Ser un trabajador independiente a menudo significa depender exclusivamente de uno mismo. Si bien puede sonar liberador, también es una gran responsabilidad y peso sobre los hombros. Es muy sencillo distraerse, procrastinar o simplemente gestionar mal el tiempo y el trabajo, y, en esos casos, no podemos contar con nadie más que nosotros mismos para que nos ayude a retomar el camino.
En ese sentido, la motivación y la productividad son los faros que nos deben guiar a los trabajadores hacia el éxito.
Este artículo incluye distintos recursos, estrategias y herramientas que guiarán tu camino, ofreciéndote el impulso necesario para alcanzar tus metas con determinación y eficiencia.
6 Soluciones Para Mantenerte Productivo y Motivado
Ya sea que estés buscando inspiración para comenzar tu día, técnicas para gestionar tu tiempo sabiamente o métodos para mantener la concentración en medio de un mar de distracciones, aquí encontrarás diversas soluciones prácticas para llevar tu trabajo autónomo a nuevas metas.
- Trabaja por objetivos
Ponerse objetivos y metas a uno mismo dentro un mismo trabajo puede ser una gran manera para evitar distracciones y mantenernos motivados. Nos da un sentido claro de dirección y propósito, dándonos un empuje a gestionar de manera eficaz el tiempo y el trabajo.
Establecer objetivos realistas implica dividir las grandes aspiraciones en hitos más pequeños y alcanzables, facilitando el seguimiento del progreso y la motivación a lo largo del tiempo. Esta práctica puede ayudar a los trabajadores a evitar las trampas del agobio y la procrastinación, tan habituales y comunes en este ambiente.
Además, establecer objetivos realistas facilita la medición del progreso y permite la mejora continua. Al poder evaluar nuestro rendimiento, también podremos ajustar y, sobre todo, identificar áreas en las que mejorar nuestras habilidades, asegurándonos que seguimos siendo adaptables y competitivos.
Alcanzar estos objetivos aporta satisfacción y refuerza la conexión entre el trabajo duro y el éxito. Nos ayudan a mantenernos motivados, a adaptarnos a los retos y, así, construir una carrera profesional próspera y gratificante a largo plazo.
- Planifica tu tiempo y el trabajo
El orden es clave si queremos ser eficaces y productivos. Podríamos incluso decir que una planificación eficaz es lo que nos ayudará a alcanzar el éxito.
Por una parte, nos permite gestionar eficazmente el tiempo, aumentando la productividad general. Si establecemos un horario de trabajo estructurado previamente y priorizamos las tareas, podremos centrarnos en las actividades que generan ingresos y lograr un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal, en el que todos salimos ganando. La planificación es lo que nos permitirá evitar la procrastinación y garantizar el cumplimiento de los plazos sin sacrificar la calidad.
Por otra parte, también ayuda a reducir el estrés ya que nos permite tener una visión clara de los plazos y las responsabilidades, evitando sorpresas de última hora. Nos mantiene centrados en los objetivos, ayudando a que podamos conseguirlos.
En última instancia, una planificación adecuada también contribuye a la satisfacción del cliente, ya que ve cómo su encargo se entrega en tiempo y forma sin renunciar a la calidad del mismo.
- Explora herramientas útiles
Hemos mencionado cómo ser trabajador independiente puede acarrear cierta soledad y responsabilidad. Esto no quiere decir que no existan softwares o herramientas digitales que nos puedan ayudar a hacer nuestro trabajo más eficaz.
Desde planificadores que utilizan el método Kanban, hasta programas de contabilidad que se encargan de las facturas, pagos y vencimientos. Existe un mundo de opciones en internet esperando a que las descubramos, solamente debemos tener claras nuestras necesidades y encontrar la opción que mejor encaje.
En este sentido, no solamente podemos buscar herramientas sino que también podemos optar a ayudas económicas para adoptarlas como el Kit Digital europeo o el Hub Digital en América Latina. El factor económico siempre está presente a la hora de adoptar nuevas herramientas y su coste a menudo es un obstáculo. Gracias a estos programas de ayudas es más sencillo poder aprovechar los beneficios que estos softwares pueden tener en nuestra productividad.
- Visualiza el trabajo pendiente y realizado
Anteriormente hemos mencionado el método Kanban y, en este sentido, cobra particular importancia ya que es un muy buen método para tener una visión del trabajo en su totalidad, tanto el ya realizado, como aquel pendiente de hacer.
Visualizar el trabajo es una práctica muy recomendable ya que nos permite hacer un seguimiento sencillo y rápido de los progresos y nos da una sensación real de logro y dirección.
