Trastornos de ansiedad en la infancia: Tipos y características

La ansiedad es una emoción que tenemos en común todas las personas. Tiene una respuesta de carácter adaptador, cuando tenemos ansiedad el organismo humano reacciona aumentando la activación del sistema nervioso ante posibles amenazas, ayudándonos en la supervivencia.

Cuando la ansiedad es excesiva o aparece en momentos donde no percibimos ningún motivo de alarma, ya no tiene la misma función que describimos anteriormente y nos provoca malestar y altera el funcionamiento fisiológico y psicosocial.

Podemos decir que los niños y adolescentes presentan trastornos de ansiedad al igual que los adultos, solo que existen unos trastornos de ansiedad mas comunes en la infancia y adolescencia como pueden ser, la ansiedad al separarse de los padres u otros familiares.

Aunque algunas reacciones de los niños y adolescentes sean similares a las de los adultos con ansiedad, debemos decir que en otras ocasiones los niños reaccionan diferente a los adultos.

Las repercusiones de los niños que padecen ansiedad infantil son más negativas, ya que influyen en el desarrollo evolutivo, cronificando en algunas ocasiones y generándoles patologías aun mas graves.

En éste artículo quiero hacer hincapié en el Trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y en Trastorno de ansiedad por separación (TAS) y el Trastorno de Ansiedad Social.

Trastorno de ansiedad generalizada

Se define como una ansiedad excesiva cuyos síntomas somáticos son tales como, tensión muscular, dolor estomacal y quejas de no encontrarse bien. Tiene un componente cognitivo muy marcado a la preocupación, siendo la ansiedad un sistema de alarma ante la amenaza, y siendo dicha preocupación anticipatoria y de forma repetitiva e incontrolable, sin llegar a ser una amenaza, provocando esa activación del sistema nervioso.

Características del trastorno de ansiedad generalizada

Según el DSM-5 (APA, 2013), se pueden observar éstas características para el diagnóstico del Trastorno de Ansiedad Generalizada.

A. Ansiedad y preocupación excesiva (expectación aprensiva), presentes durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, sobre acontecimientos, situaciones y actividades diversos (como el trabajo o el rendimiento escolar).

B. Al individuo le cuesta controlar el estado de preocupación.

C. La ansiedad y el preocupación se asocian a tres (o más) de los siguientes seis síntomas (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses).

Nota: en niños sólo se requiere un síntoma:

  1. Sensación de inquietud, agitación, nerviosismo o impaciencia.
  2. Fatigabilidad fácil.
  3. Dificultad para concentrarse o para tener la mente en blanco.
  4. Irritabilidad
  5. Tensión muscular.
  6. Alteraciones de sueño (dificultad para conciliar o para mantener el sueño, sueño intranquilo o no reparador).

D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro social, ocupacional o de otras áreas importantes de funcionamiento.

E. La perturbación no es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia (como una droga o un medicamento) o a otra condición médica (como el hipertiroidismo).

F. El trastorno no se explica mejor por otro trastorno de angustia, por la evaluación negativa en el trastorno de ansiedad social (fobia social), por la contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo, por la separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación, por los recuerdos de acontecimientos traumáticos en el trastorno por estrés postraumático, por ganar peso en la anorexia nerviosa, por dolencias físicas en el trastorno por síntomas somáticos, por la percepción de defectos físicos en la apariencia en el trastorno dismórfico corporal, por la posibilidad de estar sufriendo una enfermedad grave en el trastorno de ansiedad por la enfermedad o por el contenido de las creencias delirantes en la esquizofrenia o en el trastorno delirante).

Trastorno de Ansiedad generalizada en la infancia

El Trastorno de Ansiedad Generalizada es muy común en la infancia, solo que se suele identificar en vez de como Trastorno de Ansiedad Generalizada, como temperamento ansioso o como una madurez precoz. Debemos decir que los niños con Trastorno de Ansiedad Generalizada son excesivamente escrupulosos, perfeccionistas, responsables y obedientes.

La capacidad de preocupación que se da en el Trastorno de Ansiedad Generalizada, se va desarrollando con la edad, para anticipar acontecimientos, ocurriendo todo ésto con la maduración cognitiva. A partir de aproximadamente los 8 años de edad la capacidad para preocuparse es limitada.

