El efecto nocivo de la sociedad en las personas

¿Hasta dónde hemos llegado? Nos hemos convertido en ovejas dentro de un gran rebaño, que caminan juntas empujándose las unas a las otras directas al acantilado. Por simple inercia, por simple impulso, sin posibilidad de dar marcha atrás ni de manejar otras opciones posibles. Siguiendo un camino predestinado sin conocer el porqué, pero haciéndolo por el mero hecho de que los demás también lo hacen.

Este es el resumen de la vida del ser humano en la sociedad actual. Una sociedad que tira de él mediante una especie de inercia física y mental que lo conduce a hacer cosas “supuestamente” lógicas.

Recuerdo cuando le dije a mi familia que dejaría mi trabajo para dedicarme a lo que realmente deseaba hacer. Casi les da un infarto.

Me llamaron desde “loco”  hasta cosas peores, por el simple hecho de querer buscar mis propios objetivos y tratar de alcanzarlos a mi forma.

De hecho, hoy en día eso es muy común. Aquel que decide emprender por su cuenta, parece que se está arriesgando porque se adentra en un mundo desconocido para los demás. Y todo ello porque la propia sociedad no deja vislumbrar otras alternativas a la vida.

Educación

La educación de hoy es la primera que cojea, cuando se aprovecha de mentes limpias y sencillas como son las de los niños para enseñarles cosas que se suponen les conducirán hacia una vida de éxito y felicidad.

Pero esa no es la verdad. La realidad de hoy pone como prototipo de hombre que ha triunfado en su vida, aquel que tiene su trabajo fijo, su casa, su familia, etc…

Si a este “prototipo” de perfección, le preguntásemos si lo que hace en su vida es lo que realmente quiere, un grandísimo porcentaje te dirá que no, pero que no puede ni debe quejarse porque se encuentra en una posición mejor que la mayoría.

En otras palabras, una especie de esclavo que vende su tiempo a la sociedad en la que vive, a cambio de dinero, ¿no es así?.

Me he encontrado con muchas personas que confiesan no ser felices, a pesar de tener todo tipo de lujos en su vida. Pero claro, si volvemos atrás descubres que en la escuela no te enseñaban este tipo de cosas, ¿verdad?.

La educación de hoy se basa en agrandar la mente con información desproporcionada, para luego dejarla discapacitada ante otro tipo de situaciones que requieren otras capacidades.

El hombre ha descubierto que todo aquello que aprendió, en realidad no le soluciona diversos problemas que ahora tiene y que la sociedad le ha puesto en su camino.

El miedo a ser distinto

La gente no quiere llamar la atención ni ser distinto a los demás por puro miedo.

El miedo es lo que limita tu capacidad de desarrollarte y avanzar. Y este temor surge cuando pretendes adentrarte en una zona a la que no sueles estar acostumbrado.

Recuerdo cuando el profesor preguntaba algo y nadie levantaba la mano para contestar. Yo creía saber la respuesta, pero tenía miedo. ¿Miedo a qué? A estar equivocado. ¿Y por qué sale ese temor si yo creía saber la respuesta? Porque el que nadie levantara la mano, era indicativo de que quizás yo estuviera equivocado en lo que pensaba. Lo que dice la mayoría va a misa, ¿a que sí?.

“No puede ser que nadie sepa la respuesta y yo sí. Mejor me callo, no vaya a ser que me equivoque”. Estos eran mis pensamientos y estaban basados en lo que los demás hacían y no en lo que yo era capaz de hacer.

Aunque parezca raro, más del 70% de la población actual, actúa de la misma forma. De forma inconsciente, tienen miedo a algo que se sale de lo normal, y por tanto prefieren darle de lado sin tan siquiera intentar probarlo por nosotros mismos.

