Las 7 partes de un trabajo escrito esenciales

Conocer las partes de un trabajo escrito es esencial para hacer una buena elucidación de ideas y plantear los puntos con coherencia y claridad.

En cuanto a las partes de un trabajo escrito, las más destacadas son la portada, la introducción, el índice, el desarrollo, la conclusión, la bibliografía y las notas.

Sin embargo, un trabajo escrito siempre debería iniciar con un buen título, el cual se refleja en la portada. Además, es importante hacer una recopilación de las fuentes bibliográficas.

Estas fuentes son importantes porque el desarrollo del trabajo estará fundamentado en las mismas.

Pues, un trabajo escrito es una exposición estructurada sobre un tema que se desea profundizar.

Además, se debe plasmar un argumento y su extensión debe ser considerable, a fin de que las ideas queden explicitas. Usualmente, a estos trabajos se les conoce como monografías.

En el desarrollo del trabajo se desarrolla un tema, cuyos datos y aportes se han tomado de las diferentes fuentes consultadas. De igual modo, los trabajos deben partir de un objetivo.

En cuanto a la redacción de los trabajos, este debe ser preciso, claro y coherente, siguiendo las normas solicitadas por la institución. Por medio de la elaboración de los trabajos escritos los estudiantes pueden desarrollar sus habilidades para investigar y sintetizar la información.

Usualmente, los trabajos escritos se hacen de forma disciplinada, con rigurosidad y precisión.

¿Cuántas partes debe tener un trabajo escrito?

Las partes que deben tener un escrito son las siguientes:

1. La portada

La portada es la primera página del trabajo, en la que se da a conocer el tema que se va a desarrollar, así como su autor. También, se hace mención de la institución de la cual surge dicha investigación, además de la fecha y ciudad.

Si bien antes muchos usaban títulos decorativos para las portadas, se sabe que ahora esto no es prudente. Al contrario, la portada debe lucir lo más formal posible, así como también se debe evitar el uso de imágenes.

2. La introducción

Esta es la sección que da entrada al trabajo y aplica tanto para monografías como para ensayos u otro tipo de obras, pues, su función es ubicar al lector en el contexto.

En la introducción se resume lo que se va a desarrollar en el cuerpo del trabajo. Los trabajos investigativos siempre cumplen con este requerimiento, si bien en algunos se les denomina resumen, prefacio o síntesis. Pero, la idea es la misma, que el lector conozca sobre el tema que se va a tratar.

Por ello es que, aludiendo a tu etimología, introducción proviene del latín que significa “acción de introducir algo”.

En la introducción se hace un breve esbozo de lo que se va a tratar, así como también se indica la forma en la que se ha llevado a cabo la investigación y el porqué.

3. El índice

En el índice, se deben colocar los títulos y los subtítulos del trabajo escrito, así como el número de las páginas en las cuales puede ser hallado el tema que se desea leer. Por ello, se alude al índice como una expresión numérica del trabajo.

El índice también es una buena manera de conocer el contenido del trabajo, los capítulos o las secciones en los que está dividido, así como la página en la cual están ubicado.

El índice se suele colocar luego de la introducción, aunque en algunos libros lo colocan al final.

Entre los diferentes tipos de índice, figuran los terminológicos, los onomásticos, los bibliográficos, los topográficos y los de contenido. Cada uno de ellos se usa dependiendo de la función que se le quiera dar, pero, el punto de ello es poder ubicar el tema de forma rápida.

4. El desarrollo

Al desarrollo también se le denomina “cuerpo del trabajo”, pues, es la presentación del tema que se ha investigado y, por lo tanto, es la sección más extensa del mismo.

El cuerpo del trabajo debe tener una consistencia, una coherencia, y debe estar expuesto de forma lógica y ordenada, siguiendo el orden que se ha prometido en la introducción.

En el desarrollo toda la información es suministrada. Por ello, se podría decir que el desarrollo es la parte central del trabajo.

Muchas veces, el desarrollo del trabajo se divide en varias partes y sub-partes. En la primera parte se da a conocer la situación con detalles, mientras que en las sub-partes se analizan los datos y, por último, hace una interpretación de los resultados.

5. La conclusión

La conclusión, tal como su nombre lo indica, es la sección en la que se dan a conocer los aspectos más importantes del trabajo, o los resultados que se obtuvieron luego de haber emprendido el proceso de investigación.

En la conclusión se reitera la tesis que se ha desarrollado en el trabajo y también es una sección en la que se pueden hacer ciertas recomendaciones. Algunas conclusiones también incluyen predicción con base a lo analizado, aunque en otros trabajos, las recomendaciones van aparte.

6. La bibliografía

En las bibliografías se dejan en evidencia las referencias o fuentes utilizadas al momento de consultar los textos para obtener la información necesaria.

La palabra bibliografía proviene del griego “biblion”, que se traduce como “libro” y “graphien”, que significa “escribir”. Con la conclusión se demuestra el fundamento de la investigación.

La bibliografía también tiene una gran importancia porque las personas que decidan desarrollar el tema con más profundidad pueden consultar las referencias bibliográficas y encontrar más información. Suele ubicarse al final del texto y se sigue un orden alfabético.

7. Las notas

Las notas no son obligatorias en las partes de un trabajo escrito, sin embargo, son necesarias si el autor quiere reforzar algún punto que no pudo desarrollar en el cuerpo del trabajo, o si desea aportar algún comentario relevante sobre el tema.

Isbelia Farias
Licenciada y Máster en filosofía (Universidad del Zulia).