Los procesos cognitivos y la memoria, nos permiten un correcto desarrollo de habilidades y experiencias. Con el paso de los años llegan a deteriorarse y es necesario tomar medidas.
Existen actividades y rutinas diarias que pueden favorecer su conservación y la prevención de ciertas enfermedades.
Cuando la pérdida es inminente o estamos ante los deterioros cognitivos provocados por el paso del tiempo, la edad, accidentes o enfermedades como el Alzheimer, debemos de seguir otros pasos encaminados a frenar este detrimento o procurar el mejor estado posible de nuestra memoria.
Cuando la memoria se desvanece…
Una persona que comienza a tener pérdidas de memoria frecuentes, puede plantearse la posibilidad de estar ante una enfermedad como el Alzheimer, o puede que simplemente el paso del tiempo este deteriorando los procesos memorísticos. Antes de aferrarse a una idea preocupante, puede ser recomendable ejercitar nuestra memoria desde casa, con ayuda de algún familiar o por nosotros mismos. Si no mejoran las pérdidas y la situación pasa a ser preocupante, será necesario acudir a algún especialista que diagnostique la situación y aplique el tratamiento oportuno.
Para ejercitar y mantener los procesos de memoria activos, conviene realizar ejercicios mnemotécnicos a modo de juego . Hay que tener en cuenta que nuestro cerebro está preparado para recordar 7 +/- items de información, esto quiere decir que tendemos a recordar siete datos de información más o menos, por eso es frecuente que agrupemos los dígitos de un número de teléfono, de dos en dos, o de tres en tres, en lugar de uno en uno, ya que es un trabajo más sencillo para nuestra memoria. Con lo cual, habría que atenerse a este dato, y tener en cuenta las características individuales de cada uno, para trabajar con un nivel adecuado a sus circunstancias, siendo este lo suficientemente bajo para que se vea estimulado al resolver los ejercicios y observar el éxito de respuesta.
Conservar la memoria: Algunos ejercicios para practicar en casa
Juegos con números
Intentar memorizar números observando series durante 60 segundos y más tarde repetir aquellos items que recordemos.
- – 12 – 23 – 35 – 44 – 58 – 70
Juegos con palabras
Con la misma estructura que el ejercicio anterior. Dada una serie de palabras, sin relación alguna, tratar de recordar las máximas posibles. Las series se pueden ir complicando a medida que se superan.
Ciervo – mar – coche – destino – resultado – padre – rojo
Juegos con imágenes
Se pasarán rápidamente una serie de no más de siete imágenes. La persona debe de tratar retenerlas. Instantáneamente repetirá lo que ha visto. Otra variante puede ser, hacerlo del mismo modo que con los ejercicios anteriores pero con mayor número de fotos.
Juegos con sonidos
Se escucharán varios sonidos, diferenciados por pausas de silencio, las cuales el sujeto aprovechará para ir diciendo lo que ha oído, con el fin de evitar confusiones, en ocasiones no percibimos del mismo modo iguales sonidos, y a su vez reforzar recuerdo. Después de terminar de escuchar toda la serie de items, el sujeto anotará todos los que recuerde.
Sesión de Vídeos
También se pueden poner cortometrajes o incluso largometrajes, depende del nivel en que se trabaje, siempre con ideas básicas y clarificadas, y orientados al recuerdo de acciones de la película, sobre las que podamos lanzar preguntas claras y directas. Esto obliga a forzar la concentración y una atención mantenida en un primer momento, y a hacer uso de la memoria y del recuerdo en segunda instancia.
Todas estas actividades se pueden llevar a cabo desde casa de un mondo sencillo, o también en centros especializados con niveles personalizados y otros refuerzos necesarios, en el caso de que el problema sea serio.
Conservar la memoria: Consejos para el día a día
Durante la curación de las pérdidas de memoria o las enfermedades relacionadas con esta, conviene tener en cuenta algunos consejos para el día a día, además de llevar a cabo actividades con ayuda de especialistas, o algunos ejercicios como los mencionados anteriormente.
Objetos de uso diario
Asignar siempre un lugar fijo a los objetos de uso habitual, como llaves, teléfono, monedero, gafas, calzado…, para evitar su pérdida.
Toma de medicamentos
Conviene situar el medicamento junto a algo que utilizas habitualmente a la hora de la toma (vaso de agua, mantel, gafas…), para evitar el olvido del mismo.
Conversaciones
Las personas que acostumbran a no relacionarse, a estar solos, y además suelen tener pérdidas de memoria, cuando llega el momento de interaccionar con otros, solo piensan en hablar y contar lo suyo. Esto induce a que se “olviden” de atender a lo que los demás quieren contarles, por tanto, después no logran recordar diálogos. Esta clase de olvidos, no suceden por la falta de memoria, sino porque no mostraron interés durante la conversación. Para evitar estas situaciones, hay que tratar de obligar a escuchar a los demás activamente, estableciendo turnos de palabra y escucha, con calma y atención.
Despistes y olvidos diarios
Todos tenemos despistes a menudo. Seguro que en alguna ocasión, hemos ido a algún lugar a hacer o recoger algo y cuando hemos llegado, no hemos sido capaces de recordar qué era lo que íbamos a hacer. Estos sucesos son normales y no debemos tomarlos a la tremenda. A veces el problema reside en la interpretación. La propia preocupación puede causarnos la idea errónea de un problema que no existe, y esta idea acabar creando un verdadero problema.
Ante los despistes o fallos de memoria preocupantes, comienza a tomar medidas, no está de más ejercitar nuestro cerebro, al fin y al cabo, como todo, si no se usa se pierde.
Si te ha parecido interesante lo que has leído, toma nota, pero en tu cabeza. No olvides desafiar a tu memoria día a día.