Todo lo que debes saber sobre el estrés

El estrés es una reacción humana y totalmente normal ante situaciones de mucha presión o de cambios. Sin embargo, si esta respuesta natural se mantiene durante un largo plazo de tiempo puede desencadenar en ciertos síntomas emocionales, físicos y de comportamiento, con influencia negativa en la rutina diaria.

Gracias al avance de la ciencia y la tecnología, se ha comprobado que el estrés es la respuesta del cuerpo ante una determinada tensión psicológica, física o emocional. Todas las personas, en algún momento de sus vidas, han experimentado cierto nivel de estrés cuando se han sentido o sienten amenazados, sucede algo inesperado o están a la expectativa de cambios.

Principales síntomas que desencadenan el estrés

Ciertamente, cada persona es única, por lo tanto, las razones o factores que pueden desencadenar altos niveles de estrés pueden variar de una persona a otra, lo que es causa de estrés para unos, para otros puede carecer de importancia.

No obstante, los profesionales de la salud aclaran que no todo el estrés es malo. De hecho, la respuesta física y mental que se produce en situaciones estresantes permite que los seres humanos realicen determinadas acciones o eviten aquello que puede hacer daño. Esto quiere decir que el estrés en pequeñas dosis es bueno para activar el instinto de supervivencia.

Sin embargo, aunque se trata de una reacción 100% natural, experimentar estrés durante largos períodos de tiempo puede ser perjudicial para la salud. A continuación, se presentan algunos de los principales síntomas que reflejan estrés crónico:

  • Dificultad para relajarse.
  • Sentimiento de angustia, agobio o cansancio.
  • Baja autoestima.
  • Poca relación con otras personas.
  • Dolores de cabeza.
  • Dificultad para conciliar el sueño por las noches.
  • Infecciones o resfriados frecuentes por el debilitamiento del sistema inmunitario.
  • Náuseas, diarrea, estreñimiento y malestar estomacal.
  • Dolor en el pecho.
  • Poca energía y baja productividad.
  • Escaso deseo sexual.
  • Bruxismo durante el día o la noche.
  • Sudoración excesiva en manos y pies.
  • Boca reseca.
  • Pesimismo.
  • Falta de concentración.
  • Poco apetito o comer en exceso.
  • Pensamientos negativos, vagos y acelerados.
  • Desorganización.
  • Uso excesivo de sustancias como el tabaco, el alcohol o las drogas.
  • Procrastinación o evasión de compromisos y responsabilidades.
  • Conductas nerviosas como morderse las uñas.
  • Consecuencias del estrés crónico.

Experimentar estrés por un tiempo prolongado es una condición que debe ser tratada por profesionales del campo de la psicología. Esto se debe, principalmente, a que el estrés crónico tiene un impacto negativo sobre la salud general

Entre las consecuencias más graves del estrés a largo plazo se encuentran:

  • Trastornos alimentarios.
  • Caída del cabello.
  • Acné, eczema, psoriasis y otros problemas en la piel.
  • Problemas cardiovasculares como ataques cardíacos, presión arterial alta, ritmo cardíaco irregular…
  • Trastornos de la personalidad.
  • Períodos menstruales anormales.
  • Altos niveles de ansiedad.
  • Ataques de pánico.
  • Depresión.
  • Impotencia o eyaculación precoz.
  • Pérdida del deseo sexual.
  • Obesidad.
  • Colon irritable.
  • Gastritis y otras afecciones gastrointestinales.

¿Cómo superar el estrés?

Existen numerosas estrategias para prevenir el estrés por tiempo prolongado. Las actividades de relajación, como los ejercicios de respiración y el yoga, así como dormir 8 horas diarias, mantener actitud positiva y aprender a decir que no a otras personas, pueden prevenir altos niveles de estrés.

Sin embargo, si el estrés ha llegado a dominar muchos aspectos de la vida diaria, no hay de qué preocuparse. Es momento de poner manos a la obra y practicar las siguientes estrategias para reducir los síntomas del estrés:

  • Hacer ejercicio: una rutina de entrenamiento en casa o en el gimnasio puede mejorar el estado de ánimo
  • Meditar y practicar la gratitud: al final de cada día, es importante tomarse unos minutos para agradecer lo logrado.
  • Definir metas concretas para cada día, semana o mes.

Como se puede ver, el estrés no es más que una respuesta fisiológica natural y normal del cuerpo ante situaciones amenazantes o de mucha presión. No obstante, el estrés crónico es un problema de salud mental que debe ser tratado por profesionales de la psicología, cuando comienza a afectar en la rutina diaria.

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