La dopamina podría retrasar el envejecimiento y alargar la vida

El libro recientemente publicado “Dopamina: El arma secreta contra el envejecimiento” aborda con un enfoque innovador la capacidad que tiene este neurotransmisor para retrasar el deterioro y las enfermedades propias del envejecimiento.

La dopamina, una molécula del cerebro que tradicionalmente ha sido asociada a la motivación y a la búsqueda del placer, podría tener la clave para retrasar el envejecimiento, según las últimas investigaciones en los campos de la Psicología, la Medicina y la Biología tal y como recoge el libro.

La dopamina no estaría implicada tanto en esa búsqueda del placer y de la recompensa, sino en la capacidad de esforzarnos para lograr objetivos vitales y superar retos.

Los niveles de este neurotransmisor descienden a partir de la cuarta década de la vida, lo que explica en parte el declive progresivo de nuestras ilusiones, iniciativas, actividad, etc. y la aparición de los primeras manifestaciones del envejecimiento.  

Algunos rasgos de la personalidad como la extraversión, el optimismo, la creatividad, el entusiasmo o la impulsividad correlacionan con una mayor longevidad, y a su vez, dichos rasgos están mediatizados por una mayor cantidad de dopamina en el cerebro.

También se ha visto que un gen, el DRD4, un gen receptor de la dopamina, se relaciona con el rasgo de personalidad de la búsqueda de novedad y con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) que se asocia a su vez con una mayor actividad física. Este gen favorece una vida más activa y está representado en las personas más longevas.

La depresión, considerada por la OMS como la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo, se debe, en un alto porcentaje de casos, a un déficit de la dopamina en nuestro cerebro.

Los telómeros son una especie de capuchones que recubren los extremos de los cromosomas y que se acortan a medida que cumplimos años. Las personas que padecen depresión y las que han sufrido episodios de maltrato en la infancia muestran una menor longitud de los telómeros.

Además, la depresión es consustancial al hecho de envejecer y acelera la degeneración física y psicológica.  

El alzhéimer, una de las patologías más devastadoras y crueles que afecta cada año que pasa a un mayor número de personas, según unas recientes investigaciones podría estar causado precisamente por una disminución de la dopamina en algunas regiones de nuestro cerebro.

También existen conexiones entre nuestro sistema inmunitario y este neurotransmisor: se han encontrado receptores de dopamina en la glándula timo y en los linfocitos, que regulan nuestra capacidad para hacerle frente a las infecciones y a los agentes patógenos.

Según  el autor del libro: mi idea en un primer momento era, como psicólogo, explorar los aspectos de nuestra personalidad y de nuestro carácter que nos pueden ayudar a envejecer mejor.

Sin embargo, a medida que investigaba, iba surgiendo con más fuerza una nueva variable en la ecuación, la dopamina, que es responsable a muchos niveles, de nuestro deterioro además del declive estrictamente psicológico.

Fui descubriendo cosas sorprendentes como es su relación con la pérdida de la inmunidad o con el inicio de la enfermedad de Alzheimer; incluso hay evidencia de que la dopamina está presente en concentraciones más bajas en los tejidos tumorales que en los tejidos benignos y que el aumento de los niveles de dopamina parece inhibir la proliferación de células tumorales.

Todo esto me hizo ver que existía una conexión inesperada entre dopamina y longevidad. Tal y como se indica en el libro, esta conexión podría ir más allá dado que la dopamina tendría también la capacidad de alargar la vida.

Un médico húngaro llamado Joseph Knoll elaboró en los años sesenta un medicamento denominado deprenilo que, inhibiendo la enzima MAO-B, evitaba la degradación de la dopamina que todos padecemos al envejecer.

Este medicamento demostró, por primera vez, que se podía alargar la vida de un ser vivo más allá del límite máximo fijado por la naturaleza, según afirma Pérez Mulet.

La dieta, el ejercicio físico o la genética, son las variables que más repetidamente se han relacionado con el antienvejecimiento, y en un campo tan de actualidad como es la medicina antiaging, se presenta por primera vez una información original y novedosa que podría arrojar nueva luz en la esperanza de retrasar las patologías de la vejez.

En este ensayo ameno y con rigor científico de 588 páginas se analizan también las causas de por qué envejecemos, qué es el ikigai, el papel de la nutrición y el ejercicio físico, si el amor o el sexo pueden rejuvenecernos, cómo las profecías autocumplidas y las atribuciones negativas sobre la vejez aceleran el deterioro, o los otros elixires de la eterna juventud además de la dopamina, como son el resveratrol, la metformina, la restricción calórica, el ayuno intermitente o la epigenética entre otros.

El libro está ya a la venta en Amazon por 4,99 € en versión ebook y 19,88 € en papel

“Un estudio innovador que revoluciona todo lo que sabíamos hasta ahora sobre la dopamina y su influencia en los procesos del envejecimiento” 

Dr. Javier Álvarez González, Catedrático de Farmacología (Facultad de Medicina, Universidad de Valladolid).

El autor, Eduardo Pérez Mulet, es licenciado en Psicología por la Universidad de Salamanca y Máster por el Centro de Investigación y Terapia de Conducta (CINTECO) de Madrid, donde trabajó posteriormente como terapeuta especializándose en el tratamiento de la depresión y de los trastornos de ansiedad, y desde 1996 dirige el Plan de Prevención de Adicciones de la Diputación de Valladolid.

https://dopaminaging.com

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