Suelen ser niños inseguros, en algunos casos provienen de familias muy exigentes por conseguir éxito y se preocupan en exceso lo que los demás piensen de ellos, buscando la aprobación de los demás. Muchos niños muestran preocupaciones por la puntualidad o por la posibilidad de que ocurra una catástrofe natural o guerra.

En los niños con una edad en la que su capacidad para expresarse con palabras es menor, tienen sintomatologías como cefaleas, dolor de extremidades o de estómago e incluso náuseas o diarrea. Según van avanzando en edad pueden ir apareciendo otros síntomas mas complejos como colon irritable, temblores, contracturas musculares, sudoración o respuesta de sobresalto aumentada. Otros síntomas como puedan ser las taquicardias, las dificultades para respirar o los mareos no son tan comunes del Trastorno de Ansiedad Generalizada.

La preocupación excesiva que padecen los niños con Trastorno de Ansiedad Generalizada, pueden interferir en la capacidad para realizar tareas tanto en casa como en la escuela. En los adolescentes ésta preocupación tiene mayores consecuencias, ya que no transmiten confianza a los demás.

Expeleta (2005) destaca que las diferencias de género en la prevalencia de la ansiedad excesiva dependen de la edad: mientras que en la infancia la ansiedad excesiva es más prevalente en niños que en niñas, en la adolescencia es a la inversa, con razones niño/niña de 1:1 a 1:4.

Evaluación del Trastorno de Ansiedad Generalizada

Para evaluar el TAG podemos encontrar varios cuestionarios:

  • Inventario de ansiedad estado de rasgos para niños (STAIC; Spielberger, 2009)
  • La escala revisada de ansiedad manifiesta en niños (RCMAS; Reynolds y Richmond, 1997)

Para evaluar la preocupación del TAG, se pueden utilizar varios inventarios como:

  • Worries inventory (WI; Orton, 1982)
  • Worry list questionnaire (WLQ; Simón y Ward, 1974)
  • Pen state worry questionaire (PSWQ; Meyer, Millar, Metzger y Borkovec, 1990)

Tratamiento

Dado que el Trastorno de Ansiedad Generalizada produce alteraciones incapacitantes a corto y largo plazo y repercuten en la vida del niño y de su entorno, habría que intervenir a edades tempranas.

Utilizamos las terapias Cognitivo-Conductuales, ya que existe una gran evidencia y eficacia de los tratamientos.

La exposición en vivo o en imaginación, utilizada en las técnicas de desensibilización sistemática, junto con técnicas de relajación como pueden ser la relajación progresiva. Debemos utilizar también técnicas cognitivas como puede ser el entrenamiento en autoinstrucciones y la reestructuración cognitiva cambiando pensamientos negativos por otros positivos.

Trastorno de ansiedad por separación  

El trastorno de ansiedad por separación (TAS) tiene como característica el miedo excesivo a la separación del hogar o de la figura de apego. Se inicia alrededor de los seis meses de edad y se empieza a intensificar a los dos años de edad.

En la etapa de la infancia temprana el temor a la ausencia de las personas de apego supone un temor para el niño, éste temor es un mecanismo de protección frente a los peligros del entorno, pero cuando esa ansiedad es desproporcionada, superando lo esperado para el desarrollo evolutivo del niño y afecta a su funcionamiento es cuando lo llamamos TAS.

El niño con TAS, teme e intenta evitar la separación de la figura de apego, incluso llega a anticipar o imaginar posibles motivos de separación, haciendo que éste sufra situaciones excesivas de ansiedad y miedo.

