Los valores estéticos son aquellos juicios de valor que las personas emiten con relación a lo que perciben. Por ello, dentro de los valores estéticos se pueden ver implicados tanto los sentimientos como las emociones.
Algunos de los ejemplos más notorios de valores estéticos son la delicadeza, la belleza, la armonía, lo misterioso, lo horrible, entre otros.
El valor estético representa la razón por la cual una persona estima que algo es agradable o no a la vista, o simpático o desagradable. Constituyen un punto de partida para analizar cómo los seres humanos perciben todo cuanto les rodea.
Principales características de los valores estéticos
Están basados en percepciones
Están caracterizados porque representan la percepción que un individuo tiene sobre algo. Esto hace que el grado de subjetividad sea alto. Y, esta es una es una de las razones por las cuales no siempre hay consenso en cuanto a los valores estéticos, pues cada persona percibe de forma diferente.
Varían en el tiempo
Los valores estéticos no se mantienen en el tiempo por la misma razón de que las personas pueden ir cambiando las percepciones que tienen sobre diferentes hechos o cosas. Con los cambios de cada época, también suelen cambiar los valores estéticos.
Están fundamentados en valores personales
Esto quiere decir que son subjetivos y representan aquello que un sujeto estima, para él, que es valioso. Por ello, la historia de cada persona cuenta al momento de formular un valor estético.
Expresan agrado o desagrado
Todo depende de la subjetividad de la persona; una obra, por ejemplo, puede causar irritación a alguien, mientras que a otra le puede resultar agradable.
Transmiten sentimientos
No solo están relacionados con la forma en la que se percibe el mundo, sino que también se relacionan con la forma de pensar de una persona. Por ello, se ven implicados sus emociones y sentimientos. Ante una obra, alguien pudiese experimentar tristeza, rabia, amor, incomodidad, entre otros.
Se aplican a elementos o a seres
Los valores estéticos no solo se pueden aplicar a una obra, sino también a una persona u otro ser vivo como una planta o animal. También a objetos inanimados, como piezas de mobiliario o de arte.
Provocan reacciones positivas o negativas
Los sentimientos guardan relación con los valores estéticos y estos pueden ser positivos o negativos. Por ello, la reacción va a depender de cómo la persona percibe dicho objeto. De igual modo, es importante considerar la influencia que ejerce el entorno y las circunstancias de cada individuo, puesto, esto influye en la asociación entre el estímulo y el valor.
Tipos de valores estéticos
Entre los tipos de valores estéticos se encuentran los siguientes:
Disonantes
Son aquellos que guardan relación con elementos que tienen menos apreciación universalmente. Los sentimientos que despiertan son complejos, tales como lo grotesco, lo trágico, lo asqueroso, la ridiculez o la tristeza.
Los valores estéticos disonantes generalmente provocan sentimientos de desagrado, a pesar de que hay personas que suelen apreciar las obras que evocan estos sentimientos, ya que les generan sensaciones que son agradables.
Concordantes
Los valores estéticos concordantes son aquellos que se consideran equilibrados y armónicos. Aunque sean subjetivos, en la sociedad actual, los valores estéticos concordantes suelen despertar sentimientos de relajación y tranquilidad.
Ejemplos de valores estéticos
Entre los ejemplos de valores estéticos se encuentran los siguientes:
La belleza:
Lo bello se relaciona con el equilibrio y la armonía. También, en una época determinada, suele ser aceptado por la mayoría de las personas. Al ser considerado como bello, genera placer y resulta agradable para muchos.
La fealdad
Estos valores estéticos se consideran poco armónicos o desordenados. Usualmente, se contrasta lo feo con lo bello.
La obscenidad
Hace referencia a valores que son cuestionables desde un punto de vista moral, por lo que guardan relación con la cultura de los sujetos y se sabe que la moralidad siempre variará en función de los estándares de una época u otra.
La majestuosidad
Lo majestuoso se relaciona con lo estupendo, lo grandioso o lo maravilloso. Se trata de un valor que es concordante, puesto que tienden a provocar reacciones positivas, aun cuando la percepción dependa de cada sujeto.
La armonía
Se considera armónico al valor estético cuyos elementos encajen de forma ideal, bien sea en proporciones o en dimensiones.
El equilibrio
Este valor estético remite a la estabilidad que existe entre los componentes de una determinada pieza. Guarda relación con el valor de la armonía.
La tragedia
En la tragedia se representan elementos de tristeza o desconsuelo, pero, de una manera dramática. Suelen despertar nostalgia. También se asocia con elementos apagados u oscuros que generan aflicción.
La comedia
Es contrario a la tragedia, pues, la comedia está relacionada con lo divertido y lo entretenido. Suele despertar sentimientos que son positivos.
La perfección
Se considera como perfecto a aquellos elementos que carecen de errores o defectos.
La solemnidad
Se refiere a la formalidad y solemnidad que suelen despertar algunas obras.
La delicadeza
Hace referencia a un valor estético que se asocia con la suavidad, lo fino o lo exquisito. Se contrapone a la rudeza y a la brusquedad. Muchas veces también se le relaciona con lo frágil.
Lo grotesco
Es un valor estético disonante que remite a un elemento muy exagerado o de mal gusto, desigual o carente de delicadeza.
Trivialidad
Se le relaciona con lo común, lo vulgar, lo que carece de profundidad, sino que es básico, ordinario y sin importancia.
Lo horrible
Se le designa así a lo que causa repulsión o desagrado.
Lúgubre
Este valor está asociado con lo tenebroso, lo oscuro y algunas veces, con la muerte.
La alegría
Evoca un sentimiento de placer, de buen estado anímico y de satisfacción.
La exquisitez
Es contrario a lo grotesco. A lo exquisito se le considera como refinado o de buen gusto.
Lo imponente
Es uno de los valores estéticos que más admiración despierta, pues, se trata de algo magnifico, grande y asombroso.
Lo quimérico
Remite a lo fantástico, lo ilusorio y lo irreal.
Lo absurdo
Este valor estético se asocia con lo irracional, lo que sobresale de la razón y la lógica, o que está lejos de ser convencional.
Lo misterioso
Este valor remite a lo secreto, lo que está reservado y no se ha develado. Produce intriga y despierta motivos para reflexionar.
Estos han sido algunos de los valores estéticos más conocidos en el mundo del arte.