Los tics infantiles se dan con bastante frecuencia y también aparecen en la adolescencia. Causan una gran perturbación en la vida del niño, interfiriendo en sus tareas cotidianas incluso en su rendimiento académico.
Tipos de Tics
- Tics vocales o verbales: Consisten en repetir ciertos sonidos o palabras de forma compulsiva.
- Tics motores: Movimiento repetitivo e involuntario de ciertas partes del cuerpo normalmente la cabeza, brazos, piernas.
Entre las causas más comunes destacan:
- Períodos de estrés (exámenes)
- Cambios en la vida del niño
- Nacimiento de un hermano
- Miedo
- Problemas neurológicos que afectan a los ganglios basales
- Algunos medicamentos estimulantes
- Enfermedades genéticas como la Corea de Huntington
- Infecciones virales como la encefalitis.
Síndrome de Tourette
Es importante distinguir los tics nerviosos del Síndrome de Tourette.
El Síndrome de Tourette lleva asociado más síntomas aparte de los tics vocales y motores. Puede darse un comportamiento obsesivo compulsivo, ansiedad, depresión, déficit de atención y/o hiperactividad. Tiene un origen genético, se diagnostica a los 7 años y se da más en niños que en niñas. Para cumplir los criterios diagnósticos es necesario que el niño lleve 1 año con los tics y que no haya pasado más de tres meses libre de tics.
El tratamiento más recomendado es la terapia cognitivo-conductual combinado con terapia farmacológica (se suelen recetar neurolépticos).
Entre las técnicas más utilizadas para tratar los tics están:
- La relajación muscular progresiva: Técnica desarrollada por Jacobson que consiste en tensar y relajar diferentes grupos musculares.
- Autorregistros: Son fundamentales pues nos van a aportar muchos datos como por ejemplo: Situación que desencadenó el tic, duración, qué pasó después, etc.
- La inversión del hábito: Consiste en realizar una conducta incompatible con el tic. Por ejemplo si el niño se muerde las uñas hacer que se meta las manos en los bolsillos, o si mueve la cabeza que se sujete la cabeza con una mano.