Criterios diagnósticos del Trastorno de ansiedad por separación

Según el DSM-5 los niños que sufren TAS deben tener éstos criterios diagnósticos:

A. Miedo o ansiedad excesiva e inapropiados para el nivel de desarrollo, relativos a la separación de las personas con las que el individuo está vinculado, puesto de manifiesto por al menos tres de los siguientes síntomas:

  1. Malestar recurrente y excesivo cuando se anticipa o experimenta la separación del hogar o de las principales figuras de vinculación.
  2. Preocupación persistente y excesiva por la pérdida de las principales figuras de vinculación o por la posibilidad de que éstas sufran daño por enfermedades, lesiones, desastres o muerte.
  3. Preocupación persistente y excesiva por la posibilidad de que un acontecimiento adverso (perderse, ser secuestrado, tener un accidente, caer enfermo) cause la separación de una figura principal de vinculación.
  4. Resistencia o rechazo persistentes a salir de casa para ir a la escuela, trabajo o a cualquier otro lugar por miedo a la separación.
  5. Miedo o resistencia persistentes y excesivos a estar solo o sin las principales figuras de vinculación en casa o en otros lugares.
  6. Resistencia o rechazo persistentes a dormir fuera de casa o a ir a dormir sin estar cerca de la figura principal de vinculación.
  7. Pesadillas repetidas con temáticas de separación.
  8. Quejas repetidas de síntomas físicos (cefaleas, dolores abdominales, náuseas, vómitos) cuando ocurre o se anticipa una separación de las figuras principales de vinculación.

B. El miedo, a la ansiedad o la evitación son persistentes y duran como mínimo cuatro semanas en niños y adolescentes y típicamente seis meses o más en adultos.

C. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico u ocupacional (laboral) o en cualquier otra área importante de funcionamiento.

D. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental, como el rechazo a abandonar el hogar debido a la resistencia al cambio en el trastorno del espectro autista; delirios y alucinaciones relativos a la separación en los trastornos psicóticos; rechazo a salir fuera sin alguien de confianza en la agorafobia; preocupaciones sobre la salud, la enfermedad o lo que pueda afectar a los demás en el trastorno por ansiedad generalizada, o las preocupaciones por estar sufriendo una enfermedad en el trastorno de ansiedad por enfermedad.

El apego es el motivo para que pueda en algunas ocasiones favorecer a que el niño tenga sintomatología TAG, en concreto el apego inseguro o la sobreprotección.

A veces surge la duda de si la ansiedad excesiva ante la separación debe contextualizarse como TAG o como alteración del apego.

El TAS se da cuando en la etapa de la infancia se produce una ansiedad que causa malestar al infante a la hora de la separación de la persona de apego, siendo ésta ansiedad anormal. La manifestación puede ser temprana, incluso en la etapa preescolar (de los 3 a los 5 años), aunque es más frecuente que se inicie durante la etapa escolar (de los 6 a los 12 años), y muy poco frecuente en la adolescencia (de los 13 a los 18 años) ni tampoco es frecuente en la edad adulta.

En los niños pequeños, se suelen manifestar pesadillas relacionadas con las separación, los niños de mas edad, con la maduración cognitiva, aparecen miedos concretos o anticipatorios. A medida que la edad va avanzando, las preocupaciones se hacen mas frecuentes como puedan ser preocupaciones sobre secuestros, accidentes, amenaza familiar…, mientras que en la adolescencia suelen tener mas quejas somáticas y en los adultos preocupación excesiva por sus hijos, pareja.

Evaluación del Trastorno de Ansiedad por separación

Para evaluar dicho trastorno se utilizan entrevistas (semi)estructuradas, elaboradas según los criterios de la Asociación Americana de Psiquiatría o de la Organización Mundial de la Salud. Las mas utilizadas son:

  • Entrevista diagnóstica para niños y adolescentes revisada (Diagnostic Interview from Children and Adolescents-Revised, DICA-R; Welner, Reich, Herjanic, Jung, Amado, 1987).
  • Entrevista disgnóstica de trastonos de ansiedad para niños y adolescentes (Ansiety Disorders Interview Schedule for Children, ADISC-C; Silverman y Nelles, 1988; Silverman, Albanoy Barlow, 1996).

Algunas escalas o cuestionarios que también se pueden utilizar son los siguientes:

  • Trastorno de ansiedad por separación (6 ítems): cuando estoy nervioso o tengo miedo por las mañanas antes de ir al colegio..
  • Trastorno de ansiedad generalizada (6 ítems): Cuando tengo un problema me sientonervioso.
  • Inventario de ansiedad estado rasgo para niños (STAIC; Spielberger, 2009)
  • Escala revisada de ansiedad manifiesta en niños (RCMAS; Reynolks y Tichmond, 1997).