Podemos controlar la carga de trabajo, aprovechar al máximo el tiempo y tener una visión clara de todos los proyectos. Nos permite mejorar la gestión del tiempo, completar las tareas de forma eficaz y, sobre todo, nos ayudará a evitar la procrastinación.
Hace que mantengamos tanto los objetivos a corto como a largo plazo en el punto de mira, proporcionándonos una dirección y una motivación constantes. La visualización es una forma fantástica para que los autónomos se mantengan organizados, cumplan los plazos y alcancen sus aspiraciones.
- Céntrate en lo esencial
La concentración es, quizás, uno de los objetivos más complicados de alcanzar en la actualidad. Estamos constantemente bombardeados por estímulos y tenemos todo tipo de distracciones al alcance de nuestra mano, lo que hace que concentrarnos pueda suponer un esfuerzo más grande del que debería.
Sin embargo, es necesario hacer este esfuerzo ya que mantenernos concentrados y, más aún, en las tareas que son realmente esenciales, es lo que hará que podamos gestionar de manera eficaz el tiempo, cumplir con los plazos y evitar el estrés de no estar cumpliendo con los objetivos o no tener el tiempo suficiente.
Como dijimos antes, no es sencillo evitar distracciones, están, literalmente, en todas partes. No obstante, hay algunas prácticas que nos pueden ayudar. Tener un espacio de trabajo exclusivo para el trabajo, separado del ámbito personal, puede ser un gran primer paso, así como establecer y, sobre todo, cumplir con horarios de trabajo claros.
Existen también técnicas, más allá de lo tangible, que nos pueden ayudar en la concentración. La clásica y famosa técnica Pomodoro ha demostrado ser muy eficaz a la hora de mejorar la concentración y aumentar la productividad. La meditación y el mindfulness también pueden ser beneficiosos para quienes tengan problemas de concentración ya que nos ayuda a que nuestra mente no se evada y se centre en el aquí y ahora.
Así como establecer horarios y lugares de trabajo específicos puede ayudar, también, puede tener un efecto negativo o diluir su efecto a largo plazo, por lo que debemos revisar y ajustar de manera regular las rutinas para conseguir estar siempre atentos y concentrados.
- Evita el multitasking
El multitasking es una de las palabras que seguramente hemos oído mucho en estos últimos años. Se trata de realizar múltiples tareas a la vez con la creencia de que, de esta manera, se es más productivo ya que se realizan más actividades en menos tiempo.
Si bien en la teoría puede tener sentido, es de sobra sabido que en la práctica no se aplica de manera tan eficaz. El multitasking es un concepto que puede ser aplicable a una máquina o un software, pero para las personas puede suponer una fragmentación de la atención en cada actividad que conlleva justamente a lo contrario: una menor eficiencia y mayor porcentaje de errores.
La concentración de la que hablamos en el punto anterior choca de lleno con el multitasking. La constante transición entre tareas diferentes impide entrar en el estado de flujo, una condición mental donde la persona está completamente inmersa y concentrada en una sola actividad. Este flujo es esencial para maximizar la productividad y la creatividad, pero es difícil de alcanzar cuando se realizan varias tareas a la vez.
Cuando se habla de multitasking, además, a menudo se olvida el fenómeno conocido como el costo del cambio, es decir, el tiempo que la mente necesita para reajustarse cada vez que cambia de una tarea a otra. Visto de esta manera, centrarse en una sola tarea resulta mucho más productivo y eficaz, aunque pueda parecer lo contrario.
Desde el punto de vista de la motivación, una sobrecarga cognitiva causada por la necesidad de realizar varias tareas a la vez y la obsesión por reducir el tiempo, puede llevar al agotamiento mental y emocional, afectando a nuestra salud general.
Encuentra el equilibrio
Si queremos ser productivos y alcanzar la mejor versión de nosotros mismos en el trabajo, debemos conocernos a fondo: tanto nuestras capacidades, como nuestras limitaciones. De este modo podremos equilibrar la exigencia de estar poniéndonos retos constantemente, sin llegar al extremo de querer abarcar más de lo que nuestra salud puede aguantar.
En definitiva, no somos máquinas. Somos personas con sentimientos, emociones y un contexto y entorno que puede hacer que tengamos días muy productivos y otros no tanto. Mantener la exigencia hará que no nos durmamos en los laureles, pero, por otro lado, excedernos y tener una vara demasiado alta hará que lo paguemos con nuestra salud.
Sólo a través del conocimiento de nosotros mismos podremos tener una idea realista y entender de manera sana hasta qué punto podemos exigirnos y rendir de manera sana y sin perder la calidad.