¿En qué consiste el síndrome de abstinencia del tabaco?

El tabaco es la droga legal más consumida del mundo, y es probablemente el mayor problema de salud pública del planeta: se cobra las vidas de alrededor de 8 millones de personas cada año.

Es más, muchas estadísticas hablan de que alrededor de un 95% de fumadores que intentan dejar de fumar… fracasan en sus intentos.

La ansiedad del síndrome de abstinencia es la clave en muchos casos. Soy Luis Miguel Real, psicólogo especialista en adicciones, y en este artículo te voy a explicar en qué consiste.

¿Por qué se siente ansiedad después de dejar el tabaco?

Es importante entender cómo actúa el cuerpo cuando desarrolla una adicción a alguna sustancia (como la nicotina en este caso).

Cuantos más cigarrillos toma una persona, más tolerancia desarrolla su cuerpo. El tabaco está lleno de sustancias tóxicas (igual que el alcohol u otras drogas) por lo que el cuerpo intenta “defenderse” de ese ataque como si de un veneno se tratase (lo es).

El cuerpo se va haciendo mejor cada vez en protegerse de los ataques químicos del veneno del tabaco. Entonces el fumador nota cada vez menos efectos. Y necesita fumar más y con más frecuencia para sentir lo mismo.

Llega un punto en que el cuerpo se ha acostumbrado tanto a las dosis constantes de nicotina, que lo busca.

Y a eso lo llamamos el síndrome de abstinencia, al conjunto de síntomas físicos y psicológicos que aparecen cuando una persona interrumpe su consumo de la sustancia adictiva.

¿Cómo funciona el síndrome de abstinencia del tabaco?

El síndrome de abstinencia de la nicotina es parecido a la sensación de hambre en muchos aspectos.

Cuando nuestro cuerpo detecta niveles bajos de glucosa en sangre, nos avisa mediante las sensaciones del hambre de que necesitamos ir a buscar comida. El hambre es desagradable precisamente para motivarnos a movernos y buscar comida. Si el hambre fuese placentera, todos nos habríamos muerto por desnutrición hace millones de años.

Así es exactamente como actúa la nicotina: cuando el cuerpo nota que tenemos niveles bajos de nicotina en sangre, empieza a movilizar una serie de reacciones desagradables (el síndrome de abstinencia) para empujarnos a buscar otra dosis de la sustancia adictiva (en este caso la nicotina del tabaco).

Síntomas

  • Irritabilidad
  • Sensación de vacío
  • Ansiedad
  • Nerviosismo
  • Taquicardias
  • Respiración acelerada
  • Deseo casi irrefrenable de fumar

Cada persona es diferente, así que el síndrome de abstinencia afectará de manera diferente también. Estos son algunos síntomas generales o más comunes. Es posible que algunos fumadores no experimenten apenas síndrome de abstinencia, y que otros fumadores experimenten síntomas más molestos.

Los psicólogos sabemos desde hace años que la manera en que una persona gestione sus pensamientos y reacciones al “mono” del tabaco será crucial a la hora de superar su adicción.

Si la persona genera reacciones de ansiedad fuertes ante los síntomas de la abstinencia, es mucho más probable que vuelva rápidamente al consumo de tabaco (pues esta es la vía más rápida para acabar con las molestias: otra dosis de nicotina).

¿Cuánto tiempo dura el síndrome de abstinencia del tabaco?

Cada persona es diferente, a nivel genético, a nivel metabólico, a nivel de consumo diario de cigarrillos… el síndrome de abstinencia afecta de manera diferente a muchas personas.

Pero en general podemos decir que no puede durar más de un par de semanas, en el peor de los casos. Si la ansiedad continuase pasado ese periodo, ya no sería el síndrome de abstinencia físico de la nicotina, sino la dependencia psicológica del tabaco. Lo cual se puede trabajar muy fácilmente en terapia con un profesional formado en adicciones.

Cómo superar el síndrome de abstinencia del tabaco

Muchas personas necesitan ayuda profesional para superar su adicción al tabaco, y entre otras cosas es importante ayudar a la persona a comprender su adicción y sus hábitos de consumo.

Lo que ayudará mucho a la mayoría de fumadores es familiarizarse con los síntomas del síndrome de abstinencia, y convencerse de que a pesar de ser ciertamente desagradables… por suerte solo son temporales.

Mucha gente tiene miedo a que duren para siempre, y es uno de los falsos mitos que mantienen a muchos fumadores maltratando su salud durante años y años, sin atreverse a dejar de fumar o pedir ayuda para ello.

5 consejos para superar la ansiedad por fumar

Familiarizarte con los síntomas de la abstinencia: ​la mayoría de cosas que nos hacen sentir ansiedad, son más poderosas en nuestra mente que en la realidad. Es decir, cuando una persona elabora un mapa de sus sensaciones físicas y emocionales ante un determinado estímulo, le será más fácil ponerlo todo en perspectiva y modificar sus reacciones.

Comprender la ansiedad y los pensamientos y sensaciones que se manifiestan en ti ante la abstinencia​: mucha gente desconoce los mecanismos subyacentes del estrés y la ansiedad, y sin darse cuenta pueden incluso “intensificar” los síntomas de ansiedad. Nadie nace aprendido.

Practicar técnicas de relajación con tu psicólogo​: un profesional formado en adicciones podrá sugerir técnicas y herramientas adaptadas a la persona. Lo más habitual es que incluso practiquen ciertas técnicas en consulta, para que la persona sepa exactamente qué hacer si se encuentra en una situación con alto riesgo de recaída.

Trabajar los pensamientos ansiosos​: muchos fumadores generan pensamientos como “no voy a poder dejarlo nunca”, “el tabaco es más fuerte que yo” o “no tengo suficiente fuerza de voluntad, si la tuviera no sentiría mono”.

Todos estos pensamientos son irracionales y erróneos, y solo dificultan la recuperación de la persona. Un buen psicólogo ayudará a la persona a identificar este tipo de pensamientos saboteadores y a darles la vuelta de forma realista y práctica.

Preparar una buena estrategia de prevención de recaídas (adaptada a la persona). Muchas personas cometen el error de pensar en “evitar” sentir el síndrome de abstinencia, lo cual no depende ellos. Una estrategia de prevención de recaídas consistirá en dar por sentado que “la situación temida” puede ocurrir (y ocurrirá en algún momento), así que preparará a la persona para saber qué hacer en cada situación.

Dejar de fumar NO es fácil, y no todas las personas pueden dejarlo de la noche a la mañana. Es importante que seamos comprensivos con nosotros mismos y con los demás, y que entendamos que la misma solución raramente sirve para todo el mundo.

¿Quieres dejar de fumar? Busca ahora mismo un profesional que esté especializado en el tratamiento de las adicciones, y conseguirás liberarte del tabaco mucho antes de lo que te esperas

Luís Miguel Real Kotbani
Psicólogo especializado en adicciones y psicoterapia.