Tratamiento

Según la Sociedad de Psicología Clínica Infantil y Adolescente, de la Asociación Americana de Psicología, el único tratamiento bien establecido y que cuenta con más datos de investigación a favor es la Terapia Cognitivo-Conductual.

Consistiendo dicho tratamiento en una exposición en vivo o imaginación, junto con técnicas de relajación progresiva, relajación diafragmática, reestructuración cognitiva, entrenamiento en autoinstrucciones, se puede utilizar también el programa “El gato valiente” , “Friends” o “Fortius”, diseñados para niños de diferentes edades con el objetivo de reconocer las señales de ansiedad, identificar preocupaciones, controlar la ansiedad, desarrollo de autocontrol, desarrollar fortalezas y prevenir dificultades emocionales.

Trastorno de Ansiedad Social

También es conocido como fobia social, siendo ésta ansiedad uno de los problemas más comunes durante la infancia y adolescencia.

Su característica principal es el miedo o ansiedad intenso y muy persistente, se da antes, durante y después de una o varias situaciones sociales como puedan ser hablar en público o relacionarse con otos.

El niño o adolescente intenta evitar todas esas situaciones en las que el considera que puede ser evaluado por otras personas.

En el ámbito escolar, el niño evita las presentaciones orales  en clase, el trabajo en grupo, no pregunta dudas y con ello se produce un bajo rendimiento escolar e incluso en algunos casos el abandono.

Pueden correr el riesgo de abuso de sustancias adictivas y problemas de alimentación.

En la ansiedad social pueden intervenir tanto las variables que puedan presentarse en el proceso de aprendizaje durante el proceso educativo como las circunstancias que nos hayan podido ocurrir a lo largo de nuestra vida.

El inicio según los estudios está comprendido entre los 14 y los 16 años de edad, la edad mediana entre los 12,7 y 16 años de edad y la edad infantil entre los 11 y los 12 años.

Criterios diagnósticos

Según el DSM-5 podemos encontrar los siguientes criterios para diagnosticar la ansiedad social:

A. Temor acusado y ansiedad sobre una o más situaciones sociales en las que el sujeto se ve expuesto a la posible evaluación por parte de los demás. Son ejemplos las interacciones sociales (por ejemplo, tener una conversación, conocer a personas no familiares), ser observado (por ejemplo, comer o beber) o actuar delante de otros (por ejemplo, hablar en público).

Nota: En los niños la ansiedad debe ocurrir en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en las interacciones con adultos.

B. El individuo tiene miedo de actuar de una forma o de mostrar síntomas de ansiedad que serán evaluados negativamente (por ejemplo, será humillado, avergonzado; le rechazarán u ofenderán a otros).

C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad.

Nota: En niños el miedo y la ansiedad se pueden expresar como llanto, rabietas, quedarse paralizados, mostrarse muy pegajoso, retraimiento o no hablar en situaciones sociales.

D. Las situaciones sociales se evitan o se soportan con ansiedad o miedo intenso.

E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados al peligro real que aparenta la situación social y al contexto sociocultural.

F. El miedo, la ansiedad o la evitación son persistentes y duran seis meses o más.

G. El miedo, la ansiedad o la evitación causan malestar clínicamente significativo o deterioro en el funcionamiento social, laboral o en otras áreas de desempeño.

H. El miedo, la ansiedad o la evitación no son atribuibles a los efectos fisiológicos de una sustancia (por ejemplo, droga de abuso, medicación) o a otra condición médica.

I. El miedo, ansiedad o la evitación no se explican mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como trastorno de angustia, trastorno dismórfico corporal o trastorno del espectro autista.

J. Si está presenta otra condición médica (por ejemplo, enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración por lesiones o quemaduras), el miedo, la ansiedad y la evitación no están relacionados o son claramente excesivos.

Especificar si:

Sólo de actuación: El miedo se restringe a hablar o actuar en público.

Los niveles de introversión y neuroticismo son relevantes para que el niño pueda evitar o escapar de situaciones y poder desarrollar una ansiedad social.

