Desde hace mucho tiempo, el uso de los videojuegos ha llamado la atención de los investigadores debido a sus posibles efectos negativos en los problemas de salud mental, como la ansiedad y depresión. Sin embargo, la tecnología también podría cumplir un rol relevante para controlar estos trastornos.
Los efectos de los juegos sobre la ansiedad
Los trastornos mentales comunes, como los trastornos depresivos y los trastornos de ansiedad, continúan aumentando. A nivel mundial, se estima que el 4,4 % de la población padece depresión y un 3,6 % trastornos de ansiedad.
A pesar de la variedad de tratamientos disponibles, muchas personas no participan en ellos. Por tal motivo, algunos investigadores decidieron explorar en el mundo de los juegos móviles para manejar la ansiedad y depresión de los pacientes.
Pero no se trata de cualquier videojuego. La dependencia tecnológica también representa un riesgo para las personas, principalmente los menores. Un usuario promedio toca su teléfono unas 2.617 veces al día. Las personas, incluso desde edades muy tempranas, pasan alrededor de 3 horas y 15 minutos al día en sus teléfonos. Por ello, resulta importante establecer medidas preventivas, como restablecer el uso del teléfono y utilizar apps de control horario.
La sección Electrónicos del website Reviewbox, destaca aplicaciones como mSpy, Kids Place, Qustodio, Confidant y Norton Family ayudan a controlar el tiempo en pantalla y monitorear las actividades de distintos miembros de la familia, como las descargas y las páginas que visitan. También permiten bloquear el acceso a contenidos específicos cada vez que el niño intenta entrar en alguno de los sitios.
IThrive Games Foundation, una organización que tiene como objetivo mejorar la salud mental de las personas a través del juego, decidió trabajar con un videojuego móvil para adolescentes que sufren ansiedad.
La mayoría de videojuegos que abordan la salud mental provienen de fabricantes independientes, como el proyecto SPARX (Smart, Positive, Active, Realistic, X-factor thoughts) de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda.
El videojuego está destinado a aliviar los síntomas de depresión mediante aventuras gráficas que incluyen técnicas de gestión de las emociones, reconocimiento personal y técnicas de terapia cognitivo conductual.
Otra propuesta es el salón de videojuegos NiceOne, una feria de videojuegos destinada a tratar enfermedades de salud mental. Los jugadores tienen la oportunidad de experimentar y sentirse parte de la acción, más allá de las pantallas.
Los beneficios de estas terapias digitales pueden deberse, en parte, a los sentimientos positivos que provocan en los participantes, quienes experimentan las reglas, las metas y los desafíos del juego.