Detrás de la correcta ejecución de acciones tan sencillas como dar un pase o marcar, hay un componente psicológico bastante importante.
El aspecto anímico, aunque no lo parezca, influye mucho en el estado de un jugador concreto o un equipo. Ahí es donde entra en juego la figura del psicólogo deportivo, que está en auge dentro del mundo del fútbol y de todas las disciplinas a nivel profesional.
Más que un entrenador, un vestuario necesita muchas veces a una persona que les motive a la hora de saltar al campo porque es una de las claves a la hora de afrontar nuevos retos.
Algunos como José Mourinho o Diego Simeone se han hecho famosos por la facilidad con que su mensaje cala dentro del grupo. Ahí están sus éxitos en los banquillos. De hecho, el portugués ha triunfado, en contra de la norma, sin haber contado con ningún currículo previo como futbolista.
Los logros del argentino también merecen un capítulo aparte, porque en poco tiempo cambió la mentalidad de un equipo como el Atlético de Madrid, que hasta su llegada era conocido como el ‘pupas’.
Llevó a los rojiblancos de vuelta a la senda de los títulos y esta misma temporada también puede conquistar la Europa League. Los colchoneros se postulan como los favoritos por delante del Borussia Dortmund o el Arsenal y tienen opciones también de cara a LaLiga.
Áreas de trabajo de un psicólogo deportivo
Hablamos, no obstante, de casos aislados porque no todos tienen esa misma capacidad para encarnar el papel de un psicólogo deportivo. Se trata de un puesto paralelo instaurado cada vez más dentro muchos clubes profesionales a tiempo parcial o completo para ayudar a cambiar un tendencia perdedora.
Ahí está el caso del Levante, que en diciembre tiró de los servicios de un profesional de las categorías inferiores para su primer equipo. Y su trabajo empieza a tener efectos positivos porque el conjunto ‘granota’ da otra vez síntomas de tener cualidades para salvar la categoría.
Más allá de la motivación, un psicólogo debe incidir en muchas otras variables que influyen psicológicamente a la hora de practicar cualquier deporte. Entran dentro de este apartado la concentración, la atención y la autoconfianza. ¿Cómo se trabajan estos aspectos? Como se dice coloquialmente cada maestrillo tiene su librillo.
Sin embargo, hay tres herramientas imprescindibles a la hora de tratar con dichas variables: el autoconocimiento, la relajación y la visualización. Su aplicación llega en una vez realizada una correcta evaluación para saber qué está perturbando el rendimiento lógico de un conjunto o un deportista.
Las razones pueden ser dispares y no siempre puramente deportivas. Por muy mecanizada que tengan la técnica, los deportistas están expuestos a factores externos que les condicionan.
No hace mucho se supo que Ángel di María, ex del Real Madrid, tuvo que contratar los servicios de un psicólogo deportivo para que le ayudase a combatir los ‘memes’. Incluso las bromas virtuales, que se han hecho virales a través de las redes sociales, afectan a los jugadores y el argentino no ha dudado en reconocerlo.