Siempre se ha escuchado aquello de “las prisas no son buenas consejeras”. Tampoco lo es el estrés, los nervios, la ansiedad y, sin embargo, a veces pareciera casi imposible evitarlo, como si nos hubiésemos acostumbrado a tener algo que nos impide vivir serenos.
Conocer trucos para aliviar el estrés es fundamental para poder liberarnos de eso que nos pesa en la mochila imaginaria y achicar el vaso de agua en el que, a menudo, nos ahogamos.
Justamente de eso se trata. De hacer una reflexión sobre la importancia de qué es aquello que nos está robando el sueño, nos está impidiendo disfrutar de las tareas cotidianas, de nuestra familia, nuestra pareja o de un paseo al sol o a la lluvia de cualquier ciudad.
El psicólogo Rafael Santandreu, en su libro de “El arte de no amargarse la vida” describe la importancia del no terribilizar. Y no terribilizar es, simplemente, poner de una escala del 1 al 10 qué es lo que nos preocupa, cuánto nos preocupa y cuánta importancia real tiene, cuando en el 10 se podría colocar una enfermedad mortal.
A este ejercicio, se le debería acompañar de una pregunta: ¿Qué pasa si no consigo esto/si no llego/si se ríen de mi/…? La respuesta suele ser siempre la misma: nada. No pasa absolutamente nada.
Pensar así es cuestión de práctica y de interiorizar bien esta reflexión. Para el día a día y más concretamente, se pueden seguir una serie de consejos de obligado cumplimiento para poder tener una vida más plena y no dejarnos vencer por la ansiedad, el estrés y las proyecciones terribilizadoras que nos inventamos y se convierten en nuestros verdugos.
Perspirex, marca muy relacionada con estos temas ya que el estrés, a menudo, produce la sudoración, pone el foco en aprender a detectar los síntomas y combatirlos. Para ello, ha elaborado un listado de diez consejos prácticos para seguir a pies juntillas y conseguir una vida más equilibrada:
- Respira diez veces profundamente, dejando la mente en blanco y concentrándote sólo en escuchar tu respiración.
- Practica una hora de ejercicio al día. El deporte es muy bueno, tanto para el cuerpo como para la mente, liberando endorfinas y estrés.
- Apúntate a clases de yoga o meditación dos veces por semana. No es una leyenda urbana, se nota de verdad la diferencia.
- Bebe menos alcohol, sólo alguna cerveza o una copa de vino, pero no bebas mucho más ya que el consumo del alcohol está relacionado con el estrés.
- Duerme, mínimo, siete horas diarias e intenta que sean de calidad, ya que dormir bien es muy importante para el bienestar mental.
- Haz pequeños descansos de la pantalla del ordenador, del móvil, etc. El uso ininterrumpido aumenta el estrés.
- No comas en exceso y procura que sean alimentos sanos.
- Dedica diez minutos a arreglarte o a elegir, sencillamente, qué te pones. Hay tiempo para todo.
- Busca y disfruta del silencio. Y no le tengas miedo, a veces es vital para escuchar lo importante.
- Ríete. Ríete mucho. La risa alivia el estrés y alarga la vida.
Y lo bueno de todo esto es que nunca es tarde para comenzar.
