Trastorno Bipolar: Causas y clasificación

¿En qué consiste el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar (TAB) y antiguamente como psicosis maniaco-depresiva (PMD), es una enfermedad mental caracterizada por cambios extremos en el estado de ánimo.

En esta afección mental, la persona fluctúa entre períodos de profunda tristeza, depresión intensa y desesperanza, con períodos de sentirse extremadamente alegre, exaltado, eufórico o irritable (manía o hipomanía).

Estos períodos suelen durar varias semanas o meses por etapas, intercalándose entre el comportamiento normal con los episodios maníacos-depresivos y pueden afectar al sueño, el juicio, el nivel de actividad diaria, la capacidad para pensar con claridad y el comportamiento.

Estos cambios extremos e inusuales en el estado de ánimo afectan a 2 de cada 100 personas y tiene la misma incidencia en ambos sexos. No se trata de algo que se pueda resolver de forma autónoma y su gravedad puede llegar a requerir incluso hospitalización.

Causas y desencadenantes del trastorno bipolar

La causa concreta que produce el trastorno bipolar no es del todo exacta, aunque los estudios sugieren algunos posibles puntos de origen:

Suele presentarse con mayor frecuencia en personas con antecedentes familiares que padecen la misma enfermedad, por lo que todo parece indicar que existe un factor genético y biológico.

El sistema límbico, encargado de regular las emociones (entre otras funciones) en nuestro cerebro, funciona de una forma errónea en las personas que padecen trastorno bipolar, por lo que su estado de ánimo sufre alteraciones bruscas sin un motivo aparente de tipo personal, social o familiar que lo justifique.

La causa biológica es otro factor debido a que existen neurotransmisores como la dopamina (aumento de niveles en fase maníaca), serotonina (disminución de niveles en fase depresiva) y acetilcolina que estarían implicados, así como ciertas hormonas como la tiroxina.

Por otro lado, algunos desencadenantes de episodios serían factores psicológicos, consumo de alcohol, tóxicos, algunos fármacos, estrés excesivo, síndrome post-parto, dormir menos de siete u ocho horas, etc.

Clasificación del trastorno bipolar

No existe un claro consenso sobre cuántos tipos de trastorno bipolar existen, aunque sus características son diferenciadas dependiendo del grado de los síntomas depresivos o maníacos y generalmente se pueden clasificar en cuatro tipos:

Trastorno bipolar tipo I

El trastorno bipolar tipo I es frecuente en individuos que han experimentado al menos un episodio maníaco añadido a uno o más episodios depresivos mayores. Para este diagnóstico debe existir uno o más episodios maníacos o mixtos sin que sean  necesarios que aparezca un episodio depresivo (aunque puede haberlo).

Trastorno bipolar tipo II

Se caracteriza por episodios de depresión mayor (depresiones intensas) y al menos un episodio hipomaníaco (euforia moderada).

En este tipo, los episodios de hipomanía carecen de rasgos psicóticos o si aparecen, tienen que estar asociados a las fases depresivas, por lo que no se llega a los extremos de la manía. Este tipo es más difícil de diagnosticar.

Trastorno bipolar no especificado

Se asigna al individuo cuando parece sufrir claramente algún tipo de trastorno bipolar pero no cumple los criterios de alguno de los otros subtipos.

Puede existir una alternancia muy rápida (en días) entre síntomas maníacos y síntomas depresivos, que no cumplen con el criterio de duración mínima para un episodio maníaco o un episodio mayor.

Igualmente puede aparecer un episodio maníaco o mixto superpuesto a un trastorno delirante, una esquizofrenia residual o un trastorno psicótico no especificado.

Ciclotimia

Denominado también trastorno bipolar de ciclo rápido, donde el individuo experimenta numerosos episodios de hipomanía intercalados con episodios depresivos que no cumplen del todo los criterios para que existan episodios de depresión mayor.

Puede que aparezca un ciclado de grado bajo del estado de ánimo como un rasgo de la personalidad, pero que interfiere en la función del individuo.

Hay diferentes variaciones de este tipo y los estados de ánimo cambian rápidamente, de ahí que se denominen ciclos rápidos o acelerados (el ánimo cambia varias veces a la semana o incluso en el mismo día) y ciclos lentos, respectivamente. Estos ciclos se asocian con ansiedad y altos riesgos de suicidio.

Uso erróneo del término Trastorno Bipolar

Muchas personas piensan que este trastorno se caracteriza sencillamente por cambios de humor repentinos en el mismo día o por altibajos emocionales.

De hecho, en más de una ocasión escuchamos la típica frase “eres un poco bipolar”, haciendo un uso indebido del término. Debemos intentar no estigmatizar el término bipolar y en este caso, podríamos cambiar esta frase por “humor cambiante”, lo cual, indudablemente, no significa lo mismo una vez que hemos comprendido previamente que el trastorno bipolar es un trastorno psicológico serio que requiere tratamiento.

Las oscilaciones en el trastorno bipolar son menos frecuentes de lo que la gente pueda creer, llegando a durar semanas o incluso meses, por lo que es importante no confundir nuestros cambios de humor o la expresión de diferentes emociones ocasionadas por algún estímulo, con el trastorno propiamente dicho.

Posiblemente si mi humor cambia constantemente en el sentido que manifiesto alegría y pasado un rato, manifiesto un enfado, puede ser debido a que no soy capaz de manejar muy bien mis emociones, a mis rasgos de personalidad o incluso a alguna alteración psicológica y/o fisiológica (como el síndrome premenstrual en las mujeres), pero eso no significa que “sea bipolar”.

Gracias a los tratamientos farmacológicos adecuados combinados con la psicoterapia es posible llegar a alcanzar una buena calidad de vida cuando se padece este trastorno y a pesar de ser una afección de por vida, es posible controlar los cambios cíclicos de la persona que lo sufre.

Consulta siempre con un especialista y pide ayuda si crees que lo necesitas. Tu salud mental depende de ello.

Natalia Céspedes Arjona
Terapeuta en Psicología Integrativa y conductora en procesos emocionales.