Cómo hacer amigos y conservarlos

Paradójicamente en esta sociedad en la que vivimos tan “hiper-conectada», cada vez se encuentra más gente que se siente sola y que, además, tiene muchas dificultades para hacer amigos. Las personas, sobre todo en las grandes ciudades, viven una vida más independiente, solitaria, que van progresivamente sustituyendo las interacciones “reales” por las “virtuales”, ya sea por falta de tiempo, comodidad, timidez, etc.

Tener buenos amigos, y conservarlos es una tarea difícil: es preciso cuidarlos, interesarnos por ellos y hacer que se sientan importantes. Todo esto supone un coste de tiempo en llamadas, estar pendientes, ir a sus bodas, estar cuando nazcan sus niños, quedar a tomar café…

Hay diferentes grados de amistad: hay amigos “del alma” y otros que te ríes con ellos o tomas algo a la salida del trabajo, nada más. Para tener buenos amigos y, sobre todo, conservarlos, es fundamental evitar enfrentamientos y disputas, que no llevan a nada. Es mucho más fácil criticar y censurar que tratar de comprender el punto de vista de los demás, pues esa actitud, sólo lleva a que los otros no deseen nuestra compañía. Ser empático y saber escuchar es fundamental para ser un buen amigo.

“La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que cuidarla como sea” (Alberto Moravia)

¿Cómo podemos llevarnos bien con las otras personas? ¿Cómo podemos despertar el interés de los demás? ¿Cómo tener más habilidad para hablar con la gente?

He aquí algunas recomendaciones que todos podemos practicar para hacer amigos y conservarlos:

No critiques sin más

En vez de criticar, trata de comprender a la otra persona preguntándote: ¿Por qué hace lo que hace, o dice lo que dice? En vez de criticar, se asertivo y pregunta a quien te ofende, las causas de su conducta.

Demuestra aprecio sincero por los demás

Huye de las relaciones superficiales. No pienses tanto en tus logros, y trata de poner en primer plano los logros de la otra persona. Eso hará que la otra persona se sienta importante.

Habla menos de ti y más del otro

Este punto es básico. Saber escuchar de forma activa es clave para mantener una relación de amistad en “plena forma”. Habla menos de tus preocupaciones y presta más atención a lo que te cuentan los demás.

Sonríe, potencia tu sentido del humor

Es nuestra mejor tarjeta de visita. La primera impresión es clave. Con una sonrisa estamos diciendo al otro, implícitamente, “Me alegro de verte”

Dirígete a tu interlocutor por su nombre

Recuerda el nombre de la persona con la que hablas y repítelo durante la conversación. Es un halago para la otra persona.

Escucha con atención plena

Esto anima a los demás a hablar sinceramente de sí mismos y a reforzar la relación que tienen contigo. Deja el móvil a un lado e interésate por tu interacción “real”.

Habla de lo que interesa a los demás

Descubre qué interesa a los que te rodean, y háblales de ello, para que tu compañía sea amena.

Evita enfadarte

Nunca se gana una discusión. No sirve para nada. Nunca se consigue convencer a nadie por la fuerza y agota nuestras energías.

Respeta las opiniones ajenas

Ponte en el lugar del otro e intenta potenciar tu empatía. Si tu interlocutor piensa de tal o cual manera, tendrá sus razones para ello.

Admite tus equivocaciones

Admitiendo nuestras equivocaciones despertamos simpatía en los demás y facilitamos que los otros también las admitan. Es realmente inteligente reconocer nuestros errores.

Potencia tu asertividad

Haz valer tus derechos con habilidad, sin hacer un daño injustificado a los demás. Tus amigos tienen derecho a saber lo que opinas, y además te dará la oportunidad de reforzar tu relación de amistad.

“Amigo es el que, en la prosperidad acude a ti al ser llamado, y en la adversidad, sin serlo” (Demetrio Falero, Filósofo, 350 AC).

Julián Illán
Psicólogo e ilustrador. Creador de la web de psicología donpsico.es