consulta.

Haciendo ejercicio

Realizar actividad física de forma regular no solo ayuda a prevenir la aparición de dolores cervicales, sino que también permite aplacar las molestias propias de la cervicalgia.

Tomando duchas a presión con agua caliente

Otra buena manera de aliviar los dolores cervicales es realizando duchas a presión con agua caliente durante 15 y 30 segundos sobre el cuello y los hombros.

Extender los brazos y mover la cabeza hacia los lados durante estas sesiones de agua caliente a presión multiplicará los efectos.

Aplicando calor


Tanto las cremas y ungüentos de venta en farmacias como las almohadillas de calor suelen ayudar a aminorar notablemente las molestias asociadas al dolor cervical.

Recurriendo a tratamientos fisioterapéuticos

En aquellos casos en los que se diagnostique una cervicalgia crónica o esta se haya producido como consecuencia de un accidente es muy probable que se necesite algún tratamiento fisioterapéutico para trabajar la tracción cervical.

Tomando fármacos

Los fármacos que suelen prescribir los médicos tras la visita de pacientes que muestran síntomas asociados a la cervicalgia son los analgésicos y los antiinflamatorios.

En algunos casos también miorelajantes. Productos, todos ellos, que deben tomarse bajo prescripción y supervisión médica.

Causas del dolor cervical

Aunque en la mayoría de los casos no es necesario establecer un diagnóstico preciso, dado que el dolor remite sin necesidad de tratamiento en pocas semanas, no siempre es así. 

Cuando esta persiste suele ser hacerlo como consecuencia de:

Tortícolis


Esta aparece como resultado de una contracción muscular mantenida. El dolor cervical causado por la tortícolis remite con analgésicos y relajantes musculares.

La aplicación de calor seco local también produce un gran alivio en gran parte de los pacientes.

Espondilosis cervical


La espondilosis cervical o degeneración ósea de las cervicales es, junto a la tortícolis, la principal causa de dolor cervical.

Trabajar la higiene postural ayuda a mantenerla a raya y los analgésicos permiten erradicar los dolores cervicales.

Esguince cervical

Se trata de la patología más habitual como consecuencia de los accidentes de tráfico, apareciendo entre las 12 y las 72 horas tras el accidente.

Para mantener bajo control el dolor cervical se administran analgésicos o relajantes musculares. En ocasiones se prescribe el uso de collarín.

Dolor miofascial

Aunque habitualmente se asocia a efectos secundarios de las lesiones en los discos y problemas articulares no está claro cuál es su origen.

En la mayor parte de los casos se recurre a infiltraciones locales en los puntos gatillo para atenuarla.

Hiperostosis anquilosante

Suele ser una de las causas más habituales de dolor cervical en personas de edad avanzada.

En buena parte de los pacientes el dolor va acompañado de rigidez muscular, siendo el tratamiento conservador el más recomendado.

Radiculopatía cervical

Los síntomas que alertan de esta patología son, además del dolor cervical, la debilidad muscular, las alteraciones de la sensibilidad de la zona afectada y en los reflejos tendinosos.

En caso de confirmarse, si no remite con un tratamiento conservador puede ser necesaria la cirugía.

Mielopatía

Las personas con lesiones en la médula espinal son, también, otro de los grupos de pacientes con mayor predisposición a padecer cervicalgias.

Requieren de un diagnóstico neurológico para conocer el mejor tratamiento para combatirla.

Fractura vertebral

La fractura cervical está detrás de las cervicalgias más dolorosas. El tratamiento variará en función del tipo de lesión y de las características del paciente.

Dado que, como hemos visto a lo largo de este artículo, son muchas las posibles causas del dolor cervical, en el caso de que este no remita en pocas horas es aconsejable acudir al médico de cabecera para que te diagnostique.
Y es que no hay nadie mejor que un especialista médico para, tras realizarte un examen y conocer tu caso concreto, ofrecerte una solución personalizada que te permita decir adiós de una vez por todas a tus molestias cervicales.

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