La sociedad en la que vives, te genera unos parámetros que si te sales de ellos, te causarán temor. Es precisamente por eso que muchas personas logran cambiar sus vidas y triunfar en ellas a causa de grandes crisis o problemas. Cuando llega un momento en el que caes tan bajo que ya no puedes seguir cayendo más, el miedo desaparece porque ya no tienes nada a qué temerle, nada que perder y si aprovechas ese momento para iniciar de nuevo tu desarrollo personal de forma correcta, sin duda podrás estar más cerca de alcanzar la vida que deseas.

Una experiencia personal

Quiero contarte la experiencia que tuve con una persona que acudió a mí en busca de ayuda. Era un empresario, gerente de una multinacional.

Su día a día era idéntico. Se levantaba a las seis de la mañana y se pasaba casi dos horas en coche hasta que llegaba a la oficina. Solía terminar a las tres y se iba a almorzar con sus compañeros o muchas veces sólo. La tarde era igual, llamadas constantes al móvil, horas y horas delante del ordenador y dolores de cabeza interminables.

Cuando llegaba a casa, eran las ocho de la tarde. Su mujer y sus dos hijos lo esperaba, pero él estaba demasiado cansado como para ponerse a jugar con sus niños, que ya simplemente lo habían aceptado.

Una ducha, cena y….después de un rato, su cuerpo y su mente estaban ya tan sobrecargados que no le permitían mantenerse despierto mucho más. Por lo que se iba a dormir, cruzando tan sólo varias conversaciones con su mujer.

Al día siguiente otra vez, y así día tras día. Su estado de ánimo cambiaba conforme se acercaban los meses próximos al verano, porque sabía que por fín podría descansar. Pero claro, tan sólo tenía un mes de vacaciones y siempre se le quedaba corto.

Los domingos eran el peor día para él, ya que tenía tal angustia por la proximidad del lunes, que apenas disfrutaba del día que se supone que tenía para descansar.

Un hombre con dinero, casa, familia, etc… pero sin felicidad. ¿Te gusta ese tipo de vida? Pues es la vida que la sociedad de hoy te está enseñando a que tomes y le está mostrando a tus hijos como el modelo de vida perfecto.

Es mucho lo que tendré que arriesgar si hago lo que deseo

Volvemos a lo mismo. No estás siendo justo contigo mismo, pues estás valorando lo poco que tienes ahora con una suposición de lo que podrías conseguir mañana.

No se puede ser feliz haciendo lo que no deseas hacer. Esa es la única verdad. Tan sólo tienes que decidir qué quieres hacer con tu vida y qué quieres obtener de ella.

¿Esclavitud o libertad? El esclavo teme salir de su zona por el miedo a quedarse sin comer lo poco que le da su amo y decide esperar y quedarse, sacrificando sus deseos y sus sueños.

Sinceramente para mí, abandonar lo que el mundo me obligaba a hacer para sobrevivir, para luchar por lo que yo creía correcto y que se adaptaba a mis ideales y sueños, fue la mejor decisión de toda mi vida.

Tuve miedo de caer más bajo de lo que ya me encontraba, pero siempre pensaba una cosa: “Si caigo haciendo lo que me gusta, por lo menos no me dolerá tanto”.

Hazte una serie de preguntas: ¿Eres un esclavo de la sociedad? ¿Realmente haces lo que deseas y caminas en pos de cumplir tus sueños? ¿Ha influido tu entorno en tus decisiones y principios? ¿Has hecho cosas en tu vida porque tu situación actual te ha obligado a hacerlas?

¿Estás poniéndole años a la vida o vida a los años? No vivas por vivir, por pura inercia. Elimina los hábitos inconscientes que te hacen hacer cosas sin saber el porqué las haces. Analiza y aprecia cada paso y cada pensamiento que des, y cuestiona todas y cada una de las sensaciones y emociones que tienes en tu día a día. ¿Te gustan? ¿Son como tu deseas?

Y entonces, ¿a qué esperas para cambiar?

Antonio Barragán
Licenciado en Psicología, coach y emprendedor.