Evaluación del Trastorno de Ansiedad Social en niños y adolescentes

En la evaluación de ansiedad social en infantes y adolescentes se pueden emplear medidas indirectas como puedan ser cuestionarios, entrevistas, registros y autorregistros…; medidas de observación con pruebas situacionales y pruebas objetivas como registros psicofisiológicos.

Algunas recomendaciones para la evaluación de la ansiedad social pueden ser:

  • Entrevistas escructuradas y semiestructuradas: Entrevista para los Trastornos de Ansiedad según del DSM-5: Child and Parent Versions; ADIS-5-C/P;(Albano & Silverman, 2015)
  • Evaluación Psiquiátrica para Niños y Adolescentes (Child and Adolescent Psychiatric Assessment; CAPA; Angold & Costello, 2000).
  • EDAS: Escala para la detección de ansiedad social (Olivares & García-López, 1998).
  • LSAS-CA: Escala de Ansiedad Social de Liebowitz, para Niños y Adolescentes (Masia-Warner, Storch, Pincus, Klein, Heimberg, & Liebowitz, 2003).
  • SPAI: Inventario de Ansiedad y Fobia Social (Turner, Beidel, Dancu, & Stanley, 1989).
  • CEDIA: Cuestionario de Evaluación de Dificultades Interpersonales en la Adolescencia (Inglés, Méndez, & Hidalgo, 2000).
  • SSPSS: Cuestionario de Autoverbalizaciones al Hablar en Público (Hofmann 6 DiBartolo, 2000).

A ésta evaluación para la ansiedad social hay que sumarle los registros y autorregistros para poder evaluar la ansiedad social en el entorno real, las medidas de observación en situaciones naturales, artificiales y simuladas y las medidas psicofisiológicas para evaluar el ritmo cardíaco, presión sanguínea, la sudoración, y otras alteraciones como el nivel de tensión muscular.

Tratamiento

Los tratamientos que han demostrado ser eficaces para el tratamiento de la ansiedad social, son los basados en la terapia cognitivo-conductual.

Estos tratamientos tienen como principal objetivo el proporcionar estrategias y habilidades para reducir el nivel de ansiedad ante situaciones sociales, asociado a pensamientos negativos e intrusivos y al temor a la evaluación negativa sobre sus acciones.

Desde el enfoque basado en el tratamiento multicomponente de el modelo cognitivo-conductual han diseñado un tratamiento específico para trtar la fobia social en la población infanto-juvenil de gran eficacia y consta de:

CBGT-A (Cognitive-Behavioral Group Treatment for Adolescents) (Albano, Marten, Holt, Heimberg, & Barlow, 1995; Hayward et al., 200; Herbert et al., 2009).

Compuesto de 16 sesiones, estructurado en dos partes:

  1. Psicoeducación y entrenamiento en habilidades.
  2. Exposición y entrenamiento en habilidades
  3. Exposición. Durante las siete primeras sesiones (psicoeducación, entrenamiento en HHSS, resolución de problemas, asertividad y reestructuración cognitiva. La sesión 8 dirigida a introducir la exposición de los adolescentes y sus padres de forma gradual y estructurada desde la sesión 9 hasta la 16. Promoviendo la exposición en vivo.

SET-C (Social Effectiveness Training for Children) (Beidel, Turner, & Morris, 2000).

Formado por 24 sesiones, cuya aplicación son dos semanales, siendo éstas una grupal y otra individual que incluyen:

  1. Psicoeducación (niño y padres).
  2. Entrenamiento en HHSS.
  3. Exposición en vivo.
  4. Sesiones de generalización de 90 min., programadas después de las sesiones de entrenamiento en HHSS, para la aplicación en la vida cotidiana.

LAFS (Invención en Adolescentes con Fobia Social) (Olivares, 2005).

Su versión original consta de 12 sesiones de 90 min., que se aplican semanalmente en el ámbito escolar. Inlcuyen:

  1. Psicoeducación.
  2. Entrenamiento en HHSS.
  3. Exposición y técnicas de reestructuración cognitiva.
Noelia Ugena Sánchez
Graduada en Psicología de la Salud por la UDIMA.