Tanto para adultos como para niños y adolescentes, la salud mental es un pilar fundamental del bienestar general. Si bien la idea de acudir a un psicólogo ha perdido cierto estigma en los últimos años, aún persiste la creencia de que solo se necesita en casos graves o extremos.
Sin embargo, la realidad es que la terapia psicológica puede ser una herramienta invaluable para mejorar la calidad de vida en cualquier etapa del desarrollo. Para ello, claro está, es indispensable acudir a un equipo de psicólogos que vaya en consonancia con los resultados que se esperan lograr.
Psania, un lugar para encontrar soluciones y sanar
Psania es un centro de psicólogos en Valladolid que puede ser una gran recomendación para, al menos, conocer las características que hacen diferentes a los mejores centros de psicología en cualquier lugar, y de esa manera las personas puedan encontrar soluciones allá donde se encuentren.
- Experiencia, un factor preponderante: nunca es buena idea ponerse en manos de profesionales que no tengan una gran trayectoria, una validez profesional y opiniones positivas e intachables por parte de sus anteriores pacientes. En ese sentido, Psania cuenta con psicólogos profesionales y especialistas cada uno en su ramo, con más de 10 años de experiencia en el sector.
- Eficacia y especialización: una forma de atención y una metodología de orientación cognitivo-conductual permiten ofrecer a sus pacientes soluciones y, además de eso, una eficacia muy alta avalada por la ciencia. Las personas, desde luego, encontrarán soluciones eficaces para todo tipo de problemas que estén afrontando.
- Transparencia y tratamientos individualizados: la honestidad profesional es algo que distingue a este centro de psicólogos en Valladolid. La transparencia sobre los avances, sobre los riesgos, sobre la capacidad de atender cada caso. Casos que, además, se atienden desde un enfoque totalmente exclusivo e individualizado, para garantizar una eficacia mayor.
Problemas y terapias más comunes en un centro de psicología
Es normal que aun cuando en la actualidad muchos estigmas se han derrumbado en torno a los psicólogos, algunas personas aún tengan dudas sobre si deben o no acudir o cuándo deben buscar ayuda profesional. Conocer los problemas y terapias más comunes puede aportar alguna orientación en esa búsqueda.
- Adultos: problemas de salud mental modernos, muy de esta época, como el estrés y la depresión; problemas relacionados con las adicciones; e incluso problemas relacionados con la frustración, el enfado, el manejo de la ira o las fobias, pueden tener un tratamiento específico por parte de los especialistas. Es mejor prevenir antes que lamentar, y una consulta psicológica puede brindar herramientas para afrontar la vida de mejor manera.
- Adolescentes: problemas relacionados con la autoestima, la ansiedad, las relaciones sociales y de pareja o la desmotivación, pueden tener una implicación directa en su calidad de vida. Por la complicada etapa de la vida en la que se encuentran, muchos padres no saben bien cómo proceder. Acudir al psicólogo es una opción a considerar.
- Niños: la psicología infantil es uno de los campos más especializados e innovadores de la psicología, ya que se basa en temas que están en constante evolución y con investigaciones muy profundas. Problemas de comportamiento o conducta, pero sobre todo problemas relacionados con un rendimiento escolar bajo o dificultad para expresar las emociones, están entre los más atendidos con éxito por parte de un psicólogo especializado en el área infantil.
Terapia de pareja: si bien existe el estigma negativo de que las parejas acuden a terapia cuando ya no hay nada por hacer, acudir a un psicólogo a tiempo puede representar descansar de una responsabilidad que están asumiendo por error. Problemas de comunicación, superar conflictos familiares, terapia sexual o incluso problemas de confianza, celos e infidelidades, pueden tener una solución acudiendo a terapia. Y muchas veces no implica retomar la relación, pero sí implica saber cómo seguir adelante a pesar de la mala experiencia amorosa, que puede ser incluso más delicada para las partes involucradas.