Fuentes de consulta: funciones y ejemplos

Las fuentes de consulta son diferentes documentos que contienen datos útiles que permiten satisfacer la demanda de conocimiento en cierta área.

En algún momento de la vida, todos nos hemos visto obligados a revisar alguna fuente de consulta. Ha sido la gran diversidad de la misma la que ha llevado a que diferentes autores se esfuercen por hacer una clasificación.

¿Qué son las fuentes de consulta?

Las fuentes de información son aquellos recursos que permiten a los usuarios acceder a determinada información o conocimiento sobre un tema en específico.

La información muchas veces puede ser requerida por los usuarios de forma individual, o por las instituciones. Es por ello que hay expertos que se dedican a esta rama, como quienes se abocan a la metodología de la investigación o a la bibliotecología.

En el caso de los investigadores, estos siempre requieren que sus investigaciones cuenten con el respaldo de fuentes de información o de consulta, de modo que sus trabajos adquieran más credibilidad y fiabilidad.

Tipos de fuentes de consulta

La gran diversidad de información a la que se puede acceder hoy día ha hecho que muchos autores la clasifiquen de diferentes maneras. Sin embargo, una de las clasificaciones más comunes es la siguiente:

Clasificación de acuerdo con la originalidad de la información

De acuerdo con la originalidad, las fuentes de consulta se han clasificado en primarias, secundarias y terciarias.

Las fuentes de consulta primarias son aquellas que aportan información original y única. Es decir, la información no ha sido tratada, sino que se presenta tal y como es. Usualmente, este tipo de fuentes de consulta son creadas por personas, instituciones o grupos relacionados directamente con la temática.

Este tipo de fuentes de consulta son usadas en muchas investigaciones, sin embargo, una de sus desventajas es que pueden valoraciones subjetivas, especialmente formuladas por quienes las consultan.

Dentro de esta categoría de fuentes de consulta se encuentran las cartas, los diarios, algunas piezas de arte, autobiografías, actas de congresos, entrevistas, tesis doctorales, artículos de prensa redactados por quienes presenciaron los hechos, entre otras.

En el caso de las fuentes de consulta secundarias, estas se caracterizan por ser resúmenes o recopilaciones que se han realizado a partir de las fuentes originales o primarias.

Las fuentes secundarias suelen facilitar el acceso y comprensión a las fuentes primarias. Son muy utilizadas por los investigadores, ya que reorganizan e interpretan los hechos o conceptos aportados por las fuentes primarias.

En esta categoría se encuentran las biografías, las monografías, historias, revisiones de artículos, índices, libros de texto o bibliografías que permitan ubicar fuentes primarias, entre otros.

Las fuentes de consulta terciarias surgen como resultado de la recopilación de los datos primarios y las fuentes secundarias. No son tan elaboradas y tienen la desventaja de poder estar desactualizadas.

En esta categoría se engloban algunos almanaques, libros, guías, manuales y otros libros de referencia o de datos. 

Además de esta clasificación, que es de las que más se manejan, las fuentes de consulta también se pueden clasificar según se vayan a utilizar en una investigación.

De acuerdo con esta clasificación, las fuentes más importantes son las siguientes:

Artículos, impresos y publicados en línea

Dichos artículos suelen ser publicados por autores e investigadores del área académica. Los temas que cubren son relevantes y su desarrollo no suele ser extenso, sino en unas pocas páginas.

Generalmente, estos artículos son evaluados por expertos antes de que sean publicados, pues, este proceso de revisión concede mayor confiabilidad y rigurosidad a lo presentado.

Artículos periodísticos y editoriales

Son escritos por trabajadores de la prensa, los cuales son expertos en determinadas áreas. Están conformados por investigaciones y entrevistas directas.

En el caso de las editoriales, estas son una fuente de consulta en las que un editor publica una opinión, subjetiva, sobre un tema y se publica en una revista o periódico.

Libros, impresos y publicados en línea

Estos libros, que se llegan a constituir como fuentes de consulta, son escritos por especialistas de un área. Aunque la información no suele ser tan actualizada, como la que se publica en un artículo, sí se presenta con más amplitud.

Sitios en línea

Existen sitios en la web que se convierten en referentes o fuentes de consulta tanto para personas como para entes gubernamentales, empresas y organizaciones. Generalmente, en estos sitios ya se encuentran datos, artículos y libros. 

Un ejemplo notorio son las bibliotecas, museos y archivos que digitalizan la información y la presentan al público en imágenes, audios, documentos y vídeos que son subidos a sus sitios en línea.

Clasificación según su naturaleza física

Esta es otra de las clasificaciones que existen hoy día, y que categoriza a las fuentes de consulta en las documentales y las no documentales.

Las fuentes documentales son las fuentes de consulta que se encuentran registradas en papel o en materiales que permite manejarlas físicamente, transportarlas y preservarlas.

Dentro de estas fuentes se encuentran los materiales grabados, los manuscritos, libros impresos, fotografías, publicaciones periódicas, registros en memorias USB o en discos compactos, entre otras.

Las fuentes no documentales están conformadas por departamentos de entes gubernamentales, universidades, centros de datos, instituciones tecnológicas, centros de conferencias, seminarios, entre otros.

Funciones de las fuentes de consulta

Las fuentes de consulta cumplen diversas funciones. Una de ellas es que su uso permite el acceso a la información a los investigadores, profesionales y usuarios en general.

De igual modo, las fuentes de consulta funcionan para cubrir las demandas académicas, así como las pedagógicas y son importantes herramientas de trabajo en la labor educativa.

Por medio de las fuentes de consulta, los investigadores pueden tener acceso a datos importantes, así como también les permite sustentar sus trabajos, proporcionar antecedentes vinculados con la temática manejada, comprender hechos del pasado y otros de más actualidad.

Una vez que se han obtenido datos, por medio de las fuentes de consulta, también es mucho más fácil para los investigadores elaborar hipótesis y elaborar conclusiones que permiten el desarrollo del conocimiento.

Por último, el que un investigador maneje fuentes de consulta le da rigurosidad a su trabajo, pues, está dando cuenta de que no existe plagio en el mismo.

Ejemplos de fuentes de consulta

Entre las fuentes de consulta se encuentran los siguientes ejemplos:

  • Grabaciones;
  • Registros audiovisuales;
  • Artículos;
  • Prensa escrita;
  • Libros;
  • Sitios web;
  • Ensayos;
  • Índices;
  • Fotografías;
  • Filmaciones;
  • Ilustraciones, entre otras.

Para que una investigación sea exitosa es importante que su autor haya podido acceder a las fuentes de consulta pertinentes.

Isbelia Farias
Licenciada y Máster en filosofía (Universidad del Zulia).