¿Por qué no me siento feliz con mi maternidad?

¡Voy a ser mamá! Enhorabuena, excelente noticia lo de tu maternidad. De hecho, lo es y así lo asumes.

Por supuesto, todas madres abnegadas y sacrificadas de tu familia te llaman para felicitarte y de paso darte un rosario de consejos y sugerencias. Todas por igual, te contagian de su entusiasmo y alegría.

Todas te dicen que la maternidad es lo más hermoso que les ha sucedido. Que es el clímax de la felicidad de una mujer.

Al escucharlo te sientes inmensamente afortunada de poder formar parte de este selecto grupo de damas.

Embarazo: 9 meses esperando con alegría y emoción

“Madre: la persona que hace el trabajo de veinte personas gratis.”-Autor desconocido.

A lo largo de estos meses, tu cuerpo irá cambiando, lo mismo que las hormonas dentro de ti. A unas les crece una melena fabulosa, mientras a otras se les cae el cabello. Algunas mujeres experimentan al principio malestares y otras pareciera que nada estuviera pasando con ellas.

La pancita va creciendo y con ella la esperanza de abrazar pronto, aquel pequeño retrato tuyo que tienes en tu vientre.

Las amigas te organizan una fiesta donde tu embarazo es el protagonista de la misma. Una tarde maravillosa donde solo se habla de las mil bondades de la maternidad.

Regalos hermosos, tarjetas escritas con mucho amor y claro está, los mejores deseos para esa nueva etapa que vas a comenzar.

Parto: una cita a ciegas con el verdadero amor de tu vida

“La maternidad es difícil y gratificante.”-Gloria Estefan.

Llegó el día esperado, el día de la concepción del bebé. Los partos o cesáreas, ninguno son experiencias memorables en la vida de una mujer. Ambos están atados al dolor, ya sea durante o después del nacimiento del bebé.

A esto, debemos sumarle la descompensación hormonal que aparece días después del parto. Sin embargo, esa cosita pequeña y maravillosa está en tus brazos y bajo tu cuidado.

De ser la protagonista a lo largo de varios meses, te convertirás de la noche a la mañana en actriz secundaria. Porque ya nada gira alrededor de ti. TODO se mueve para y por el bebé.

Quieres lo mejor para tu hijo y te esfuerzas al máximo desde el día #1.

Lo que nadie te cuenta acerca de la maternidad

“El trabajo de un hombre es todo el día, pero el trabajo de una madre nunca está terminado.”-Autor desconocido.

En torno a la maternidad la gran mayoría de las mujeres se expresa solo en términos positivos. Es difícil escuchar alguien que diga algo negativo de la misma.

Por el hecho de ser madre, se entiende automáticamente que la mujer debe ser sumisa, discreta y asumir los miles de sacrificios que la maternidad implica, sin quejarse y sin decir nada. Por lo mismo, entramos en un embarazo con una idea demasiado romántica acerca de lo que realmente acarrea ser madre.

Esto genera frustraciones en el futuro pues nuestras expectativas de este hecho eran completamente diferentes a la realidad.

Ser madre implica amar y dejar a un lado MUCHOS de nuestros sueños como mujeres. La vida de una mujer después del nacimiento del primer hijo cambia drásticamente. A pesar de amar intensamente a ese angelito, es normal sentir que tu vida de una manera u otra en muchas áreas se está quedado estancada o bien no avanza al ritmo al que estabas acostumbrada.

Maternidad: ¿Felicidad o cruz de la mujer moderna?

“Ser madre no es fácil. Si quieres una cosita pequeña para amar mejor ten un perrito.” –Barbara Walters

Si le preguntas a tu abuelita que piensa acerca de su maternidad. Seguramente te responderá que para eso se le educó y se le crió. Para ser esposa, ama de casa y mamá.

Actualmente todas las mujeres que tenemos hijas pequeñas tenemos para ellas un plan más ambicioso. Queremos que estudien, que trabajen, que viajen, que se destaquen profesionalmente. En resumen, que sean mujeres independientes.

No hay nada de malo en ello. Todo lo contrario, yo lo aplaudo.

Ahora, cuando tu hija tenga su bebé y te diga que su nivel de calidad de vida ha bajado y que se siente menos feliz que cuando no tenía hijos. No la juzgues.

Observa qué hay detrás. Y te darás cuenta de que no es fácil para la mujer moderna seguir avanzado precipitadamente con un bebé en brazos.

Ya no eres más «independiente» porque tu bebé depende de ti, de tu tiempo, de tus cuidados, de tu dedicación. Y si resultas ser una madre responsable te darás cuenta de que el título de «Supermujer» no existe. Está en la cabeza de algunas que quieren pintar una realidad diferente.

Un día tiene solo 24 horas. Y aunque te rompas en mil pedazos, tu rendimiento en todo lo que quieres realizar no puede ser el mismo que tenías antes de la maternidad.

¿Y ahora qué? ¿Cómo salgo adelante?

“Hay un tiempo para trabajar, hay un tiempo para ser loca y descontrolada; y hay un momento para disfrutar de la maternidad.” – Diane Kruger

Es muy importante que te des cuenta de que la maternidad al igual que la vida misma está dividida en etapas.

Cada una de ellas, tiene sus niveles de exigencia y responsabilidad. Al igual que sus ventajas y desventajas.

Los primeros meses son verdaderamente caóticos y esas noches sin dormir pueden provocarte mucha irritación y mal humor. La lactancia no siempre fluye como uno quisiera y eso también es una fuente enorme de frustración para la mujer moderna.

El consejo es que visualices y te convenzas de que esto es solo una fase y que en la medida en la que el bebé duerma una noche completa, tú te sentirás al día siguiente mucho más descansada y con más energías. Prueba número uno superada.

En la siguiente fase te das cuenta de que apenas tienes tiempo para ti misma. Que todas tus actividades (incluso las laborales) están pensadas y planeadas con una gran influencia del bebé. Sientes que así no vas a llegar muy lejos. Y que te vas a quedar atrasada.

Aunque hay en este criterio algo de verdad, por otro lado, debes ser lo suficientemente inteligente de elegir aquello que te permita no perder el balance emocional en tu vida.

Irás más lento pero a paso seguro, con salud y equilibrio mental. De qué te sirve convertirte en una «Supermujer» a la que supuestamente le alcanza el tiempo para todo, pero que en realidad solo está acabando con ella misma.

No tienes que sentirte mal por experimentar cierto grado de desilusión con respecto a la maternidad. La razón es simple, con un hijo bajo tu cuidado tienes menos tiempo para aquello que antes te producía mucha felicidad y satisfacción personal.

Al mismo tiempo, concientízate que los bebés crecen muy pronto y en un abrir y cerrar de ojos dejan de ser nuestros pequeños tesoros. Y empiezan ellos mismos a volar con alas propias.

La maternidad, sin querer verla como una película romántica y cursi, también tiene muchas ventajas. Es sin duda alguna, fuente de felicidad para la mujer moderna. Especialmente, cuando ésta acepta bajar el ritmo y adecuar sus expectativas en todas las áreas de su vida.

Si lo haces así, te garantizo que volverás a sentirte bien contigo misma. Planeando y organizando tu camino de manera diferente te acercarás a tus metas, tal vez un poco más tarde, pero disfrutando paralelamente de ese gran regalo que la vida te concedió.

“Ser una madre es una actitud, no una relación biológica.”-Robert A. Heinlein.

Wendy Madera
Apasionada de la conducta humana y del desarrollo personal.